Discriminación financiera (II)

La discriminación financiera, sin lugar a dudas, es un fenómeno poco analizado dentro del país, a pesar de que, como puntualizamos en la entrega anterior, es un fenómeno que sigue presentándose, a pesar de que está demostrado que luchar en su contra no sólo es un acto de justicia social sino de rentabilidad para quien lo practica.

Desde tiempos del caricaturista Abel Quezada o en las lamentables películas de Pedro Infante se caracterizó a los banqueros como una suerte de usureros que, como diría la conseja popular, sólo prestan a quienes no necesitan
dinero.

Una visión que, en los hechos, ha permeado que es preferible perseguir las grandes cuentas corporativas que atender a quienes más requieren un crédito en contra del sentido común. ¿Quién necesita más un préstamo: aquel que tiene una gran cantidad de ahorros o quien tiene una gran cantidad de necesidades y flujo de ingresos?

Pocos han logrado cambiar la mentalidad y no sólo han hecho lo correcto sino que han encontrado grandes nichos para generar utilidades.

En los casos exitosos llama poderosamente la atención el respeto y cuidado con el que las instituciones se acercan a la base de la pirámide en ingresos, se les trata como adultos completos olvidando el mito que la falta de educación financiera es privativa de las clases bajas.

En el extremo, hay más decisiones irracionales o equivocadas en la clase media que en los estratos más bajos de ingresos. Gran parte del problema se concentra en el impacto que tiene para unos y otros en sus finanzas
personales.

Como hemos señalado en esta columna, el enfoque con el que se buscó la inclusión financiera en el país no fue el mejor. Parte de la base que la gente de menores ingresos debe estar en figuras menos reguladas, lógicamente más peligrosas que los bancos que tienen el más alto estándar mundial de regulación y normas prudenciales.

PRODUCTOS

La manera para enfrentar la discriminación financiera está en diseñar productos financieros de todos los órdenes desde el punto de vista de la mayoría de la población y sus niveles de ingresos. No desde soberbias estructuras aspiracionales que terminan reduciendo el tamaño del negocio bajo principios de costo y rentabilidad, así como otros absurdos de visiones pequeñas.

También se tiene que enfrentar un cambio de mentalidad de manera importante con la autoridad. En opciones como la presentada por Punto Casa de Bolsa que permite a personas invertir desde mil pesos en acciones cotizadas en la Bolsa Mexicana de Valores enfrentan complicaciones regulatorias como el que la Comisión Nacional Bancaria y de Valores no acepta la firma electrónica para hacer contratos.

La autoridad debe reconocer que, como hemos puntualizado en diversas ocasiones, su función primordial es velar porque los intermediarios protejan el dinero de los depositantes y después lo presten de una manera inteligente.

Que los intermediarios que realicen operaciones similares a las de los bancos tengan regulaciones similares. Desde el punto de vista de la justicia social, se deben proteger primero a los inversionistas más pequeños.

REACCIóN

Typhoon Offshore, empresa de Grupo Salinas asociada con Harren and Partner, emitió un comunicado en el cual lamenta profundamente la muerte de dos trabajadores en la Sonda de Campeche e informa que inmediatamente fueron atendidos diez trabajadores que resultaron lesionados.

Reiteran que en colaboración con las autoridades federales y estatales, así como con peritos especializados, se investigarán las causas del accidente y se atenderá como es debido a los trabajadores y a las familias afectadas.