Razones para quebrar

Hagamos a un lado a los payasos y dizque inversionistas, Fides y Med Atlántica, que según ellos tienen recursos para comprar Mexicana de Aviación, siempre y cuando no tengan que poner un peso real.

Ignoremos la obcecación de Griselda Nieblas por no reconocer que no tiene la más remota idea de cómo aplicar la Ley Federal de Concursos Mercantiles o a Edith Alarcón que se ha convertido en la segunda parte de su antecesor con la ventaja de que ella no es histriónica ni tampoco está vendida a los intereses de un grupo.

Vamos, ni siquiera consideremos al vividor de Gerardo Badín, quien junto con un puñado de empleados de confianza quieren alargar hasta el infinito y más allá el concurso mercantil por un interés bastante mezquino: quieren mantener la chambita que durante 30 meses les ha dado sueldos en algunos casos de hasta 150 mil pesos, cuando se considera que la mayoría de los ocho mil  trabajadores de la línea aérea siguen esperando una liquidación y, además, una definición.

Así las cosas, es necesario establecer claramente cuáles son las razones para quebrar.

Primera. Se requiere una cantidad que ronda entre los 300 millones de dólares sólo para poner a funcionar una línea aérea. Con esa cantidad se puede comenzar una empresa mucho más grande y sin tantos pasivos.

Segunda. El único activo que tiene realmente este concurso mercantil es la base de mantenimiento conocida como MRO, la cual ha seguido operando y mantenido contratos internacionales por lo que es una fuente de trabajo para mil 500 trabajadores.

Sin embargo, este activo se está poniendo en riesgo de una manera innecesaria. La quiebra, de entrada, permitiría dar seguridad jurídica al único negocio que es viable dentro de lo que alguna vez fue el grupo aéreo más importante del país.

Si se diera la quiebra, MRO operaría de una manera radicalmente diferente, puesto que dejaría de cargar con el peso del muerto. Podría ser vendida a un grupo que seguramente pagaría más de 100 millones de dólares (la cantidad que no han podido mostrar los supuestos inversionistas).

Con un nuevo propietario podría expandirse no sólo en beneficio de los actuales trabajadores, sino generar una expansión en beneficio de nuevas fuentes de trabajo.

Claroscuros

El secretario del Trabajo, Alfonso Navarrete Prida, tiene una posición de claroscuros en torno al caso de Mexicana de Aviación.

En el lado muy luminoso está el hecho de que iniciará una investigación para determinar quiénes fueron los responsables de la quiebra de la línea aérea y los gravísimos daños que se han hecho a los trabajadores.

En esta columna hemos insistido una y otra vez que es inaceptable que Gastón Azcárraga, Manuel Borja Chico y quienes administraron dolosamente a esa línea aérea los son los responsables. Trataron de ordeñar a la empresa a favor de llevar dinero a Grupo Posadas y cuando se les pasó la mano fueron con contra de la cadena hotelera que no alcanza a recuperarse.

A sabiendas de que estaban chatarreando a la línea aérea buscaron alianzas con Miguel Ángel Yúdico, líder de los trabajadores de tierra, trataron de violar los derechos laborales de pilotos sobrecargos.

Ya era hora de que algún funcionario pusiera su atención en este tema que hemos denunciado por lo menos desde hace 40 meses, es decir, mucho antes de que comenzara el concurso mercantil.

En el lado muy oscuro Navarrete Prida cree que una manera de reordenar la aviación sería estableciendo tarifas tope. Se trata de una simple idea que, sin lugar a dudas, ni corresponde a su botón de trabajo ni tiene base en el sentido común, puesto que se trata de una aberración.

A pesar de la desaparición de Mexicana de Aviación el costo de los boletos no se ha incrementado mucho más allá de cuando había dos grandes troncales, en gran medida por la fuerte competencia que ha tenido Aeroméxico contra Interjet, Volaris y VivaAerobus.

El tema de las tarifas, que no corresponde al secretario del Trabajo, siempre será mejor en la medida que corresponda a la ley de la oferta y la demanda, no a una decisión de un funcionario público.

Soria

Gerardo Soria sí representaba a la sociedad civil cuando formaba parte del consejo consultivo de Cofetel, él rechazó cobrar los 15 mil pesitos con los que algunas vendieron su escaso prestigio. 

Este hombre ha estado realizando una investigación sobre la forma en que se han venido dando una larga serie de contratos y acciones de Cofetel a través del IFAI. Quizá ha llegado el momento de que las presente, de cara a lograr una mejor operación de esta comisión.

SME

Coincidiendo con el hecho de que el IFE sancionara al PRD por haber rebasado los topes de campaña, ayer uno de sus principales esbirros, Martín Esparza, volvió a sacar a las calles a los trabajadores que quedan del SME, según ellos para demandar una solución justa y definitiva a la quiebra de Luz y Fuerza del Centro.

El pretexto es francamente ridículo porque ese tema ya es cosa juzgada en tribunales y de ahí que sólo trataron de mostrar el dizque músculo que aún les queda.

ASUR

Mientras que el Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México sigue urgido de una reestructuración total, puesto que durante la administración pasada se convirtió en una cueva de ladrones y un monumento a la ineficiencia, el de Cancún sigue cosechando éxitos.

Esta terminal operada por ASUR acaba de recibir el premio de ANTN Digest para la excelencia en capacitación aeroportuaria. A este paso, la terminal de Cancún tendrá una mayor importancia que la de la capital del país en muy poco tiempo.