Alicia Salgado

Cuenta corriente

Alicia Salgado

2 May, 2013

Volker rule, tema bilateral pendiente

Hay temas comerciales pendientes de conversar entre los jefes de Estado de México y Estados Unidos, además de la incorporación de nuestro país a la negociación del Tratado de Libre Comercio con la Unión Europea, que inició el gobierno de Barack Obama el pasado marzo.

Uno de ellos, son los efectos “extraterritoriales” de la regulación financiera que están construyendo diferentes agencias el vecino país, a partir de la Dodd-Frank Act y sus variadas secciones, pues podrían afectar la estabilidad financiera de México.

Apenas ayer, la SEC, que preside Mary Jo White, emitió la Regulación para Operaciones Transfronterizas con Swaps para ser revisado y finalizado en 90 días, reglas que consideran el alcance global del mercado de derivados sobre swaps (tasas, monedas, mercancías) en diversos países, y extendió por 60 días más el periodo de consulta sobre las reglas inconclusas relacionadas con el capítulo VII de la Dodd-Frank Act.

¿Qué implica la regla Volker? Prohíbe a los bancos la negociación o trading por cuenta propia, pero no en el afán de contrarrestar y limitar la actividad, la regulación secundaria que se emitió a finales de 2011, fue tan lejos, que sólo permite a los bancos estadunidenses, a los filiales de ésos en cualquier parte del mundo y a los bancos extranjeros con filiales en EU, que puedan negociar con valores del Tesoro, los estados y los municipios del vecino país.

Eso generó unas fuerte reacción no sólo de bancos privados sino de gobiernos y bancos centrales alrededor del mundo por el efecto que podría tener en la negociación y liquidez del papel gubernamental y privado.

Éste es el caso de México. Luis Videgaray, secretario de Hacienda, comentó el viernes en la sesión de clausura de la ABM, que Javier Arrigunaga, presidente de la ABM, conversó con él acerca de los riesgos que puede tener para el mercado mexicano y, particularmente para la formación del mercado del papel gubernamental y de los bonos gubernamentales (yo diría para la liquidez o negociación activa), la implementación en EU de la llamada regla de Volcker (prohíbe negociación propietaria en un banco que tenga depósitos del público, además ser propietario, tener participación o patrocinar un Hedge Fund o Private Investment Fund y operar con swaps y forwards).

El primer draft lo emitieron el Board of Governors de la Reserva Federal, el Departamento del Tesoro, la OCC, la Commodity Futures Trading Commission, la FDIC y la SEC y, prohíbe a cualquier institución bancaria con depósitos en EU, o sus afiliadas dentro o fuera de ese país (incluya a Banamex de Javier Arrigunaga) o a los bancos extranjeros y filiales de esos bancos (imagine Bancomer o Santander), de negociar con valores gubernamentales o tenerlos en sus activos, salvo los emitidos por el Tesoro, los estados de la Unión Americana y los de los ayuntamientos.

¿Se puede imaginar el efecto transfronterizo que tuvo? De hecho, el tema fue llevado al primer sitio de la negociación bilateral y global por el gobernador del Banco de México, Agustín Carstens, envió una misiva como parte del periodo de consultas a todas esas agencias de regulación y supervisión el pasado 13 de febrero del año pasado (coincidente con la realización del encuentro de ministros de Finanzas del G20 en la Ciudad de México, en el que pone en claro las repercusiones extraterritoriales de la implementación de la propuesta de regla Volker.

Al imponer límites tan severos en las actividades de trading sobre instituciones financieras que tengan operaciones con México, que negocien en los mercados y con contrapartes mexicanos, o inviertan en activos, provocarían una caída súbita de la liquidez, afectaría los precios del crédito de forma severa, e incluso tendría repercusiones negativas sobre la negociación del peso y “sobre la capacidad del Banco de México del manejo de la política monetaria a través de operaciones de regulación en mercados abiertos”.

Es tan definitivo el argumento de Carstens, que cuestiona el cómo se puede prohibir el invertir en valores del gobierno mexicano contra permitir que pueda hacer en el Condado de Orange, que se declaró en bancarrota.

Sorprendió a algunos, que creían que la negociación estaba bastante bien encaminada para que se neutralicen los efectos extraterritoriales de la pretendida restricción Volker (que afecta a todas las jurisdicciones, pero en especial a las del G20), el que Videgaray comentara el viernes que gracias a la “intervención de la ABM aprovechamos el viaje que tuvimos la semana pasada a Washington para platicar, tanto con las autoridades del Departamento del Tesoro, como con las autoridades de la Reserva Federal, sobre este particular”.

Ha sido tal la reacción sobre la Volker rule, que la emisión del documento final de la regulación tiene 2.5 años de retraso y, pese a la fuerte presión en el Congreso sobre la administración Obama, esgrimiendo la crítica que la falta de reglas ha permitido que la negociación propietaria en los grupos bancarios americanos continúe creciendo, dentro de la SEC, la Fed y la CFTC, las opiniones están encontradas por las implicaciones globales que puede tener la regla y los efectos de catástrofe financiera que podría provocar.

Hace muy poco, el poderoso WSJ, especulaba en su editorial que la regulación de 300 páginas que daría sustento a la Volker rule, atravesaba por un fuerte conflicto interagencias, ya que se recibieron más de 18 mil comentarios como el que envió el gobernador Carstens.

En octubre 26, hubo una reunión con oficiales del Tesoro, de la OCC, FDIC, SEC y CFTC, en Washington, que encabezó Christopher Paridon (Federal Reserve Board); en el que recibieron los documentos y las pruebas de la afectación sobre los mercados mexicanos de deuda gubernamental, corporativos y subnacionales de aplicarse las restricciones de la sección 619, los estándares de la 165 y la expulsión de swaps de la sección 716, todos insertos en la regulación.

A esa reunión asistieron Ricardo Medina Álvarez, Luis Urrutia Corral, Jaime Cortina Morfin, y Pascual O’Dogherty (de Banco de México); Carlos Serrano (quien estaba en la CNBV); y Diego Borja Lascurain de la SHCP.

Dónde parará. Dicen que la versión final de la regla se emitirá en este segundo trimestre, otros comentan que podría llevarse el tiempo hasta el segundo semestre, y el sector financiero global busca que si éste es el caso, la implementación se produzca hasta mediados de 2014.

Para la estabilidad financiera de México, es un tema sensible, pero creo encausado. De ahí la relativa calma con foco de alerta encendida que prevalece en Banco de México.