José Yuste

Activo empresarial

José Yuste

4 Jul, 2013

Riesgos en competencia

Los legisladores harían bien en tomar en serio la propuesta del área técnica de la Comisión Federal de Competencia, la cual señala un riesgo palpable en la reglamentación secundaria. El riesgo deriva de una revisión profunda de la ley que la puede echar para atrás.

Riesgo, retroceder reforma de 2011

El área técnica solicitó sólo hacer las modificaciones necesarias para reflejar la reforma constitucional. No se trata de retroceder y echar para abajo todo lo logrado en la reforma de 2011, en donde, por cierto, se alcanzaron multas fuertes por parte de la CFC. Ahí participó activamente el actual secretario de Economía, Ildefonso Guajardo, cuando era diputado. Fue la reforma que le dio dientes a la CFC: la de poder multar por hasta el 10% de las ventas a las empresas que hicieran prácticas monopólicas.

El área técnica de la CFC pide que los cambios reflejen las mejores prácticas internacionales. En efecto, no se trata de inventar el hilo negro cuando hay experiencias a nivel mundial.

El tercer punto es tener certidumbre jurídica sin sacrificar eficacia. Aquí simplemente se trata de los parámetros en los que la Comisión Federal de Competencia deberá operar internamente para la revisión judicial de sus revisiones.

“Fuego amigo” en la CFC

Algunos o algunas quisieron desviar la atención de esta propuesta. Quisieran, otra vez, una revisión a fondo de la Ley Federal de Competencia, cuando ya se discutió y ha ido ganando terreno lo principal: garantizar al consumidor final opciones de competencia.

Ese fuego amigo pudo venir de la misma Comisión Federal de Competencia. En ese afán, culparon a Eduardo Pérez Motta, actual presidente de la Comisión, por no consultarles la propuesta. En primer lugar, el presidente de la CFC no hizo la propuesta. En segundo lugar, fue el área técnica, basada en su experiencia y estudios internacionales. Y en tercer lugar, esperemos que ese fuego amigo al interior de la CFC permita cambios a favor del consumidor final, en lugar de proponer, otra vez, una revisión exhaustiva de la ley donde sólo podrían ganar intereses particulares o partidistas.

Maxcom, deuda pesó y se vende

Maxcom fue pionera de la apertura telefónica. Fundada en 1996, y destacando entre sus principales accionistas a la familia Aguirre, estaba orgullosa de que la primera llamada que hiciera un Presidente en una nueva compañía telefónica, fuera con ellos (Zedillo llamó de Puebla a la Ciudad de México).

A últimas fechas, ha estado dando el triple play (TV-telefonía-internet). Su cableado de fibra óptica era interesante: va del centro al noreste y abarca seis mil 421 kilómetros.

Pero su pecado fue la deuda.

No pudo enfrentar el pago de bonos.

Y hablamos de una empresa que había colocado papel en la Bolsa Mexicana de Valores (CPO) y en la Bolsa de Nueva York (ADS).

Si Ventura falla en Maxcom, a Concurso

Tras varios intentos, Maxcom anunció un acuerdo con la firma de capital privado Ventura.

Ventura va a capitalizarla por 45 millones de dólares.

Sólo que en el acuerdo de Maxcom, tanto con Ventura como con el Grupo Ad Hoc, se está englobando a 84 millones de dólares de bonos.

Una vez que Ventura empiece a inyectar dinero fresco a la empresa en se momento se realizará el cambio de propietario a través de una Oferta Pública de Adquisición.

La oferta será por la totalidad de las acciones de la empresa, es por 100% de acciones a un precio de 2.90 pesos por cada CPO (Certificados de Participación Ordinaria).

La operación deberá ser aprobada en México y en EU, ya que allá había caído en el Capítulo 11 de Ley de Quiebras.

De no lograrse una buena reestructuración, entonces Maxcom caerá en México en el Concurso Mercantil.

Es una lástima que una empresa como Maxcom, que inició la apertura en telefonía, haya caído en deudas y no pudiera mantener el paso. Sus actuales propietarios van desde Bank of America, la familia Vázquez Arroyo y la familia Aguirre. Ahora esperemos que su reestructuración llegue a buen fin.

Bancomer quiere al DF

Bancomer va por la Ciudad de México. Invertirá mil 900 millones de dólares en la capital, con lo cual se convierte en uno de los inversionistas favoritos del gobierno de Miguel Mancera.

Luis Robles, presidente de Bancomer, informó que tan sólo en la construcción de sus edifcios corporativos se llevarán 500 millones de dólares. Uno de ellos será su torre corporativa enfrente de la Torre Mayor e igual de alto sobre Reforma y el otro en Mariano Escobedo, que albergará su centro operativo.

El resto de los mil 400 millones de dólares se utilizará para modernizar las 300 sucursales en la capital, así como mejorar su tecnología y bancarizar.

En total Bancomer anunció una inversión en México de tres mil 500 millones de dólares, pero de que quieren pelear el liderazgo de la capital, ni lo dude.