Alicia Salgado

Cuenta corriente

Alicia Salgado

8 Oct, 2013

¡México: una sorpresa hasta para el FMI!

WASHINGTON.– Se supone que las discusiones centrales de las reuniones anuales del FMI, que encabeza Christine Lagarde y el Banco Mundial que preside Jim Yong Kim sería la coordinación necesaria –a través de estos organismos– de la membresía cuasi universal (188 países miembros), para reducir el impacto de las políticas monetarias no convencionales que se han instrumentado en los países avanzados para estabilizar sus sistemas financieros y reactivar sus debilitadas economías. ¡El fin del tapering, monetary cleaning sheets, y los Abenomics!

Pero resulta que de nuevo, la reunión será secuestrada. Antes Europa, luego Japón y ahora Estados Unidos. El temor que existe de que los republicanos y el presidente Obama continúen sin alcanzar un acuerdo presupuestal que impida levantar, antes del 17 de octubre, el techo de la deuda de ese país, hace que ni el FMI ponga énfasis en los compromisos de reestructuración del gobierno corporativo y el hecho de que el problema político-presupuestal de Estados Unidos, tienen paralizado el cambio en la relación del poder financiero en la estructura del propio FMI.

Respecto al evento catastrófico que supondría el no levantar el techo de la deuda en Estados Unidos, debo decir que el FMI no considera este escenario como el de mayor probabilidad, sino por el contrario.

Entre abril y septiembre, las previsiones del FMI han dado un giro en “U”. En aquel momento subrayaba el papel de los mercados emergentes en mantener el empuje de la economía global y, ahora considera que la recuperación en Estados Unidos será decisiva en el estímulo de la economía mundial.

Estados Unidos podría crecer a menos de 1.5% en este 2013 en parte por el efecto que ejerce la contracción fiscal.

Insisto, la mayoría piensa que no prevalecerá la insensatez, pero todo el mundo supone que una equivocación en la eliminación del QE3 o en el manejo fiscal, retrasará indiscutiblemente cualquier avance en ese país y en el mundo entero, pues ni Europa –aún sumida en discusiones que no permiten concretar el siguiente paso de la unión monetaria y fiscal y sin resolver su sistema financiero– ni China, ocupada en tapar los hoyos que dejó el financiamiento de su crecimiento interno poco convencional y, ni los BRIC (India, Sudáfrica, Brasil, Rusia y México), pueden cambiar el hecho de que están afectados por el efecto de la volatilidad ligado a la pésima comunicación del “de-tapering” en Estados Unidos, pero cada uno debilitado en su potencial de crecimiento por razones estructurales.

De hecho México, es “la sorpresa”, porque se reconoce que la caída económica  que le llevará a crecer no más de 1.3% este año, tiene causas más internas que externas (desfasada ejecución del gasto público), pero hay la percepción de que mejorará la capacidad institucional para “delegar, accionar y transparentar” el gasto.

Se entiende la expansión propuesta del déficit y de la deuda, pero no se entiende el porqué se propuso una reforma fiscal que recauda y no corrige la estructura fiscal, incluyendo el gasto público. ¡Complicado! Es una percepción que debiera corregirse a tiempo y no dejar pasar. También, se percibe que el actual gobierno ha marcado “distancia” con el Banco Mundial por la nula reacción de apoyo con los desastres naturales ocurridos en el país.

Luis Videgaray, secretario de Hacienda, no vendrá a Washington. Evidentemente, a quien le tocará realizar una activa participación, primero para que no cancelen bilaterales y segundo para explicar por qué México se desaceleró más de lo que el propio FMI y el sector privado internacional (esperaba entre abril y la fecha (de 2.8 a 1.3 de expansión del PIB promedio anual en 2013), es al subsecretario del ramo Fernando Aportella.

Particularmente porque la oposición presiona para detener el avance de la reforma energética y la fiscal, justo los dos cambios estructurales que se consideran vitales para que México pudiera mitigar una salida de capitales ligada al “de-tapering” de la Fed en el mediano plazo, pero no observan un cambio extraordinario ni en el potencial de crecimiento ni en los fundamentales del país en el corto y mediano plazo. De hecho, se entiende poco la reforma fiscal propuesta y sus efectos reales sobre la economía y la despetrolización del balance público y, la reforma que se considera un gran acierto es la energética, aunque pocos entienden que está atada al trueque político con el PAN de Gustavo Madero.

De Fondos a Fondo

Carlos Cárdenas, presidente del Instituto Mexicano de Contadores Públicos y socio de Ernst & Young, no cesa de argumentar ante el equipo de Hacienda lo inconveniente de eliminar el dictamen fiscal que llevan a cabo los cerca de ocho mil contadores públicos certificados que hay en el país. Argumenta que con cifras del propio SAT, si bien el dictamen es voluntario para las empresas, las cerca de 90 mil que cada año deciden acogerse a esta figura de manera hacen que el fisco tenga un incremento de recaudación de 18 mil millones de pesos al año, resultado de la propia labor de auscultación que llevan a cabo los contadores para emitir el dictamen.

Para mí, el tema es de percepción, pues si bien el dictamen era y es voluntario, el empresario tenía la idea equivocada de que al estar su cuenta fiscal revisada por profesionales, les generaba la seguridad de que serían “menos auditados” y en caso de que les tocara una auditoría, tendrían con qué defenderse. Evidentemente para el profesional de la contaduría es una caída importante de ingresos.

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