Luis Enrique Mercado

Perspectivas

Luis Enrique Mercado

28 Oct, 2013

A Videgaray no le importa la economía

El Banco de México ha encendido las luces de alarma sobre la marcha de la economía tres veces en este año y nadie en el gobierno Federal hace caso.

Las luces de alarma del Banxico son las bajas en la tasa de interés de referencia que por tercera vez en este año, el instituto central la bajó apenas el 25 de octubre, para fijarla en 3.5%, luego de haberlo hecho en febrero y en septiembre del presente año.

El que el Banxico baje las tasas de interés de referencia simplemente es su forma de decir que la economía no está funcionando y por eso tiene que usar el principal instrumento de su política monetaria; por un lado, para darle aire a la economía; por otro, para decirle a las autoridades hacendarias que la economía está boqueando.

Desde julio de 2009 Banxico no había movido su tasa de interés de referencia; pero luego de cuatro años de mantenerla en
4.5 %, en este año ha tenido que bajarla un punto, porque ve que, de no hacer nada, la economía podría entrar en recesión.

Por desgracia, en el gobierno federal no parecen compartir esa misma preocupación; probablemente, porque las grandes cifras indican que hay una ligera recuperación, respecto al desastroso primer semestre.

En efecto, El Índice General de la Actividad Económica realizado por INEGI creció 0.48% durante agosto.

Pero ése es el menor crecimiento del indicador en cinco años y en esos mismos datos se observa que sólo crecieron las actividades terciarias y que
sectores como la construcción van en caída libre con una baja de 5.10% en agosto.

Más aún, cuando se observan datos precisos sólo sobre el mercado interno, habría que concluir que ahí ya hay recesión.

Por ejemplo, las ventas al menudeo cayeron en agosto 2.2% anual, su mayor baja en cinco meses.

La Asociación de Tiendas Departamentales indica que sus ventas han sufrido la peor caída en cinco años.

Si se acerca más la lupa, es claro que las ventas de alimentos, bebidas y tabaco son de las que más han caído, a pesar de que esos productos son los menos sensibles a una desaceleración económica.

Lo que vemos es que el mercado interno se ha vuelto anémico y que los efectos de esa anemia son graves: miles de comercios, grandes y pequeños están sufriendo como nunca antes desde 2008 y que rubros como el restaurantero enfrentan su peor época desde hace años.

Y esto es lo que debiera ver la Secretaría de Hacienda.

Ya basta de los discursos autocomplacientes de Luis Videgaray diciendo que cuando lleguen las reformas estructurales el país se recuperará.

Ya basta de que el secretario de Hacienda pase su tiempo buscando culpables a su falta de actuación frente a la caída económica.

No es aceptable que Videgaray nos diga que todo se debe a la caída económica de Estados Unidos, cuando ese país ya anda creciendo más que México, alrededor de dos por ciento.

Tampoco, que las lluvias son las causantes, porque la economía ya venía cayendo  cuando aparecieron las tormentas.

Ya basta de la soberbia del secretario de Hacienda, quien piensa que los 118 millones de mexicanos, menos él, estamos equivocados, porque la economía se recuperará.

Otra vez, como sucedió con las proyecciones de Hacienda  para este año, cuando se crecería 3.5%, la cifra para 2014 está equivocada, porque no se crecerá al 3.9% puesto que con la miscelánea fiscal acabarán con las fuentes de crecimiento.

La realidad es que la economía mexicana sí puede caer en recesión y que el crecimiento de empleo y subempleo que se agravará en los siguientes meses, traerá más debilidad al mercado interno.

La economía mexicana necesita con urgencia un tanque de oxígeno. Y si Videgaray no quiere darlo, debiera renunciar o alguien debiera renunciarlo.

Hasta el próximo lunes con nuevas…Perspectivas.

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