David Páramo

Análisis superior

David Páramo

27 Feb, 2014

El carácter de Contreras

Gabriel Contreras es de esas personas que saben que su trabajo hablará por él. No la imagen que trate de construir a través de sus declaraciones o actitudes personales.

Uno de los grandes retos que tienen quienes encabezan organismos autónomos es no ceder a la tentación personal de creerse la institución, como le ocurrió a Eduardo Pérez Motta, quien terminó enloquecido por el exceso de años al frente de la Comisión Federal de Competencia, o que es una patente de corso, como lo hicieron Héctor Osuna y Mony Sacha de Swaan.

Si bien es claro que es un hombre que rechaza la tibieza, un rasgo de su carácter poco conocido es que admira a los funcionarios públicos que no se presionan de más. Que a pesar de tener un incendio en las espaldas o tener cierres perentorios se mantienen serenos y toman buenas decisiones.

Tiene claro que las acciones serán las que legitimen al Instituto Federal de las Telecomunicaciones como ha ocurrido con otros organismos autónomos que han surgido en la historia del país y de ahí que para él (junto con los comisionados) sea indiscutible que tienen que cumplir en tiempo y forma con las obligaciones constitucionales que recibieron cuando se creó el instituto.

Si bien se trata de un órgano colegiado el carácter de su presidente siempre marca a una institución y más como ésta, que acaba de nacer. Así que parecería que el IFT se convertirá en un regulador serio y sólido convencido de sus determinaciones a pesar de las muy fuertes presiones que siempre se han dado.

El reto, tiene claro, es romper la inercia que ha tenido este sector. Sabe que desde la privatización de Telmex se han tomado realmente muy pocas acciones para generar una mayor y mejor competencia en el sector de las telecomunicaciones y de ahí que la única evaluación posible sea si logran hacer un sector muchísimo más competitivo.

Seguridad

Es reiterativo y enfático cuando se le pregunta sobre el 9 de marzo. Asegura que no tiene duda alguna de que antes de ese domingo habrán cumplido con una tarea que, como hemos señalado en esta columna, es una obligación titánica exigida por los legisladores.

Es receloso al decir cuál será el momento en el que se presenten todos los requerimientos constitucionales; sin embargo, una apuesta que señale miércoles o jueves pudiera ser la fecha correcta. Es muy poco probable que utilicen el fin de semana para presentar este trabajo.

De todas las decisiones que habrá de tomar la próxima semana el IFT, la piedra angular será la determinación de preponderancia sobre los agentes económicos, puesto que será la que tendrá un efecto más rápido y efectivo en la competencia dentro del sector de las telecomunicaciones.

Esta determinación abrirá la puerta para que la autoridad establezca reglas asimétricas que, por primera vez en la historia de las telecomunicaciones de México, permita una sana competencia a favor de los consumidores y el desarrollo del país.

Chatarra

Gastón Azcárraga, los directivos y el consejo de administración que le acompañaron durante su nefasta gestión como presidente de Mexicana de Aviación llegaron a extremos como sobrevaluar activos para obtener créditos que hoy son parte de la cartera vencida de esta línea aérea que lleva ya más de tres años en concurso mercantil, sin que nadie se atreva a declarar la quiebra que, sin duda, es el camino menos malo dentro de una gran serie de pésimas opciones.

Uno de los casos más notorios fue el de los nueve aviones que hoy son propiedad del Banco Nacional de Comercio Exterior. A estas aeronaves se les sobrevaloró de manera escandalosa para que fueran garantía de créditos que rondaban los mil millones de dólares, que hoy son quebranto para el banco que dirige Enrique de la Madrid.

Si hace un esfuerzo de memoria recordará que estos financiamientos se le dieron a la línea aérea en 2009 como parte de los apoyos para enfrentar los problemas derivados de la influenza.

En los últimos días el director de Bancomext ha hecho pública la intención de vender estos aviones, lo que ha despertado el mito de su valor. Hay quienes creen que se registrará una gran recuperación de activos y quién sabe cuántas cosas más; sin embargo, cualquiera que tenga un conocimiento mínimo sobre la aviación sabe que estos aviones no sólo han perdido valor por su gran antigüedad y su poca operatividad (a pesar de que han tenido mantenimientos por parte de MRO) sino por su obsolescencia.

Independientemente de que sea dudoso que consigan un buen contrato porque no son aviones que despierten gran interés, seguramente muchos se decepcionarán por el precio de salida.

Caída

Las acciones de Volaris han registrado una muy fuerte depreciación dentro de la Bolsa Mexicana de Valores. Hay quienes se preguntan si se trata de un acto de especulación o qué hay en el fondo.

El reporte financiero de la línea aérea que dirige Enrique Beltranena da una pista sólida sobre la decepción bursátil. En su último reporte registraron una caída de cerca de 100 millones de pesos en su utilidad, puesto que parecería que la estrategia de precios bajos que están aplicando no está dando resultados.

Es necesario que la Secretaría de Comunicaciones y Transportes, encabezada por Gerardo Ruiz Esparza, ponga atención en Volaris, puesto que parece una película ya conocida en la aviación mexicana: empresas como Taesa y más recientemente Mexicana de Aviación, que tratan de ganar participación de mercado a través de una política de precios bajos que, en todos los casos, ha resultado ruinosa no sólo para la empresa que incurre en este error, sino para la aviación en su conjunto, incluidos temas de seguridad.

La experiencia empírica demuestra que la política de precios bajos en México mina el capital de la línea aérea en detrimento de las bases de la industria. Este es el momento para tomar decisiones adecuadas por parte de la autoridad y luego no lamentar historias siniestras.

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