Alicia Salgado

Cuenta corriente

Alicia Salgado

2 May, 2014

Reto de reactivación: mercado automotriz

La venta de automóviles crece 3.5% en marzo del presente año, comparado con marzo de 2013, mientras que el acumulado de enero crece 1.6%, de acuerdo con el reporte de la Asociación Mexicana de la Industria Automotriz, que preside Eduardo Solís.

Al menos, se comentará que el bache de febrero se libró y se ha retomado el crecimiento, ¡marginal!

En pocos días, usted conocerá una decisión de política pública que busca incentivar el mercado doméstico automotriz, que tiene capacidad de desplazamiento doméstico de 1.8 millones de autos, pues el secretario de Economía, Ildefonso Guajardo, logró convencer a Jacques Rogozinski, de Nafin, para que el Fondo Prodiac de Economía que administra el banco de desarrollo ponga 75 millones de pesos en garantías que permitan que los brazos financieros de las armadoras y los bancos que entran al mercado de autos puedan bajar en la escala de ingresos hacia segmentos C- y E, para otorgar financiamiento.

El subsecretario de Industria, Rogelio Gasca, y Eduardo Solís, tienen prácticamente listo el convenio, que permitiría colocar dos mil 300 millones de pesos para crédito automotriz y permitir atacar la expectativa negativa que prevalece en los consumidores.

Recordemos que el Índice de Confianza del Consumidor de febrero acusó una caída de 25% para compra de bienes duraderos, porcentaje no observado desde la crisis de 2009.

En nuestro país, con todo y el cambio en las reglas de lavado de dinero, que obligan, a partir de enero, a las distribuidoras a no vender autos con pago de efectivo cuando exceden de 100 mil pesos, 53% de los autos se desplaza con crédito, cuando la tendencia mundial sea que 75% se venda a crédito.

Sólo tres bancos están activos en el mercado de crédito, liderados por Scotiabank, Banorte e Inbursa. Banamex y Bancomer son muy marginales, pese a su gran tamaño, y existe un abandono de mercado de más de 25% por parte de los bancos y 50%, si considera la sustitución que debiera darse de pagos en efectivo.

La estimación del programa de garantías es que permita financiar unos 15 mil autos más y, bueno, el programa parece piloto, porque se acabaría en menos de dos meses, pero bien puede significar de 250 mil a 270 mil autos nuevos en el mercado en segmentos bajos cuando el mercado justo lo requiere.

Recordemos que se vendieron en el tercer mes 85 mil 682 vehículos; tres mil 895 más que en marzo del año pasado, y al acumular las ventas del primer trimestre, que totalizan 251 mil 124 autos ligeros comercializados, apenas 1.6% adicionales a las registradas en el mismo periodo de 2013 y todavía inferior al promedio de venta trimestral de autos que se tenía en el país en 2003.

Curioso detalle: a través de los “amparos rentados” se introdujeron en este primer trimestre 162 autos ligeros (no incluyo los camiones) con edad superior a 11 años, justo cuando pagan más impuestos por emisiones y el seguro cuesta más en Estados Unidos, autos que allá se venden entre cinco mil dólares, si son compactos,; a diez mil dólares si son “trocas”. Esos autos se compran en efectivo y no cumplen las reglas de lavado de dinero. Se introducen directo a la frontera unos 80 mil vehículos y 575 mil más se importan de forma definitiva por año al resto del país.

Se da cuenta de la contradicción en materia de políticas públicas. No digo que esté mal el Nafin-Prodiac-Economía, pero parece un cuarto de aspirina para un mal que debiera acompañar el desplazamiento de vehículos nuevos y usados a lo largo de la cadena, para revertir el deterioro del parque vehicular (el promedio del parque en México es de 18 años, pero el de producción y venta nacional es de 13 y el de extranjeros con amparo rentado se va a 19).

El promedio de edad del parque vehicular en Estados Unidos es de 11.4 años al cierre de 2013, tres años más (casi tres años más) que en 2008, cuando iniciaba la crisis, y con tendencia a reducirse desde 2012.

De Fondos a Fondo

El Ayuntamiento de Naucalpan, que preside David Sánchez, es ejemplo vivo de lo que muchas empresas deben sufrir como proveedores de gobiernos municipales: Proactiva Medio Ambiente México es la proveedora del servicio de disposición final de los residuos, y tiene un relleno sanitario que ha sido laureado internacionalmente con la escoba de oro en varias ocasiones.

Pero eso no ha servido para que las autoridades municipales solventen el adeudo millonario (90 mdp) que tienen con la empresa por concepto de contraprestación del servicio.

La última puntada del ayuntamiento fue la siguiente: Setasa, filial de Proactiva Medio Ambiente, cambió su razón social a “Proactiva Medio Ambiente–Setasa” y algún “genio” litigante le recomendó al presidente municipal tomar eso como pretexto para evitar el pago de la deuda, a pesar de contratos y convenios firmados, aunque sigue depositando más de 700 toneladas diarias en el relleno de la empresa.

Proactiva Medio Ambiente Setasa ha invertido 155 mdp en el relleno sanitario de Naucalpan y la concesión está vigente hasta 2026. El caso es un ejemplo de la incertidumbre jurídica en la que deben operar las empresas cuando proveen servicios concesionados que, por disposición constitucional, son responsabilidad municipal y el ayuntamiento es la fuente de pago.

La empresa ha demandado pidiendo algo muy sencillo: que el ayuntamiento exponga en tribunales si tuvo recursos presupuestados para el pago de 2010 a la fecha. De haber contado con el dinero y dado el impago a la empresa, ¿dónde quedaron los recursos?

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