David Páramo

Análisis superior

David Páramo

30 Jul, 2014

Populismo de cuarta

No existen las políticas económicas de izquierda o derecha. Simplemente hay buenas y malas decisiones en la materia.

El populismo, caracterizado como una gran irresponsabilidad en el manejo de las finanzas y la creencia de que el pueblo es intrínsecamente estúpido, no es una divisa exclusiva de la izquierda como se ha encargado en demostrarlo una y otra vez el Partido Acción Nacional, bajo la presidencia de Gustavo Madero.

Los hechos más graves y evidentes se han dado en los últimos meses. Decir, por ejemplo, que la Reforma Energética era su visión, pero que no la aprobarían hasta que los congresos locales no les cumplieran hasta el último de sus caprichitos, no sólo retrasando al país sino alejándose de su base de votantes.

El núcleo de los panistas tradicionales cree en la prudencia económica y en hacer lo correcto para generar a un México próspero. La ortodoxia en el manejo de las finanzas públicas los llevó a Los Pinos durante dos sexenios.

Lo mejor o quizá lo único bueno que puede decirse del sexenio del irresponsable Vicente Fox fue la atinada conducción económica del país que, por cierto, no es un mérito del Presidente sino del que fue su secretario de Hacienda, Francisco Gil Díaz.

La gestión de Felipe Calderón, a pesar de la gravísima crisis financiera mundial de 2008-9, salió avante gracias a la toma de medidas correctas por parte de quienes manejaron las finanzas públicas durante esta administración.

El sector empresarial, más allá de la molestia que pudiera tener por las reformas fiscales implementadas durante esta administración, las ha aceptado porque las consideran como un peaje para tener la reforma energética, lo más importante desde la expropiación petrolera en el sector energético y el hecho más trascendente tras la firma del Tratado de Libre Comercio de América del Norte.

La actitud mezquina del PAN los terminó de anular como un interlocutor válido para cualquier modificación fiscal en el corto plazo. De hecho, el sector empresarial está teniendo un muy intenso cabildeo con la Secretaría de Hacienda, encabezada por Luis Videgaray, para realizar ajustes a la política fiscal partiendo de la base que el gobierno no propondrá nuevos impuestos ni aumentó en sus tasas durante el resto de la administración. La solicitud puede venir del PRI o del PVEM, jamás avanzaría si fuera del PAN y las cúpulas de iniciativa privada lo saben.

Populacho

Como le informamos ayer, la más reciente ocurrencia de Madero es proponer que en las elecciones de 2015 se haga una consulta pública vinculante a través de la cual se obligue a la Comisión Nacional de los Salarios Mínimos a elevar el salario mínimo de acuerdo con lo que la Coneval considera como necesario para suplir las necesidades básicas que es algo así como 177 pesos.

Como la inmensa mayoría de las propuestas populistas suena de maravilla: ¿quién podría oponerse a que los trabajadores, especialmente los más pobres ganen más? Bueno no faltará el iluminado que diga que hasta se reactivaría la economía, puesto que tendrían más dinero para comprar bienes y servicios.

Sin embargo, como todas las propuestas populistas no aguanta el más mínimo análisis económico. Puesto que en el menos malo de los casos se trata de soluciones milagro. Lastima que no hay un equivalente a la Cofepris para prohibir este tipo de productos políticos que ofrecen cuerpos bien alimentados con el salario mínimo.

Primero. Hay una gran diferencia entre lo que se puede y se quiere. Un partido vinculado con la iniciativa privada y que su fundador también fue el de Banco de México, no debería permitirse la creencia de que los empresarios pagan poco por maldad o algo similar. Los empresarios pagan lo que pueden y no son, de ningún modo, enemigos de la clase trabajadora.

Segundo. La Comisión Nacional de los Salarios Mínimos está integrada también por líderes sindicales que entienden que los aumentos salariales que no están vinculados a la productividad generan una carrera precios-salarios que terminan en inflación, el impuesto más dañino para los que menos tienen. Que alguien le explique a Madero que la docena trágica en materia económica la protagonizaron Luis Echeverría y José López Portillo con medidas como las que hoy propone.

Si por decreto se elevara el salario mínimo a 177 se desataría una oleada inflacionaria que terminaría con su poder adquisitivo en pocas semanas. ¿Ya lo consideraron los panistas que siguen a su presidente?

Tercero. Antes de cualquier discusión en materia de salario mínimo es necesario desvincularlo como medida para fijar multas, precios y tarifas del sector público. Un ejemplo muy gráfico. El salario mínimo es de 67.29 pesos diarios y si se aumentara a 177 pesos, un trabajador con un crédito Infonavit vería cómo se convierte en impagable su deuda puesto que, entre otras cosas, el salario mínimo no mueve el resto de los emolumentos que se pagan a los trabajadores.

Cuarto. El único dizque argumento que ha presentado el PAN para esta idea es que durante los últimos 30 años el salario mínimo ha perdido poder adquisitivo.

Aquí serían pertinentes algunas preguntas.

¿Qué porcentaje de la Población Económicamente Activa ganaba el salario mínimo hace 30 años en comparación con ahora? Si hubiera seriedad también se tendría que determinar cuántos trabajadores realmente ganan el salario mínimo y cuántos están registrados de ese modo para que los patrones evadan obligaciones ante el IMSS, Infonavit, SAT y Sistema de Ahorro para el Retiro.

En el fondo, la miope administración de Madero cree que con una consulta popular de este tipo le acarreará votos. Llegaron a Los Pinos por ser responsables en materia económica y ahora hasta eso van a perder.

El líder nacional de ese partido se haría un favor si aunque fuera leyera algunos de los libritos de Luis Pazos en los que seguramente podría comprender, quizá hasta con dibujitos, la barbaridad que está proponiendo.

Aeromar

En una época en la que la aviación comercial mexicana se avecina a una crisis por las guerras de precios absurdas, quienes tienen experiencia como Fernando Flores, director general de Aeromar, comprenden que los nichos tienen un mayor sentido que competir en quién vende más barato un boleto entre México y Tijuana.

Aeromar acaba de lanzar un nuevo programa para atraer turismo nacional hacia la Ciudad de México en colaboración con el gobierno capitalino.

 

Síguenos en Twitter @DineroEnImagen y Facebook, o visita nuestro canal de YouTube