Grupo México #Epicfail

Una vez más Grupo México se encuentra bajo los reflectores por su negocio de minería. En esta ocasión por el derrame de 40 mil metros cúbicos de solución ácida de sulfato de cobre, algo así como unas 16 albercas olímpicas. La sustancia llegó al río Bacanuchi que alimenta al río Sonora, por lo que 20 mil habitantes de la zona han sido afectados y de acuerdo con reportes locales ha provocado la muerte de ganado y peces e incluso, afectó la presa de El Molinito, de donde se surte el agua de Hermosillo.

Las autoridades ya multaron a la compañía con un millón y medio de pesos y han expresado que todavía aplicarán más multas, por lo que éstas podría sumar algunas decenas de millones de pesos, lo cual difícilmente será significativo para una empresa que el año pasado registró ingresos por nueve mil 353 millones de dólares y utilidades de mil 747 millones de dólares.

En el comunicado emitido a los inversionistas, Grupo México estableció que el incidente se dio por una cantidad inusual de agua, o sea lluvia, que habría provocado que se derramara el químico que se utiliza para un proceso extractivo denominado lixiviación. Las autoridades de la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa) dijeron que en realidad se debió a la improvisación y falta de infraestructura de la compañía minera. 

Esta no es la primera vez que Grupo México enfrenta una crisis, en febrero de 2006, en Coahuila, en la mina de Pasta de Conchos ocurrió un accidente que costó la vida a 65 trabajadores, el cual se atribuyó a las malas y peligrosas condiciones en las que se desempeñaban los mineros. Sin embargo, la justicia nunca señaló responsables por la negligencia en la mina.

Resulta sorprendente que una compañía que tiene utilidades de mil 747 millones de dólares cometa errores por improvisación y por no tener la suficiente infraestructura y que en su respuesta la comunicación haya sido muy limitada y llena de confusión, lo que llevó a las autoridades a contradecirla en múltiples ocasiones.

La afectación más fuerte no será por las multas, sino por la mala imagen que le genera a una actividad que ha tenido que arrastrar una mala percepción de que la minería tiene un impacto ecológico muy fuerte en detrimento de las comunidades en las que opera, que muchas veces se convierten en pueblos fantasmas una vez que la compañía minera se va.

En 2012 y 2013 tuve la oportunidad de reunirme con ejecutivos de empresas mineras y funcionarios de la Cámara Minera de México que buscaban explicar las razones por las cuales consideraban que no deberían aplicarles impuestos adicionales por extracción, en un momento en el que los precios de los metales llegaban a niveles récord. Además, también buscaban transmitir que las prácticas de la minería habían mejorado mucho, por lo que lejos de convertirse en un factor negativo para las comunidades en las que operan, habían logrado ser un factor positivo al llevar servicios como electricidad, escuelas y agua a regiones muy apartadas y al mismo tiempo desarrollan programas de capacitación para no dejar pueblos fantasmas una vez que las explotaciones se agotaban.

Hace unos años la industria fue foco de otra controversia ante la reactivación de actividades mineras en la zona del Real de Catorce en las tierras sagradas de los huicholes. La empresa First Majestic Silver Corp, de origen canadiense, recibió autorización para explotar yacimientos de plata, sin embargo, distintos grupos ecologistas, junto con la comunidad, lograron que se suspendiera el proyecto ante la preocupación por el impacto ecológico en las tierras huicholas.

En las redes sociales, cuando se da una falla miserable, suele ponerse un #Epicfail y en este caso Grupo México se merece un epic fail debido a que su mal manejo, negligencia y opacidad en la comunicación manchan a una industria que en 2013 generó divisas por 18 mil 356 millones de dólares y que dio empleo a 332 mil personas. También #Epicfail al gobierno canadiense de Stephen Harper, que le dio la ciudadanía a Napoleón Gómez Urrutia en el afán de mantener sin sobresaltos sindicales a las compañías canadienses que operan en México.