Claroscuros presupuestales

Hay dos visiones sobre el paquete económico para el año próximo que hoy será explicado/defendido por el secretario de Hacienda, Luis Videgaray.

En la cara luminosa se destaca el hecho de que no se crean nuevos impuestos ni se incrementa la tasa de los actuales, tal y como lo comprometió el gobierno desde principios de este año. Llama la atención que se busque canalizar una gran parte del presupuesto a obras de infraestructura y de bienestar social.

En el lado anecdótico está acabar con los “gasolinazos”. Un sector de la prensa, proclive a las etiquetas decidió que el deslizamiento mensual, igual a la inflación, debía ser calificado de esa manera. Ahora se cambia a un solo incremento equivalente a la inflación estimada en el presupuesto (3% más menos un punto como lo establece la meta de largo plazo de Banco de México) a un solo aumento, es decir, será lo mismo pero de un solo golpe.

Lo que preocupa es el crecimiento de la deuda. Gran parte de los ingresos del gobierno están vinculados a financiamientos y recursos que no se tienen. No se avanza hacia el déficit cero y de hecho se mantiene en 1% del PIB; sin embargo, se tiene que tener mucho cuidado porque las necesidades especiales de financiamiento, la deuda total del gobierno, supera 4.5 puntos del PIB.

Preocupa que por un lado se estén fortaleciendo los ingresos del sector público, pero que no sean suficientes y que se esté recurriendo a un mayor endeudamiento lo que puede generar presiones a las finanzas públicas de una forma indeseada. La deuda de hoy son los impuestos y la crisis del mañana.

El segundo de los riesgos serios del paquete presupuestal vendrá por las presiones de gasto y las dudas sobre la capacidad que se tendría para lograr financiarlo. Se están utilizando, por ejemplo, fondos que provendrían de la Reforma Energética sin que aún se tengan.

De hecho, las principales presiones provendrán, sin lugar a dudas, de los partidos políticos que están desesperados por las elecciones del año próximo.

Cuidado

El INEGI, encabezado por Eduardo Sojo Garza-Aldape, confirmó una de las grandes preocupaciones de Banco de México: el repunte inflacionario.

Si hace un poco de memoria, la más reciente reunión del instituto presidido por Agustín Carstens destacó en su balance de riesgos el repunte inflacionario e incluso consideró que hacia finales de este año o principios del próximo se recuperaría la tendencia correcta, es decir, que el crecimiento de los precios se mantenga por debajo de 4% a tasa anual.

Durante los últimos 12 meses los precios crecieron a una tasa anual de 4.15% lo que para algunos podría ser un efecto coyuntural, puesto que se trata del nivel más alto desde febrero y que estuvo influido por el repunte en los precios de la carne; sin embargo, lo que debe preocupar es la tendencia.

Desde hace algunos meses, con particular énfasis en las últimas semanas, hemos insistido en esta columna que hay algunos políticos que tienen a olvidarse de los fundamentos, de aquellos puntos torales de la economía como es el combate a la inflación y su importancia para los niveles de vida.

Hay irresponsables como Gustavo Madero, quienes encabezan una iniciativa político-electoral que, en caso de salirse con la suya, generaría una gran inflación que acabaría con cualquier monto de incremento al salario mínimo.

No necesitan estudiar la historia reciente de México. Les bastaría ver los errores de otros gobiernos populistas, como el de Argentina, que decretaron un aumento al salario mínimo a partir de enero, el cual ya fue comido por la inflación.

El actual nivel de precios debería ser una señal clara y suficiente para regresar a las medidas de política económica correctas, aun cuando no les parezca cool a los buscadores irresponsables de votos.

Hartones (II)

Parece que los dizque expertos en telecomunicaciones y dizque representantes de la sociedad civil no se cansan de exhibir su prácticamente nula capacidad de análisis.

Ayer le documentamos algunos casos, pero siguen apareciendo otros.

El senador mala paga, Javier Corral, opinó que la decisión mayoritaria del pleno de los comisionados del Instituto Federal de Telecomunicaciones era abdicar de su autonomía. Tremenda tontería.

Si un órgano toma una decisión colegiada con cinco votos a favor y dos en contra, justamente está aplicando su autonomía, la capacidad de tomar decisiones por sí mismo. De eso se tratan las decisiones autónomas.

El problema es que tipos como el senador mala paga no pueden entender que el mundo no se adapte a sus traumas y huellas de abandono por lo que pretenden que todos actúen como ellos lo harían.

Estos grupos pretendían que fuera la Suprema Corte de Justicia de la Nación sobre la autonomía del IFT. ¿Podrán ver el contrasentido?

Atrasados

Banamex anunció ayer un programa de inversión en México muy similar al que desde hace ya algunos años tiene en operación Bancomer que incluye un gran énfasis en la tecnología.

El anuncio, en el que participó el Presidente de la República, hecho por Manuel Medina Mora recuerda muchísimo al que hizo Bancomer en marzo del año pasado, es decir, hace año y medio.

¿Por qué tardó tanto en reaccionar Banamex? La razón es muy sencilla. Mientras que la institución encabezada por Luis Robles Miaja ha tenido una gran fortaleza institucional, apegada a las mejores prácticas, dentro de Banamex se han presentado problemas gravísimos como el de Oceanografía, los cuales no sólo han generado crisis internas sino que necesariamente les han llevado a perder velocidad y fuerza en la competencia. 

Es bueno que Banamex finalmente haya tenido aire para regresar a una competencia en la que ha perdido mucho terreno.

Dudas

Ayer le informamos que la Bolsa Mexicana de Valores había terminado antes el remate de valores sin dar mayores explicaciones. Es sumamente peligroso que cuando el mercado está en la parte alta de una burbuja de precios se presenten hechos de este tipo que no sean explicados de una manera suficiente. No vaya siendo que otra vez se presenten problemas operativos de los que, dicen, son normales en el mundo.