Complicaciones de la banda

Cada vez se vuelve más complicada la situación de la banda de 700 MHz para el gobierno federal, puesto que la Secretaría de Comunicaciones y Transportes realmente no tiene claridad ni tiempo para aterrizar el mandato constitucional de poner en operación esta red pública antes de que termine el año.

El asunto se había mantenido más o menos controlado, con discusiones internas entre los funcionarios de Hacienda y la SCT hasta hace unos días, cuando presuntamente apareció un consorcio privado (integrado por Alcatel-Lucent y Ericsson) que pretendía recibir la asignación de una de las mejores redes para la distribución de Internet en el país.

Los equipos de Luis Videgaray y Gerardo Ruiz Esparza básicamente han centrado sus disputas sobre el valor del activo para la sociedad. En la SCHP dicen que “tuvieron” que bajar hasta 60% del valor comercial de la red, por los candados establecidos en la reforma constitucional a las Telecomunicaciones y la Competencia Económica.

En ambas dependencias hay molestia porque saben que se trata de un activo verdaderamente valioso al cual no le están encontrando el mejor de los precios y, quizá mucho más grave, que tampoco tienen claridad de cuál será el procedimiento adecuado para asignar esta banda. En estos momentos, ya la SCT debería tener claridad en cómo se realizará el procedimiento. Según fuentes cercanas a la dependencia, todavía falta mucho para que las bases estén listas con un plazo que se acerca con gran velocidad.

Hay quienes incluso han llegado a considerar la posibilidad de presentar recursos jurídicos en contra de esta reforma para impedir que se diera la asignación en los términos constitucionales; sin embargo, la posibilidad es descartada por una mayoría en la cual se entiende que sería verdaderamente grave que el gobierno fuera en contra de una reforma que impulsaron desde el Pacto por México y que, en la suma, tiene mucha mayor cantidad de virtudes que desventajas para los consumidores mexicanos y el desarrollo del sector.

Esto plantea, aseguran, la necesidad de establecer un procedimiento que se lleve a cabo de una adecuada coordinación y con ello transparentar el proceso a favor de la sociedad.

Coordinación

A pesar de que la confusión que tienen algunos, la coordinación entre la Sedesol y Sedatu para atender a los afectados por los fenómenos meteorológicos que enfrentó Guerrero el año pasado es impecable.

La dependencia encabezada por Rosario Robles tiene como responsabilidad los programas sociales a favor de las comunidades, mientras que el equipo de Jorge Carlos Ramírez Marín está edificando las viviendas, con un grado de cumplimiento verdaderamente elevado. Ambas dependencias, dentro de sus atribuciones, están cumpliendo lo ordenado por el presidente de la República, Enrique Peña Nieto.

Inutilidad

¿Por quién habla Luis Foncerrada?  El director del Centro de Estudios Económicos del Sector Privado evidentemente no representa la posición económica del Centro de Estudios Económicos del Sector Privado.

Como le hemos informado en esta columna, incluso hay miembros del CCE que le han pedido a Gerardo Gutiérrez Candiani que lo despida no por tener una posición crítica en contra de la administración del presidente Enrique Peña Nieto, sino por su grave falta de información seria y parcialidad en la presentación de datos.

De entrada, ya a nadie sorprende que Foncerrada critique al gobierno de una manera poco seria. Ha dado datos total y absolutamente falsos para tratar de “documentar” sus críticas al gobierno federal. Bastaría de ejemplo su afirmación infundada de que el déficit total del gobierno es de siete puntos del Producto Interno Bruto, cuando no hay ninguna suma que llegue a ese punto.

Así, quienes dicen que este hombre representa una forma de crítica desde la iniciativa privada, lo cierto es que ha perdido sustento y ha dejado de ser un interlocutor serio.

La posibilidad que ha crecido cada vez más es que el absurdo de sus críticas y su falta de fundamentos sean precisamente lo que lo mantiene. Si el presidente del CCE hiciera caso a la voz de quienes piden que lo despida se convertiría en una suerte de héroe de la represión gubernamental.

No debe olvidarse que hay un grupo, desgraciadamente muy grande, que vive de conspiración en conspiración. Quienes están convencidos de que el gobierno de Peña Nieto busca acallar a sus críticos con montajes, inventos y otras locuras que realmente no vienen al caso. Se trata de versiones falsas que alimentan individuos tan disímbolos como Andrés Manuel López Obrador o Germán Larrea, a quienes les conviene propalar mentiras para justificar sus posiciones personales.

Foncerrada se ha vuelto una pieza inútil en el análisis económico. Quizá ha llegado el momento de ponerlo en su lugar, es decir, de ignorar lo que diga y exigir al CCE que ahora sí busque una voz económica importante.

Seamos claros, la crítica es necesaria, puesto que no existe ninguna política perfecta. Es un hecho que, por ejemplo, es necesario realizar ajustes fiscales que por un lado mantengan la recaudación de quienes más ganan a favor de obras sociales, al tiempo que se promueve el crecimiento de la economía o poner una lupa muy grande sobre el déficit público que debe ser analizado con verdadero cuidado.

La posición de Hacienda es que no endeudarse en esta coyuntura sería un error, puesto que el país está en un momento único para desarrollar infraestructura y aprovechar los beneficios de las reformas estructurales. En la otra cara de la moneda está el riesgo del sobreendedudamiento y sus formas de financiarlo. Se requiere una discusión muy seria y no a través de mártires de la mentira.

Presiones

Hay una situación verdaderamente curiosa en materia de tipo de cambio.

Hay quienes hablan de una fuerte presión sobre el peso y que podrían cambiar las condiciones económicas en el corto plazo.

Sin embargo, se trata de una posición equivocada. De entrada, la presión de estos días está fundamentada en ajustes coyunturales de muy corto plazo que son propios de una moneda que tiene una muy importante operación mundial.

En el mediano plazo el peso registrará una gran apreciación, entre otras cosas porque en 2015 se registrará una gran entrada de capitales.