Christine Lagarde: ¡como belly dancer!

WASHINGTON.— Cumplir 70 años como el banco de última instancia no es fácil, pero lo hizo el Fondo Monetario Internacional. El aniversario llega con críticas importantes a su trabajo, a la laxitud con la que ha supervisado a muchos países, a la falta de capacidad proactiva para coordinar ajustes.

Pero si lo ve con claridad, la Gran Depresión de 2009, como se le ha dado en llamar a la crisis de los países avanzados, ha logrado una gran coordinación en el FMI y, la mayor parte de la crisis le ha tocado a Christine Lagarde conducirla.

Pero el problema que tiene el FMI, como el Banco Mundial y su especial presidente Jim Yong Kim, es de legitimidad, de estructuras de gobierno impuestas a una membresía de 188 países con enormes asimetrías económicas, sociales y políticas. Estas instituciones no igualan como otras, hay que pagar por entrar, por ver y por pedir prestado, a menos de que haya donaciones y en el mundo actual, de escasez presupuestal y presión política, no abundan ni para apoyar el financiamiento del combate al ébola en África.

Pues le cuento que ayer, después de abordar las tendencias del crecimiento en Europa y Asia,  en un panel en el que participó el gobernador del Banxico, Agustín Carstens, se abordó el tema de la legitimidad y representación del G20 y del FMI, en presencia de Christine Lagarde.

En cuanto al G20, ha crecido la idea de que se ha convertido en un grupo para perder el tiempo y está en desuso, en tanto que el segundo se dice que carece de legitimidad al haber sido bloqueada, por el veto de Estados Unidos, su reforma de gobierno y aportación de cuotas.

En relación al primero, Lagarde comentó que al representar al 80 por ciento del PIB, el G20 es un instrumento valioso para alcanzar acuerdos en el seno de una membresía muy amplia y dispersa y, al respecto, Stanley Fischer hoy vicepresidente de la Fed y en su momento subdirector del FMI cuando cayó la crisis del Tequila, la secundó.

Sólo le bastó  comentar que antes de 2008 ese grupo asesor era de sólo siete países y hoy, el mundo ha cambiado la economía global y el peso relativo de los países también, incluyendo el que mostró la impresionante interconexión que el globo alcanzó desde  la década de los 80.

Pero Agustín Carstens comentó algo interesante: hoy casi nadie atiende que se hace en el G20, porque los países que son anfitriones, difícilmente difunden lo que hacen sus equipos en las negociaciones, pese a que esta instancia ha jugado un rol fundamental en el consenso y entrega de todos los documentos relacionados con la reforma al sistema financiero global. ¿Tenemos un mejor sistema? No sé, pero de lo que no hay duda es que está más regulado y mejor supervisado.

El segundo es que el compromiso de avanzar en la reforma del sistema corporativo del FMI depende de un país que entra en dos semanas a elecciones intermedias y, cuya falta de apoyo a la aportación de capital y cambio en la distribución de asientos en el Directorio, le ha convertido aquí en el país que bloquea toda clase de consensos. Los liderazgos cuestionados no gustan. Por ello resultó jocoso, que Christine Lagarde dijera que si se concreta la reforma ella bailaría como belly dancer. ¿Será que no anticipa usarlo pronto?

Y que tal si la asamblea mañana ordena que, en caso de no contar con el voto de Estados Unidos, se proceda a reformar el estatuto del FMI para distribuir las cuotas entre quienes quieran aportarla, aun cuando se diluya el poder de veto de los viejos signantes de Bretton Woods.

De Fondos a Fondo

Ya le informaba que no perdiera de vista al fideicomiso de Certificados de Capital de Desarrollo (CKD) del fondo de capital Atlas Discovery México, que encabezan Alberto Moreno Ruiz Esparza y Carlos Miguel Mendoza Valencia.

La semana pasada convocó a sesión tanto a su Comité Asesor de Inversiones, como al Comité Técnico; el primero tiene a su cargo buscar oportunidades de inversión para el CKD, que tiene la clave de pizarra ADMEXCK 09, y el segundo es el que aprueba o desaprueba las propuestas de inversión. Este fideicomiso se constituyó en diciembre del 2009 con un primer llamado de capital por mil 161 millones de pesos (mdp). La convocatoria, no precisa lo que será su próxima inversión, pero le adelanto que no se moverá del tipo de empresas que hasta el momento ha fondeado.

Del 2003, año en que se creó, Atlas Discovery ha encabezado cuatro fondos por 226 millones de dólares (mdd), con especial énfasis en empresas de transporte, logística o ligadas estrechamente a este sector.

Al cierre del primer semestre de este año, su CKD reportaba inversiones por 204.6 mdp en Volaris, que dirige Enrique Beltranena; en Corporación Lipu, dedicada al transporte escolar que fundó y dirige Aby Lijtszain, 82.2 mdp; en el Fondo de Transporte México tiene invertidos 557.5 mdp; en la empresa ADM Educación lleva 286 mdp; mientras que en Soluciones e Inversiones en Salud Integral reportó una inversión de 136.8 mdp; en esta última es en la que ha mostrado mayor dinamismo, en este año y en el que durante 2013 invirtió 107.4 millones de pesos.

En conjunto, las inversiones por Atlas Discovery al primer semestre de este año suman mil 276.3 mdp; el costo de adquisición de las cinco empresas, fue de 805.9 mdp; una diferencia de 57 por ciento.

A los nombres de Moreno Ruiz y Mendoza Valencia, ambos integrantes de la instancia que detecta las empresas potenciales para invertir; anote usted a Harry Krensky que además de ser miembro del Comité de Inversiones, tiene un papel clave en la selección de la estrategia de inversión, estructuración, negociación y seguimiento de las inversiones. Ha tenido a su cargo la administración de inversiones de capital privado y fondos de cobertura. Se desempeñó como director y administrador senior de portafolios en Deutsche Bank, donde fundó y administró el DB New World Fund, un fondo de cobertura de mercados en desarrollo; además fungió como director del grupo de mercados emergentes de Bear Stearns.

Así, le aseguro que en breve, le estaré dando cuenta de hacia donde apuntan los recursos de este CKD.