Marielena Vega

Estrategia de negocios

Marielena Vega

16 Oct, 2014

Pendientes del vuelo

La industria aérea comienza el despegue con cifras históricas, al registrar 60 millones de pasajeros y espera seguir la tendencia, al apoyarse en estrategias por demás interesantes como aprovechar los beneficios de la Reforma Energética, que se espera dismuyan los costos de la turbosina, los cuales siguen siendo de los grandes enemigos de este sector, en cuanto a desembolso  e inversión se refiere.

A fin de cuentas la turbosina en su mayoría se importa, y eso eleva los cotos, incluso sabemos que varios jugadores prefieren hacer estrategias que les permitan hacer el llenado del combustible en el país vecino del norte.

Aunado a ello, la noticia del nuevo Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México ya se visualiza como una oportunidad para permitir un crecimiento más sano, ordenado y que ello no signifique una carga económica importante para las empresas, al representar operaciones eficientes.

No hay que olvidar que la terminal aérea actual hace diez años concluyó su vida útil, así que ya no es suficiente, considerando que  80% de las operaciones aéreas llegan a la terminal capitalina.

Así que, contar con una nueva terminal aérea, a decir de Jorge Goytortúa, director corporativo de Aeromexico, le dará a la industria más eficiencia y la oportunidad real de comenzar un verdadero paso para impulsar los vuelos regionales.

De ahí que la apuesta es que se constituya una política aeronáutica en un lapso de no más de dos años, a fin de que le permita a esta industria modernizarse a la par de seguir estrechando lazos internacionales, pero en un terreno y con reglas que permitan a los jugadores nacionales competir con las principales aerolíneas internacionales en igualdad de circunstancias.

Además, para Manuel Armendáriz, vocero de la Asociación Mexicana de Mensajería y Paquetería, la constitución de esta terminal aérea, debe complementarse con medidas impostergables en la materia, que permitan fortalecer el potencial de México, de forma  turística y geográfica, de modo que constituya una palanca para el desarrollo económico del país.

Tal es el caso de ajustar la operación actual al número de operaciones que asegure su eficiencia y seguridad, limitando las nuevas operaciones al tiempo y espacio disponibles, y definiendo y habilitando sedes alternativas en los servicios no regulares que no dependen de las operaciones en itinerario y horario fijo.

Además, se dé el control estricto en la ejecución de la construcción del NAICM en todas sus etapas así como en las múltiples obras de infraestructura complementarias, para garantizar la comunicación ágil y el flujo eficiente de pasajeros y de carga.

Se vigile que el concesionario cuente con servicios especializados eficientes para la afluencia del pasaje y de la carga.

Que la red aeroportuaria nacional sea reforzada para que la aviación contribuya a impulsar las regiones del país, teniendo en cuenta las características de cada una de ellas, es decir, los diferentes concesionarios de los aeropuertos deben invertir para que ofrezcan las condiciones que requieren para brindar un servicio óptimo, especialmente a la carga.

Además de que el gobierno federal inicie la tarea de planeación estratégica incluyente que establece la Constitución, con el concurso de todos los actores en este modo de transporte. Será posible. Ojalá que sí.

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