Mexicanos en Davos

Como cada año van distintos mexicanos al Foro Económico de Davos, Suiza.

Ya es tradicional ver en el foro invernal a los expresidentes Zedillo y Calderón, así como al exgobernador del Banco de México, Guillermo Ortiz. Zedillo acuñó en Davos el calificativo de globalifóbicos.

Calderón siempre creyó en este tipo de reuniones para atraer inversiones, y durante su gestión nuestro país fue anfitrión en dos ocasiones para la edición del WEF de América Latina. Y de hecho Calderón es quien pone en el tintero a México diciendo que es el lugar para invertir.

Calderón: vengan a México

Para el expresidente, México es una economía con clase media, con potencial de crecimiento, que ha despertado el interés de inversionistas con la Reforma Energética.

Lo dice claramente: es el país donde invertir.

A Calderón le hicieron falta las reformas, que una y otra vez el PRI bloqueó. Ahora dichas reformas están ahí, pero el Mexican Moment parece haberse esfumado para dar paso a la imagen de un país violento.

De ahí la importancia de seguir ganando terreno en cualquier foro para atraer inversiones al país.

Peña no puede, va Ildefonso

El presidente Enrique Peña ha sido un creyente de asistir a este tipo de foros desde que era gobernador del Estado de México.

Sin embargo, por las complicaciones de temas como Ayotzinapa y el de las casas decidió que en esta ocasión no era prudente asistir.

El lugar gubernamental es tomado por Ildefonso Guajardo, secretario de Economía, quien encabeza la delegación mexicana.

A Ildefonso se le encarga convencer a los inversionistas que México es un país reformista y no uno violento o con temas de conflicto de intereses.

En la delegación mexicana también van distintos funcionarios como Francisco de Rosenzweig, subsecretario de Comercio Exterior, así como Francisco González, director de ProMéxico.

Invita México a WEF a la Riviera Maya

El Foro Económico regresará a México. De hecho Ildefonso lleva la encomienda de invitar al Foro para que durante este 2015 se lleve a cabo la edición latinoamericana, precisamente en la Riviera Maya.

¿Sirve que el Foro venga a México? Desde luego sí, más ahora que tenemos las reformas, pues al fin y al cabo es poner a nuestro país en el foco de atención internacional, el cual debemos recuperar bajo la óptica de una economía con reformas de segunda generación (energética, en telecomunicaciones, financiera, de competencia y fiscal), más que como una economía con problemas de Estado de derecho.

Desde luego para probarlo debemos rebasar los temas de Estado de derecho, lo cual como vemos está resultando complicado.

Davos, de la discusión de Schwab a los hechos

El tema central de Davos es la concentración del ingreso. Quizá el Foro creado por Klaus Schwab no ha logrado cumplir con las expectativas que siempre se tienen de él.

Por ejemplo, en este año el tema central, y como invitado, va Ucrania por su separación de Rusia, o el otro tema será Francia y el terrorismo, en el que François Hollande no dejará pasar su momento como orador.

Pero aun sin que Davos logre concretar en resultados sus intenciones, México no debe tener presencia. Es entendible que el presidente Peña no asista en esta ocasión, pero esperemos que Guajardo pueda recordar las reformas y el potencial de crecimiento de México en el imaginario, más que sólo la violencia.

El turno del Banco Central Europeo

Hoy veremos al Banco Central Europeo actuar.

Lo más seguro es que lo haga a través de inyecciones de liquidez, para comprar deudas gubernamentales o bonos comprometidos. Es la inyección de liquidez la que sacó adelante a Estados Unidos, tal como lo vino haciendo la Reserva Federal por un par de años.

Claro que en Europa se las deben ver con Alemania, el país que no quería tal inyección de liquidez, pues señalaba que todos los países debían ajustarse más el cinturón. Lo cierto: los planes de estabilización en Europa llegaron desde la crisis de 2008 y no han salido adelante.

En cambio otros países que tomaron decisiones de inyectar liquidez han logrado sacar adelante su economía, como es el caso estadunidense.

Hoy veremos un Banco Central Europeo, a cargo de Mario Draghi, salir con instrumentos distintos a los clásicos, más heterodoxos, pero totalmente efectivos que, en efecto, no gustarán a Alemania, pero sí a todos los demás miembros de la Unión Europea. Esperemos sea la salida para que el Viejo Continente escape de la recesión.