Luis Enrique Mercado

Perspectivas

Luis Enrique Mercado

9 Feb, 2015

Pemex se comporta como si no pasara nada

Si Pemex quisiera ser una empresa eficiente estaría haciendo un monstruoso ajuste de gastos y de personal, pero a pesar de estar en medio de un tsunami en el que se le desploman los ingresos, apenas hará un tímido recorte de 60 mil millones de pesos.

Pemex, en efecto está al borde del abismo por la caída en los precios del petróleo. La cobertura que compró la Secretaría de Hacienda sólo protege los ingresos del gobierno federal, no los ingresos de Pemex.

La petrolera venderá crudo a 40 dólares en lugar de más de 100 de hace algunos meses; eso significa que sus ingresos se han caído ya más de 50% y debería ya estar haciendo un ajuste que compense esa caída.

Lo único que se sabe en este momento es que recortará gastos por 60 mil millones de pesos, pero, en ese afán de ocultar la verdad, no se ha precisado dónde se harán esos ajustes; más aún, mientras en el mundo todas las empresas petroleras están despidiendo personal desde finales del año pasado, en Pemex el trabajo parece garantizado para todos.

En la zona de Houston, Texas, se ha despedido ya a 25 mil trabajadores; incluso, en el sector petrolero mexicano, empresas subcontratadas por Pemex han despedido ya a poco más de diez mil trabajadores sólo en la sonda de Campeche; Baker Hughes, uno de los mayores proveedores de servicios petroleros del mundo, anunció que recorta 11% su plantilla y, además, que se vende a Halliburton, gigante que también puso en la calle a nueve mil personas; la canadiense Suncor Energy despidió a mil personas.

Y los pronósticos dicen que los ajustes de personal y de inversiones apenas se inician. Serán más profundos de lo que ya se ha visto.

En Pemex, las cosas se hacen con calma, por más que sus proveedores y empresas subcontratistas ya están haciendo despidos.

La petrolera mexicana es una empresa sobrecargada de personal. Produce sólo dos millones de barriles y tiene 153 mil 361 trabajadores, en tanto empresas internacionales con una producción similar, como Statoil, de Noruega tiene sólo 28 mil 28 trabajadores;  Total, de Francia, con una producción de 2.3 millones de barriles, tiene 97 mil 900 trabajadores y hasta la brasileña, Petrobras, que produce 2.5 millones de barriles, lo hace con 77 mil  trabajadores.

Hay casos extremos: Shell, la holandesa, que produce 3.3 millones de barriles, emplea a 87 mil  trabajadores o la inglesa BP, con una producción de 3.3 millones de barriles, tiene 80 mil 300 trabajadores.

Es decir, Pemex tiene el peor de los mundos: sobrecarga de trabajadores y contrato colectivo generosísimo. Tanto, que no se puede despedir a nadie, así se desplomen los ingresos.

Por otra parte, suena ridícula la explicación oficial de que “Pemex decidirá qué hacer, ya que como empresa del Estado sus decisiones son autónomas”.

Pemex necesita hacer un ajuste mucho mayor que los 60 mil millones de pesos que ya le ordenaron recortar y sin duda es inevitable un ajuste de personal, de Pemex y no sólo de sus contratistas.

La verdad es que la paraestatal es sumamente ineficaz; está podrida en corrupción por todos lados y necesita que le metan mano para recuperar la cordura en su manejo.

El Pemex actual se puede convertir este año en una carga para las finanzas nacionales, ya que sus ingresos se han caído ya más de 50% y la empresa se comporta como si no pasara nada.

Es indispensable un recorte de personal, se necesitan ajustes mayores en su gasto corriente; es indispensable que la petrolera presente a la opinión pública un detallado informe de cómo le hará para enfrentar la caída en sus ingresos y dónde se harán los recortes que se necesitan.

Hasta el próximo lunes con nuevas… Perspectivas.

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