Guillermo Zamarripa

Guillermo Zamarripa

Guillermo Zamarripa

28 Feb, 2015

Consecuencias no deseadas

Cuando en una economía que funciona bajo un esquema de mercado se imponen ciertas regulaciones, que implican restricciones a la actividad económica, se pueden generar los incentivos incorrectos. Dichos incentivos incorrectos pueden hacer que no se logre el objetivo inicial. Hoy voy a presentar un caso, que es interesante relacionado con la Reforma Financiera en el cual un proteccionismo excesivo puede tener efectos contrarios.

El objetivo principal de esta reforma es aumentar el nivel de crédito en México y que éste sea mas barato. El que se dé en nuestra economía un proceso como el anterior implica que los diferentes intermediarios van a prestar más a los que ya tienen crédito o bien van a prestarle a quienes hoy no tienen acceso a crédito.

En cualquiera de los dos casos lo que sucede es que se incrementa el riesgo en el sistema. Mientras este proceso de más crédito con un aumento en el riesgo se haga de una manera controlada se tendrá un efecto neto positivo en la economía.

Lo explicación es que mas gente tendrá acceso a financiamiento para actividades productivas o para adquirir una casa. La disponibilidad de financiamiento mejorara su nivel de bienestar. Por otra parte, si el sistema financiero se mantiene en un estado de solvencia no le generara una externalidad negativa la economía.

Ahora bien, si el crédito se da en exceso lo que puede provocar es un sobreendeudamiento de los agentes económicos y un mayor riesgo de insolvencia de los intermediarios. Los procesos de insolvencia son costosos ya que  algunos acreedores pueden perder parte de su inversión, se asumen costos al detonar la red de protección del sistema y en un caso extremo se pueden  impactar las finanzas públicas.

La descripción anterior resume cómo un proceso de profundización financiera mal llevado puede tener una consecuencia no deseada de aumentar el riesgo en la economía.

A continuación analizaré un caso en el que la consecuencia no deseada se da por un fenómeno diferente, que es el de objetivos contrarios.

Algunas modificaciones importantes a la regulación con las que se busca aumentar el crédito tienen que ver con las modificaciones al esquema de garantías, las modificaciones al esquema de concursos mercantiles y, básicamente, con la creación de juzgados mercantiles especializados a nivel federal.

Lo que se argumenta respecto a cómo estos cambios pueden apoyar a que se otorgue más crédito en México es tener un esquema más solido de protección a los derechos de los acreedores hace que para el caso de incumplimiento de un crédito se tengan mecanismos mas eficientes que permitan recuperar lo más posible.

Esta mayor certeza en la recuperación en caso de incumplimiento permitirá a los intermediarios prestar asumiendo un poco de más riesgo, ya que hay un marco legal que les permite cobrar de manera adecuada, reduciendo la pérdida que tendrán en caso de un incumplimiento.

El marco descrito define un nuevo entorno en el que instituciones pueden prestar de una manera más activa. Es decir, se dan los incentivos para que se dé una proceso de mayor profundización del crédito en la economía.

Cuando uno analiza si todo en la Reforma Financiera apunta en esta dirección se encuentra con reglas que pueden generar un conflicto.

Un ejemplo de estas reglas son las disposiciones de carácter general aplicables a las Entidades Financieras en materia de Despachos de Cobranza.

Regular esta materia, de manera adecuada, es importante porque en ella se debe lograr un balance entre dos principios contrarios. El primero es que quién tiene un derecho de cobro lo pueda ejercer de manera efectiva. El segundo es que el proceso de cobro no se haga de tal manera que se afecten a las personas por conductas indebidas.

Dicho de otra manera la función de las reglas es permitir la actividad pero limitar el abuso. Si en este proceso se pierde la verticalidad y se carga del lado de los deudores lo que tendremos es un proceso que reduzca la capacidad de cobro.

En el texto de las reglas hay aspectos razonables como que no se pueda tratar de cobrar a quién recomendó a un deudor. Pero hay otras que limitan la actividad como que no se puedan realizar acciones en domicilios y teléfonos distintos a los proporcionados.

Si bien hay un sesgo proteccionista en las normas, lo más delicado va a ser cómo las aplican.

Si la autoridad toma una actitud totalmente a favor del deudor y sanciona de más, puede estar dando las señales incorrectas. Podemos llegar a una consecuencia no deseada de frenar el otorgamiento de crédito a ciertos sectores del mercado. Que importante va a ser lograr un balance.

*Director general del FUNDEF
guillermozamarripa@itam.mx

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