José Yuste

Activo empresarial

José Yuste

17 Abr, 2015

En G20: reformas para crecer

El Grupo de los Veinte (G20) inició las sesiones en la reunión de primavera del FMI y el Banco Mundial que se lleva a cabo en Washington.

Llamó la atención que los ministros del G20 analizaran las reformas estructurales, así en general, como parte clave de la evolución económica internacional.

Videgaray: reformas en infraestructura

En la reunión llamada Global Economy and Framework estuvo presente el secretario de Hacienda de México, Luis Videgaray, quien desde luego aprovechó el foro para comentar el caso de nuestro país, en donde existe un cúmulo de reformas.

Videgaray trató en particular las inversiones en infraestructura, como la energética, que inició con la Ronda Cero (para que Pemex eligiera dónde quiere explorar, explotar y refinar) así como la Ronda Uno (donde ya hay más de treinta empresas internacionales interesadas en participar).

También se comentó el caso de la Reforma de Telecomunicaciones, que ha dado como resultado la creación del nuevo organismo regulador, el Instituto Federal de Telecomunicaciones. Y lo importante: la apertura en el sector de telecomunicaciones y radiodifusión, que se reflejó en la declaratoria de dominancia a los grupos empresariales de América Móvil y Televisa.

Y, por último, se comentó como parte de la reforma en infraestructura la construcción del nuevo aeropuerto capitalino (una inversión de más de diez mil millones de dólares que tomará seis años en llevarse acabo).

G20, foro central

El G20 ha sido una apuesta interesante de México como foro de discusión económica.

Ahí se encuentran desde los países más industrializados, reunidos en el G7 (Alemania, Francia, Italia, Gran Bretaña, Estados Unidos, Canadá y Japón), hasta economías emergentes muy fuertes, que van desde China hasta Rusia.

En el Foro del G20 quedaron las reformas estructurales como un tema principal para dinamizar el crecimiento mundial. Y también se aprovechó para recordar que México ha realizado varias de estas reformas.

Las tasas presentes

La reunión de primavera del FMI y del Banco Mundial tuvo como centro principal de discusión el posible aumento de las tasas de interés de Estados Unidos y los distintos comportamientos de política monetaria.

Y sucedió un tema más que importante: el exdirector gerente del FMI, el español Rodrigo Rato, fue detenido.

Tres directores del FMI investigados o procesados

Ser director gerente del FMI era un puesto honorable a escala mundial.

Tenía que ver con la mejoría de la estabilidad financiera internacional, pero también con conductas dentro de la legalidad. En México, por ejemplo, recordamos el enfoque Camdessus para resolver la crisis deudora de los años ochenta. Pero ahora todo ha cambiado.

Ayer Rodrigo Rato, quien fuera el ministro de Economía de España y director gerente del FMI, fue detenido por una investigación de lavado de dinero, fraude y esconder sus bienes, uno de los principales en el sistema financiero.

Dominique Strauss-Kahn fue acusado por violación y ahora investigado por proxeneta. Y la actual directora gerente del Fondo, Christine Lagarde, es investigada por negligencia, por favorecer a un empresario, amigo del presidente francés Sarkozy.

El papel del FMI

El sector financiero, como cualquier actividad legal, necesita de un mínimo de conducto conforme a la ley. Tener problemas de lavado de dinero o de influyentismo para favorecer a un empresario, o incluso de violación o proxenetismo, es absurdo en un organismo internacional que debe resguardar la estabilidad financiera, que debe dar ejemplo de legalidad.

El FMI ha tenido un papel difícil con las economías emergentes. Recordemos el Consenso de Washington, que impuso ajustes draconianos en América Latina, que ahora el Fondo no los impone de tal magnitud en Europa, y aun así el Viejo Continente rechaza las políticas de austeridad tan severas.

De por sí el papel del Fondo no es el mejor. Y ahora menos cuando se sabe que sus últimos tres principales directores gerente son, en el mejor de los casos, no sólo investigados, sino que son procesados.

México, alumno consentido del Fondo

A México le ha ido bien con el Fondo Monetario Internacional.

No es para menos: se ha hecho la tarea de finanzas públicas sanas, en particular con los compromisos financieros de deuda.

Incluso Agustín Carstens, hoy gobernador del Banco de México, logró que México tenga la Línea de Crédito Flexible por más de 70 mil millones de dólares.

Y el secretario de Hacienda, Luis Videgaray, también ha estado proclive a una buena relación con el FMI. Pero no deja de llamar la atención lo que sucede con los últimos tres directores del organismo internacional.

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