México, eres tan fuerte y poderoso, que nada te afecta

Las palabras, tal es su importancia y justeza, suenan como sentencia inapelable: las finanzas públicas sanas de México, nos protegen de los efectos negativos de la crisis griega. ¿Alguna duda u objeción al respecto?

Ante una afirmación así, que alcanza prácticamente nivel de axioma, nada debe y menos, puede uno decir; lo que uno dijere, nada tendría que ver con la realidad excepcional y luminosa que hoy vive México.

¿Qué podríamos decir o agregar, dada la fortaleza evidente de nuestras finanzas públicas, y la tranquilidad de los mercados? ¿Qué hacer entonces para ayudar al país helénico que hoy, como consecuencia de la voracidad de los viejos imperialismos ya jubilados por la historia, ahorcan a un pueblo heroico y sacrificado como el que más?

¿Cómo pueden ser tan insensibles los funcionarios del FMI, frente a los sacrificios de un pueblo como el griego, que pudiendo haber recibido fondos por un monto casi ilimitado de la Unión Europea como hizo España por ejemplo, decidió rechazarlos y, con base en sus propios esfuerzos –cual émulos de Kim Il-sung y fanáticos de la Idea Suché–, ahorró y trabajó sin descanso para gozar de lo que hoy tienen?

Hoy, lamento que un personaje de la talla del señor Fidel Herrera, no esté por esas tierras en calidad de embajador, para coordinar la labor de rescate en ese entrañable país y admirado pueblo a los cuales, la casi totalidad de nuestra clase política rinde culto, al haber hecho esfuerzos casi sobrehumanos para construir y consolidar nuestra  democracia la cual, ¿quién se atrevería a negarlo?, es ejemplo para el mundo.

¿Alcanza usted a imaginarlo en alguna colina en Atenas, con su sombrero de vaquero dinámico e incansable –cual hombre Marlboro– y con su infaltable chamarra roja, guiando a nuestras huestes para cumplir con un deber internacionalista, cual si fueren parte renovada de las Brigadas Internacionales, que fueron ejemplo de heroísmo en la Guerra Civil española?

¿Imagina usted a esos abnegados y desinteresados rescatistas mexicanos conocidos como Los Topos, excavar entre las ruinas aledañas al Partenón, para rescatar a uno que otro griego aplastado hoy por la tragedia?

México, poderoso y fuerte como pocos países lo han sido en los años recientes, hoy da ejemplo al mundo de lo que se puede lograr con una gobernación responsable e inteligente. ¿Se imagina usted lo que sería Grecia hoy, si el equipo que integra nuestro actual gabinete, rodeare al primer ministro Alexis Tsipras?

¿Se imagina el crecimiento de Grecia, con un ministro de Economía como Ildefonso Guajardo? ¿Cuántos ferrocarriles de alta velocidad habría construido ya el actual secretario de Comunicaciones, de ser ministro de Infraestructura? ¿Y qué decir de la solidez de sus finanzas públicas y pronósticos acertados, de ser nuestro secretario de Hacienda el ministro de Finanzas, y no el radical chic Yanis Varoufakis?

De ser todos ellos integrantes del equipo del primer ministro Tsipras, Grecia sería hoy una potencia en ascenso, y tendría una economía sólida que la protegería de toda crisis pero, a cambio de eso, México viviría en el estancamiento económico, sumido en un mar de confusiones.