Guillermo Zamarripa

Guillermo Zamarripa

Guillermo Zamarripa

18 Jul, 2015

Contrastes

El evento del sábado pasado ha provocado una serie de opiniones, comentarios y críticas. Este hecho dejó en claro la debilidad de nuestras instituciones y la falta de aplicación de la ley. Ésta es la reforma estructural pendiente en el país.

No voy a entrar a la discusión de fondo en materia de seguridad porque no soy experto. Me voy a enfocar en dos temas. Uno que me llamó la atención y el otro que nos regresa a un argumento que he dado sobre nuestra problemática como país.

Primero voy a entrar a lo que me llamó la atención. Hace tres semanas estuve unos días en Estados Unidos. En esos días dos presos habían escapado de una cárcel en el noreste del país. La reacción de las autoridades que se veía en las noticias me parecía hasta exagerada.

Se montó un operativo permanente con el único propósito de perseguirlos, cercarlos y atraparlos. Unos días después, cuando finalmente los tuvieron, a uno lo mataron y al otro lo capturaron.

Mi primera reflexión es de una actuación muy firme del Estado. Más que el interés en las dos personas, lo que estaban dando era una señal: te escapas y voy por ti con toda la fuerza del Estado.

El enfoque en la cobertura de noticias sobre el hecho no era explicar cómo habían escapado, sino en mostrar cómo el Estado estaba en una “cacería”.

Ahora vamos a lo que está pasando en México. La cobertura ha estado en explicar cómo se dio la fuga y tratar de justificar que no había una vulnerabilidad mayor en nuestro sistema penitenciario. En este proceso de transparencia sobre el escape, lo que hace es dejar claro que sí hay una falla muy grave.

Relativo a la reacción del Estado, si se habla de operativos en distintos puntos del país, pero no se ve este tema persecutorio mostrando toda la fuerza del Estado como lo percibí en el caso en Estados Unidos.

En el actuar se revela mucho. Lo que ha sucedido en la semana da una serie de señales contrarias a la claridad en el actuar de nuestro vecino del norte.

El otro tema relacionado es con la falta de Estado de derecho y sus diferentes manifestaciones. Esta fuga de un penal de alta seguridad es una evidencia contundente de que nuestras instituciones son débiles en su actuar.

También deja en claro que el tema de corrupción está presente en la mayoría de las partes del gobierno. Es decir, lo que se manifiesta con la fuga no es específico, sino un reflejo de este gran problema.

La razón por la que hay una corrupción tan elevada en México es porque la ley no se aplica de manera efectiva, es decir, por un débil Estado de derecho.

Lo anterior refuerza el argumento de que la reforma que realmente necesita nuestro país es una que renueve las instituciones y que vea por una buena aplicación de la ley.  Algunas estimaciones sobre el impacto de las reformas, indican que tiene el mismo impacto en el crecimiento económico la energética que una reforma institucional que lleve a México a tener una buena aplicación de la Ley.

En resumen, lo que nos viene a dejar en claro la fuga de El Chapo es que la gran reforma pendiente de México está en la parte institucional. Esta reforma no se ha empezado y, por el actuar, no hay señales de que la vayan a empezar.

*Director general del FUNDEF

guilermozamarripa@itam.mx

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