Guillermo Zamarripa

Guillermo Zamarripa

Guillermo Zamarripa

25 Jul, 2015

Tipo de cambio

En los días pasados, el comportamiento del tipo de cambio peso-dólar ha sido desfavorable para nuestra moneda. La tendencia es de una alza con persistencia en vez de fluctuar en un rango. Voy a revisar los diferentes argumentos para tratar de explicar lo que está sucediendo.

En el primer semestre del año, el dólar americano se revaluó contra muchas divisas. Un caso importante es el de la paridad dólar-euro que hace un año estaba en niveles de 1.30 dólares por euro y pasó a 1.10 dólares por euro en los meses recientes. La variación en las últimas dos semanas de la cotización dólar-euro se ha mantenido en un rango, por lo que no ha sido significativa.

En ese momento el análisis era que la pérdida de valor del peso sucedía en un entorno de devaluación generalizado de muchas monedas. Lo que ha pasado las últimas dos semanas marca una diferencia con lo que pasó durante los primeros meses del año. Ahora nos encontramos con un movimiento más focalizado del peso.

Un argumento que se ha dado es la incertidumbre por el caso de Grecia. Los momentos más difíciles pasaron hace tres semanas. Justo cuando se empezó a ver en el horizonte un posible arreglo que debería traer un poco de calma, y lo que se vio es un comportamiento adverso. Pareciera que al peso le afecta negativamente que el problema de Grecia transite a una solución.

Otro argumento es el que tiene que ver con las tasas de interés en Estados Unidos. Si bien es una variable que va a iniciar un proceso de normalización hacia su nivel observado en los años previos a la crisis, no se puede argumentar que éste haya sido desconocido para el mercado. Un tema relevante de análisis y debate era cuándo iniciarían el proceso y qué tan rápido se haría. En México se argumentaba sobre si el Banco de México debería o no anticiparse a los aumentos de la Fed. En cuanto al crecimiento de EU, lo que se esperaba a finales del año pasado era un buen año en 2015. Quizá no tuvo un comienzo tan favorable, pero los indicadores recientes se ven más en línea con lo que se pensaba a su inicio. Por lo tanto, es difícil decir que las nuevas noticias sean algo nuevo y que se justifique que el peso esté en una situación tan desfavorable.

Desde el punto de vista local, diversos indicadores muestran comportamientos favorables. Dos ejemplos pueden ser las reservas internacionales que están en niveles superiores a 190 mil millones de dólares y la inflación en niveles muy bajos.

Está el argumento de que el tipo de cambio lo fija el mercado. Si bien es cierto, también lo que hemos observado en la historia reciente es que cuando hay movimientos similares se dan esquemas que usan de manera muy limitada las reservas internacionales. Lo que vemos es que no hay una actuación como en otros casos. Y esto deja una duda en cuanto qué sucede. Puede haber explicaciones y efectos de este actuar. Una es que, finalmente, el tipo de cambio está reflejando el pesimismo sobre la economía mexicana que tienen los mercados. Si esto es cierto, es una señal muy mala. Hay un efecto interno que hay que considerar. Un tipo de cambio tan desfavorable se puede volver una señal más para aumentar el pesimismo de la gente respecto del comportamiento de nuestra economía.

Concluyendo, no se ve que las explicaciones tradicionales justifiquen el comportamiento, lo que puede apuntar a una duda sobre el desempeño de la economía, y lo que desconcierta es que no hay visión ni actuación.

*Director general del FUNDEF

guillermozamarripa@itam.mx

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