Guillermo Zamarripa

Guillermo Zamarripa

Guillermo Zamarripa

1 Ago, 2015

Sobre la pobreza

La semana pasada Coneval dio a conocer los resultados de la medición de la pobreza 2014. Si bien el análisis de la opinión pública se ha centrado en el aumento de la pobreza, creo que hay otros ángulos de análisis relevantes sobre los mismos datos. Dos aspectos son heterogeneidad y sobre la mitigación de la pobreza. En el tema de heterogeneidad, llama la atención la gran diferencia entre los niveles máximos y mínimos de pobreza y de pobreza extrema.

En pobreza extrema el mínimo esta en un nivel de 1.3% de la población y el máximo en 31.8% con un promedio de 9.5%. En la medición de pobreza el mínimo está en 20.4%, el máximo en 76.2% y el promedio en 46.2%.

En resumen, la diferencia entre los estados es significativa y sí muestran una diferencia en términos de bienestar de la población entre ambos grupos.

Los estados con menores niveles en los dos indicadores son Nuevo León, DF, Baja California y Sonora. Los estados con mayores niveles en los dos indicadores son Chiapas, Oaxaca, Guerrero y Puebla.

La pregunta relevante es ¿qué características tienen los dos grupos de estados? Son muy distintos. Se puede empezar por algo muy simple como que unos están en el norte y otros en el sur. Podemos decir que en unos hay inversión extranjera importante y creación de empleos. En los otros llegan pocas empresas a invertir.

En un grupo hay maestros dedicados a no dar clases. Bloquean carreteras, hacen plantones, vienen al DF, etcétera. En los otros estados no se tienen este tipo de comportamientos que dañan la educación de los niños.

Me puedo seguir con otras características. La conclusión es que la diferencia en los niveles de los indicadores de pobreza tienen su explicación en características económicas e institucionales de los estados, no se deben a la coincidencia. Estos resultados respaldan la hipótesis de que el país se divide en dos grupos de entidades que hacen que existan dos Méxicos dentro del país, que están ya en condiciones muy distintas y que van a distintas velocidades.

En cuanto a las estrategias de combate a la pobreza lo que queda claro es que los programas sociales no son la solución al problema. Son solamente un paliativo.

Durante los últimos sexenios, el programa fundamental de combate a la pobreza ha tenido diferentes nombres, pero en esencia es el mismo. Es un programa de tipo asistencial. Si bien en el tiempo el padrón del total de beneficiarios ha venido creciendo, lo que se ha mantenido es que la mayor parte del padrón se concentra en los estado de mayor nivel de pobreza.

¿Qué ha sucedido? A pesar de todos los recursos federales la situación sigue igual. El caso de Chiapas es muy revelador. El nivel de pobreza en el estado es de 76.2%, el mayor en el país. Sigue siendo el más alto a pesar de llevar dos décadas con altas transferencias y de la alternancia a nivel estatal.

En cuanto a los estados con menor nivel de pobreza, son los que han tenido una mayor dinámica de crecimiento. El resultado del crecimiento es que la pobreza se reduce.

Esto apunta a que si se quiere disminuir la pobreza en el sur del país, además de mantener las transferencias para apoyar la economía de las familias se tienen que crear condiciones que mejoren la competitividad y que se aplique bien la ley. Si el gobierno no empieza a actuar en esta línea seguirá este proceso de divergencia en el país.

*Director general del FUNDEF

guillermozamarripa@itam.mx

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