Nulas campañas en afores

Para generar la gran cantidad de recursos en los fondos privados de pensiones, la promoción del Estado ha sido prácticamente nula en comparación a las campañas para promover las afores, de lo que puede desprenderse que las empresas podrían ser un actor que ayude en forma mucho más importante.

¿Por qué? Carlos Lozano Nathal, presidente del Colegio Nacional de Actuarios, dice que ello se debe a las ventajas que las empresas pueden obtener mediante estímulos fiscales, así que las autoridades deberían restablecer la deducción de las aportaciones de las empresas al 100%, y que nunca debieron haber lastimado un estímulo tan benéfico al reducirlo a 53%, pues inhibe un generador de ahorro interno de importancia mayúscula en contra del país mismo.

Las empresas pueden visualizar que el trabajador que está libre de algunas preocupaciones sobre sus ingresos futuros se vuelve más productivo, encontrando facilidades en el fortalecimiento de construcción de equipos de alto rendimiento, es decir, se potencializará el aprendizaje institucional por la buena disposición en la transmisión de los conocimientos. Todo esto es apoyo real y contundente hacia la productividad.

Los empresarios también son grandes beneficiarios de los planes privados de pensiones. Ellos también envejecen y podrán tener ventajas de ingresos importantes, además de los de la seguridad social que les permitirán heredar sus empresas con bases financieras más sanas por distribuir mejor los costos entre diferentes generaciones.

Además, el empresario, al ser mucho más permanente en la empresa que los trabajadores, podría tener acceso a beneficios cuyos costos son proporcionalmente menores que los beneficios (por la distribución en el tiempo del costo de la pensión). Países como Reino Unido y otros europeos debaten cómo lograr que los empresarios establezcan más planes privados, cómo lograr que los trabajadores ahorren más y que el Estado sea efectivo en la construcción de esa cultura. ¿Y en nuestro país? Es tiempo de iniciar un debate serio, objetivo, informado y de verdadera preocupación por el bien común y tomando en cuenta a los especialistas, que estén más allá de intereses particulares.

Duplicidad entre AGACE y AGA. Es importante el mercado extranjero para cualquier empresa que deseé pasar fronteras. De ahí la relevancia de las decisiones que tomará el SAT, bajo la tutela de Aristóteles Núñez, para evitar el mercado ilegal en las fronteras, incluso para ayudar a disminuir las irregularidades que, aunque no se den a conocer, se conservan como secretos a voces. 

El abogado Édgar Mendoza Chávez, consultor y litigante en materia aduanera y comercio exterior, dice que sería conveniente que se hiciera una revisión para tal objetivo. Pues si bien en septiembre de 2012 el SAT conformó la Administración General de Auditoría de Comercio Exterior (AGACE), dicha unidad administrativa, con nivel de administración general, fue concebida como la autoridad que concentraría las facultades de comprobación en materia aduanera y comercio exterior, es decir, la revisión de mercancías de procedencia extranjera y personas que las posean o que sean sus propietarias. Proceso que también realizan las aduanas.

Esta columna volverá a publicarse el próximo 17 de agosto, por motivos de vacaciones. Hasta entonces.