Ángel Verdugo

Economía sin lágrimas

Ángel Verdugo

6 Ago, 2015

Sí, hay peores, pero también muchos que son mejores que nosotros

Antes de otra cosa, le comparto que fui de los que convencido, voté por Enrique Peña Nieto para Presidente de la República. En verdad pensé, acepto mi error, que buena parte de lo ahí planteado en el libro México, la gran esperanza, tendría cabida en la gobernación que ejercería. Sin embargo, las cosas no salieron como su equipo las planteó, menos por la forma como las operó. Está de más que haga un recuento de las pifias que en materia de crecimiento económico ha cometido el equipo que, decían, sí sabía gobernar. 

Las dificultades que en lo económico enfrenta el mundo, no hacen distinción entre países y regiones; los efectos de la incertidumbre económica y la inestabilidad política que vemos, son de lo más democrático que uno puede encontrar.

A todos golpean la una y la otra pero, los golpeados pueden y deben defenderse; aun cuando no las derroten, al menos no se quedan pasmados por el susto. Éste, no sólo es consecuencia de la inexperiencia o de una visión pueblerina y aldeana de la situación mundial sino también, de la incapacidad y temor al enfrentar problemas complejos, que exigen decisiones impopulares y dolorosas las cuales, son propias de hombres de Estado no de grillos a la busca de candidaturas. ¿Por qué lo anterior? Por las palabras pronunciadas por el Presidente este lunes, en una ceremonia reciente en el Estado de México. Ahí, en su intervención, después de un recuento de las dificultades y problemas enfrentados los cuales, dijo, nos han colocado en la difícil situación que ni siquiera podemos ya minimizar, pronunció la peor de las justificaciones que un jefe de Estado o gobernante debiere esgrimir. 

Es cierto, hay muchos países en peores condiciones que nosotros; muchos lo están pero, al menos, no se conforman; tratan de enfrentar la situación para mejorar y lograr así, como producto de su esfuerzo no de su pasividad, estar en el grupo de los mejores.

¿Qué quiso decir el Presidente? ¿Acaso el mensaje fue: No estén jorobando porque, no ven que hay otros países a los que les ha ido peor que a nosotros? ¿De eso se trata entonces? ¿De resignarnos a estar jodidos, porque otros lo están más? ¿Por qué en vez de llamar a la aceptación de esa suerte que, repito, es menos peor que la de otros, no nos llamó a cambiarla con la decisión y el esfuerzo de todos? ¿Por qué no convocarnos a remover obstáculos —como han hecho decenas de países— para tratar de formar parte, no de los peores que México, sino de los que son mejores?

Me resisto a aceptar que los mexicanos vayamos a conformarnos, y aceptar pasivamente y contentos, que otros están peor que nosotros. ¡Qué pésimo mensaje! Su llamado casi a la resignación, contrasta con el ejemplo que dan millones de mexicanos cuando dejan sus hogares, para buscar un mejor futuro para ellos y los suyos. Es su forma de demostrar, que no quieren estar debajo de los mejores, sino ser mejores.

¿Rectificará el Presidente? ¿Ofrecerá una disculpa a quienes no les basta estar menos peor que otros? Esa disculpa, con todo respeto, es obligada y pronta; sus palabras, no nos engañemos, sonaron a ofensa.

La mediocridad, no debe ser nuestro destino manifiesto.

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