Hungría

En la semana estuve unos días de viaje por Hungría. Es interesante cómo hay un contraste en la evolución de los países de la Europa del Este. El pasado tiene mucho que ver. Pero queda claro que también el proceso de creación de instituciones influye.

A diferencia de Polonia, Hungría era parte de un imperio relevante en Europa durante siglos: el austro-húngaro. Eso se percibe en lo imponente de los edificios históricos en Budapest comparado con los centros de Varsovia o Cracovia.

Es interesante que en Hungría no hay un edificio importante representativo de la época del comunismo. El Parlamento de Budapest, que se ha utilizado desde principios del siglo pasado, lo utilizaron los comunistas. La parte central de la ciudad está llena de construcciones histórica que hace que Budapest sea bonita e impresionante.

Ese legado en términos económicos cuenta. Si la base era buena lo que se ha hecho los últimos 25 años es invertir para volverlo un destino turístico muy atractivo para visitar.

Algo interesante es que esta imagen de evolución de la capital se ve en el resto de la actividad económica. Se aprecia que hay ya buen poder adquisitivo. Tienen su calle con las tiendas de lujo más relevantes a nivel mundial. En la calle se aprecia un parque vehicular diverso, pero con una buena parte de automóviles de lujo.

También se puede ver un segmento de la población que no ha tenido tanto acceso al tren del crecimiento. Esa parte del contraste me hizo pensar mucho en que en México tenemos algo similar, pero más marcado.

Pasaré a dar algunos datos relevantes. Polonia y Hungría son países más pequeños que México. Por lo mismo es más fácil moverlos.

Hungría tiene una superficie cercana a los 100 mil kilómetros cuadrados. Por lo que respecta a la población, Hungría tiene alrededor de diez millones de habitantes y Polonia alrededor de 38 millones en un territorio de mayor tamaño.

En términos de indicador del PIB per capita, según datos del Fondo Monetario Internacional, ambos andan cercanos a los 25 mil dólares. Polonia un poco por arriba y Hungría un poco por debajo.

Pero qué ha hecho que estos países hoy tengan un nivel de vida promedio mayor a México. Una característica apunta a la adopción de buenas instituciones económicas y jurídicas que han permitido que se den las condiciones para el crecimiento.

En cuanto a las económicas, una muy importante tiene que ver con el ingreso a la Comunidad Europea. En cuanto a las jurídicas lo que vemos es que en aplicación de la ley y en corrupción han hecho la tarea.

En el índice de aplicación de la ley del World Justice Project están en el lugar 21 Polonia y en el 37 Hungría. Por lo que se refiere al índice de percepción de corrupción de Transparencia Internacional están en el lugar 35 y 47, respectivamente.

Si comparamos a México, los datos del PIB per capita del Fondo Monetario Internacional muestran que andamos 30% por debajo, en aplicación de la ley estamos en el lugar 79 y en percepción de corrupción en el lugar 103.

La reflexión es que una transición exitosa, además de las reformas económicas, necesita ir acompañada de creación de instituciones sólidas. Hoy éste es el gran pendiente que tenemos en México para buscar alcanzar a todos estos países que nos rebasaron los últimos años.

*Director general del FUNDEF

guillermozmarripa@itam.mx