David Páramo

Análisis superior

David Páramo

21 Ago, 2015

Tan lejos, ¿tan cerca?

Siguen las crisis de histeria entre ciertos sectores de la población cuando ven el tipo de cambio que, en su cotización más elevada al menudeo, ayer se colocó por encima de 17 pesos por dólar.

Las mentes poco informadas gritan catástrofe económica, desplome de la economía. Las irresponsables como las de la Canacintra y la Concamin hablan de cárteles para aumentar los precios porque los empresarios no pueden más.

Desde hace más de 20 años el país dejó de tener un tipo de cambio fijo. Toda la política monetaria giraba en torno a un nivel de tipo de cambio y si se tenía que mover la consecuencia automática era una crisis económica y financiera. Ahí están los traumas de las devaluaciones en Semana Santa o los dramas de José López Portillo ofreciendo que defendería al peso como un perro.

Los gravísimos errores de la administración previa y la poca capacidad de maniobra generaron que al final de la administración de Miguel de la Madrid la inflación fuera de 157% y creciera a tasas mensuales cercanas a seis por ciento.

Después del error de diciembre no sólo se dio una devaluación tras consumirse, a lo largo de 1994, las reservas del Banco de México ante la consigna lopezportillista de Carlos Salinas de Gortari en el sentido de que presidente que devalúa se devalúa, sino que se generó una inflación que rondó 57% en 1995. Así como una caída del PIB superior a 14 por ciento.

Desde que se adoptó el tipo de cambio flexible sólo se han presentado dos crisis menores derivadas del tipo de cambio a finales del siglo pasado y principio de éste.

ACTUALIDAD

El tipo de cambio flexible permite que el mercado se ajuste con base en la oferta y la demanda, lo cual lo convierte en un amortiguador entre los problemas internos de la economía, que en este caso no existen, o los externos, que actualmente son la incertidumbre sobre la normalización de la política monetaria en Estados Unidos, la caída del precio del petróleo, el mediocre crecimiento de Europa o la fuerte desaceleración en China.

Para muchos, es traumático ver el nivel del tipo de cambio en comparación con el que tenía hace un año, en gran medida porque lo ven bajo una óptica del pasado.

A pesar de la fuerte apreciación del dólar, si se quiere depreciación del peso, la economía sigue mostrando grandes síntomas de bienestar.

Así como una devaluación de menos de cinco por ciento en las épocas del tipo de cambio fijo podría generar una caída del PIB hasta niveles de recesión o una inflación galopante, en la actualidad no se ha cumplido.

La inflación está en los niveles más bajos desde que se tiene registro, en un nivel de 2.74 por ciento. Antes de 1970 el Banco de México estimaba el crecimiento de los precios.

Resulta realmente impresionante si se considera que la depreciación es superior a 25 por ciento en lo que va de esta administración.

La economía mexicana mantiene un ritmo de crecimiento positivo. El Inegi informó que durante el primer semestre del año la economía creció a una tasa anual de 2.2%, un avance de 0.5% con respecto a los primeros tres meses de este año. La Secretaría de Hacienda modificó su estimación del crecimiento del PIB para este año a un rango entre 2.0 y 2.8 por ciento.

El subsecretario de Hacienda, Fernando Aportela, apuntó algo fundamental: la economía mexicana está creciendo más que en 2014. Lo hace de una manera balanceada, puesto que no sólo aumentan las exportaciones sino también el consumo interno.

CUIDADO

Específicamente en la junta dos de la Junta Federal de Conciliación y Arbitraje, que lleva Mauricio Oceguera, la corrupción es escandalosa.

La semilla de la corrupción fue puesta por  Diódoro Siller, quien fuera presidente de la JFCA gracias a la imposición de Manuel Cadena, oficial mayor de la Secretaría del Trabajo.

Siller, quien ya no es servidor público, se ha coludido con Oceguera para seguir operando, litigando, cabildeando y haciendo negocios. Les gusta trabajar con los despachos de Juan Emilio Proal y Luis Ángel Estrada Olivares, quienes les llevan sus asuntitos.

Los tentáculos de esta red de corrupción han ido llegando a otras instancias de la JFCA. Pusieron a Joaquín Pérez Oceguera como auxiliar de la junta especial 11, quien evidentemente no tiene capacidad para el cargo, pero es tío de Mauricio.

También Oceguera está vinculado con Jorge Rivera Oceguera, quien fue inhabilitado, puesto que, cuando era presidente de la junta uno bis, se dedicó a despacharse con la cuchara grande.

No hay duda de que el secretario del Trabajo pasará a la acción, ya que su nivel de tolerancia a lo indebido es mínimo.

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