Regresa deducción inmediata de inversiones, pero acotada

Gerardo Gutiérrez Candiani estará seguramente satisfecho del resultado de más de un año de negociaciones con el secretario de Hacienda, Luis Videgaray, porque en el paquete económico 2016 se propone el regreso a la deducción inmediata de inversiones, que era quizá la petición más importante del sector privado.

Sin embargo, la deducción inmediata regresa en forma acotada, sólo para empresas pymes y medianas y para las grandes sólo en los proyectos de energía y construcción. Seguramente habrá muchas grandes empresas que no estén de acuerdo y que harán su lucha en el Congreso para ser incluidas en los beneficios que sí tendrán las empresas del ramo de construcción que, supongo, abarca a las inmobiliarias; ni en energía. Hay empresas del ramo comercial, telecomunicaciones, minería y transporte, por citar sólo cuatro sectores, que sí son intensivas en inversión y que también han demandado la deducción inmediata.

Sin embargo, la deducción inmediata de inversiones, aún acotada, debe interpretarse como una buena medida que podría impulsar la segunda licitación de la Ronda Uno, que se realizará a fines de septiembre y, desde luego, a las nuevas empresas que participarán en el mercado eléctrico mayorista.

Se espera también que impulse a la industria de la construcción, que no ha logrado salir adelante en los últimos dos años, precisamente por la Reforma Hacendaria que impedía la deducción inmediata de inversiones.

No extrañe que en los próximos días y semanas, hasta que se apruebe el paquete económico en el Congreso, habrá una intensa labor de cabildeo por parte de empresas y de organismos empresariales.

BAJA META DE CRECIMIENTO DEL PIB

Desde luego, ante la reducción de ingresos petroleros y con un recorte en el gasto programable de 221 mil millones de pesos o 1.1% del PIB, era obligado un recorte en la meta de crecimiento para 2016 que, de hecho, ya había adelantado el propio Luis Videgaray al reunirse con los legisladores del PRI.

En los precriterios económicos la meta del PIB para 2016 era de 3.3 a 4.3%, y ahora, en una forma realista, se baja a un rango de 2.6 a 3.6 por ciento.

El promedio de los analistas del sector privado para 2016 es de un alza de 3%, que podría revisarse al alza si la economía de Estados Unidos repunta más de lo previsto

ESTÍMULOS AL AHORRO

Otra buena noticia es que habrá estímulos al ahorro. Para empezar, se modificará el cobro de ISR que realiza hoy la Secretaría de Hacienda, incluso a las cuentas de ahorro que, ya de por sí, son negativas en términos reales porque pagan una tasa inferior a la inflación y hay que descontar, además, el cobro que realiza la SCHP a todas las cuentas de ahorro e inversión, bajo una fórmula que beneficiará más a los pequeños ahorradores.

Además, otra medida en la que Luis Videgaray sí hizo caso al sector privado es en premiar el ahorro a largo plazo.

Así, las aportaciones voluntarias serán deducibles del ISR, siempre y cuando se mantengan hasta la edad de retiro y esta deducción será independiente del monto total de deducciones anuales a las que tenemos derecho las personas físicas y que es de 10% del ingreso anual, con un tope cercano a 100 mil pesos.

ESTABILIDAD ECONÓMICA Y AUSTERIDAD

El Presupuesto Base Cero que se presentó ayer tiene como meta preservar la estabilidad económica, lo que, indudablemente, es un acierto, porque mantener la disciplina en el manejo de las finanzas públicas es la medida que más ayuda al crecimiento económico y protege a los más pobres, que son los más afectados en épocas de crisis e inestabilidad financiera.

El 2016 será nuevamente un año muy difícil y hay que destacar el compromiso del gobierno de reducir su gasto programable en 221 mil millones de pesos, que equivale a 1.5% del Producto Interno Bruto (PIB).

La meta, nada fácil de cumplir, pero muy importante es hacer más con menos, y la prioridad en gasto social serán los programas que propone el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval).