Quedará el TPP en Atlanta

Cuando el fast track está en “on”, no puede jugarse por los tiempos, pero como usted sabe, la intención de modificar reglas de origen en materia de autopartes del sector automotriz fue uno de los asuntos, como algún otro con Australia, justo en las negociaciones del Acuerdo de Asociación Transpacífico (TPP).

Ayer el hilo se rompió por lo más delgado: la golpeada industria del acero, que en México encabeza Guillermo Vogel, presidente de Canacero, se sumó a sus pares de Canadá y Estados Unidos, para demandar al secretario de Economía, Ildefonso Guajardo, lo que pidieron los asiáticos, para reducir el componente de reglas de origen que permanece en el TLCAN de 62.5% de acero para los automóviles, camiones ligeros, motores y transmisiones, y de 60% para otras auto partes.

El tema escaló y fue una de las razones por las que el presidente Barak Obama, de Estados Unidos, llamó al presidente Enrique Peña, pues aunque podrían haber hecho una local estos días que nuestro mandatario va a Japón, entre este tema, el de hilos y el de leches, pues pareciera que no se logrará un acuerdo en los tiempos limitados que confiere al mandatario de ese país, la autorización fast track para negociar el Acuerdo de Asociación Transpacífico.

El tema es que en los tres países, la misma industria automotriz quiere beneficiarse del bajo precio del acero chino o ruso, y los integrantes de la industria del acero saben que la presión que se ejerce para debilitar las reglas de origen y reducir el componente a menos de 50 por ciento que prevalece en el TLCAN, no le serviría ni a Vietnam o Malasia, sino que le confiere ventaja a los productores de hierro y acero que están fuera del TPP, salvo en el caso de Australia en donde las principales acereras han sido compradas por chinos.

DE FONDOS A FONDO

Hace algunos meses le conté que la start-up IguanaFix, que es algo así como el Uber de los servicios para el hogar —pintura, remodelaciones, impermeabilizaciones, plomería, etcétera, a través de una plataforma online—, estaba atrayendo miradas de fondos de inversión por el rápido crecimiento que tuvo a lo largo de 2015 en México y en Brasil.

Le adelanto que IguanaFix, que dirige su fundador, Matías Recchia,
acaba de amarrar un fondeo de Riverwood Capital por tres millones de dólares. Si consideramos el perfil de la empresa, y que el monto de inversión inicial fue de dos mdd, la cifra suena interesante. La plataforma ya recibe 20 mil solicitudes de servicio al mes, y tiene una base de 15 mil profesionistas.

Los ingresos de IguanaFix, de acuerdo con Matías Recchia, están creciendo 30% mensual, con una publicidad prácticamente de boca en boca. Eso es lo que seguramente, llamó la atención de Riverwood.

En el Investor Day, que realiza cada año el Grupo Santander, que preside Ana Botín, se presentó un interesante plan estratégico 2016-2018, que en el caso de México que dirige Marcos Martínez (hasta enero asume la presidencia), y yo supongo que estará trabajando con Héctor Grisi, ha estado avanzado en su transformación comercial porque se basa más en vinculación con clientes, digitalización y mejora en el servicio, esto es, que no se les caiga la operación.

De hecho, pienso que los objetivos fijados por Botín al equipo para 2015 de aumentar en 15% los clientes vinculados (que tienen más de tres contratos con el banco) y un aumento de 33% de los clientes digitales (hoy la voz es tu firma) y un mantener los índices de eficiencia (son los primeros de la industria bancaria en México), pues creo que ya lo avanzaron.

La verdadera presión es lograr más utilidades y dividendos por acción  hasta alcanzar crecimiento de doble dígito para 2018; ROTE  (supongo que será Return on tangible equity) de alrededor de 13%, eficiencia por debajo de 45% y más de 11% de CET1 (capital básico nivel) fully loaded (completamente acumulado) en 2018, más nada de adquisiciones (salvo que sean una verdadera oportunidad), puro crecimiento orgánico.

¿Qué tiene Santander México bajo la manga? En la parte de consumer poco, pero qué tal si se desprende de una parte de su negocio de banca privada con aquello de que ahora es un problema la secrecía del franco suizo.

Por cierto, impresionó el “disruptivo” Volaris, que dirige
Enrique Beltranena, con el que ya puede usted imprimir las etiquetas de sus maletas desde la casa y pegarlas a sus valijas. ¿Será que habrá en el AICM posibilidad de hacer baggage drop off? Sería, literal, ¡increíble!, pues aún con el aumento del TUA no tienen ni siquiera para tapar las goteras en la T1. Pero igual.