¿Qué nos depara 2016?

Empezamos el año 2016 con el pie falso, por no decir chueco. Siguen los malos augurios con respecto de la inseguridad y las guerras entre organizaciones delictivas en partes de México. Un eslabón muy débil es el de los municipios, donde con una fuerza policial ínfima o maleada (o ambas) hacen a síndicos, alcaldes y otros funcionarios muy vulnerables. No tengo respuestas ni indicaciones sobre qué hacer, pero el problema es muy serio. Máxime que este año es de varias elecciones y no hay partido ni estado que no esté expuesto a estos delitos. Mucho se debe hacer con todos los involucrados para evitar o disminuir al máximo estas maniobras.

En el plano mundial, Medio Oriente se calienta de nuevo. Como no basta la guerra a distancia con los del Estado Islámico en Iraq y Siria, existe el peligro de contaminación en otras regiones, sobre todo en África (Somalia, Nigeria, Mali, el Sinaí, etcétera) sin contar los atentados sangrientos en diversas partes del mundo no musulmán. Si creemos en América Latina que estamos exentos de actos terroristas, les recuerdo que nuestra frontera con Estados Unidos es amplia y, a pesar de merolicos como Trump y sus simplezas electoreras, el hecho es que hay amenazas potenciales y no debemos bajar la guardia. Definitivamente es una pequeña minoría dentro del mundo la de estos fanáticos y no hay que generalizar, pero en Europa hay temor y es un foco rojo mundial.

La guerra encubierta entre los sunitas y los chiítas a través de Arabia Saudita e Irán, con sus respectivos satélites y facciones promete, a partir de enero, causar un fenómeno mayor con olor a petróleo. No son las contendientes democracias sino teocracias dictatoriales con poder sobre el grifo de miles de reservas de hidrocarburos y armas nucleares ocultas. Esperemos que se entibien los ánimos (nunca se van a enfriar en esa zona) y que no haya más guerras en ese polvorín. Eso sin contar la tragedia de los refugiados, la pugna entre palestinos e israelíes, etc. En China, la situación económica sigue debilitándose y causó un desplome bursátil. No sabemos si la débil recuperación global se sostendrá este año.

Con respecto de nuestro país, la precaria estabilidad y baja inflación pueden  y deben ser cuidadosamente manejadas por las autoridades, pero tenemos fuerzas internas que nos ayudan a crecer sanos. Claro que hay infección externa y enormes contrastes que no se reducen a la velocidad deseada. En resumen, año estable a menos que ocurra un problema mayor de terrorismo o inseguridad extrema. Hay que blindarnos por ahora.

En EU van a aclararse los contendientes, sobre todo los republicanos para las elecciones y los primos van a votar con sus carteras, en su mayoría, y la situación de crecimiento y bajo desempleo ayudan a los demócratas. Los iluminados van a ser replegados a minorías (eso espero) de todo tipo y el voto hispano y de minorías van a ser, si se deciden a ir a las urnas, efectivo. La migración es un foco rojo que nadie quiere resolver (porque no les conviene a muchos políticos), pero va a ir amainando con la caída demográfica en las décadas que siguen en México.

Amigos emprendedores: sigan adelante con sus planes y reglas familiares, cuiden su salud y el patrimonio, pero no descuiden el crecimiento de sus negocios y la sucesión adecuada.