Darío Celis

Tiempo de negocios

Darío Celis

8 Feb, 2016

Monsanto se defiende

Recién le platicaba de algunos recursos que productores de miel del sureste han ganado contra Monsanto, la poderosa multinacional que preside Hugh Grant. Los apicultores la acusan de haber afectado colmenas por la aplicación de un herbicida de su manufactura.

Nos referimos al Glifosato o ácido Diclorofenoxiacético en los campos de soya de Yucatán y Campeche, que habrían afectado la producción y exportación de miel, expediente que ya pasó al ámbito de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), que encabeza Luis María Aguilar.

Por supuesto que Monsanto, dirigida aquí por Manuel Bravo, rechaza tales señalamientos y subraya que sus acciones están “rígidamente apegadas a lo que marca la ley”. Indican que agencias y estudios en más de 160 países avalan el uso agrícola del Glifosato.

La compañía precisa que este herbicida ha sido utilizado por más de 30 años, ya que se degrada al estar en contacto con el suelo y es una herramienta de gran efectividad en el control de malezas, tanto para cultivos genéticamente mejorados, como convencionales.

Desde el año 2000 fue liberada la patente de Glifosato, por lo que otras compañías además de Monsanto producen el herbicida que ofrece varios beneficios, como el eliminar toda clase de plantas y no dejar residuos en el suelo ni en el agua.

Además es sistémico, es decir que se reparte por los vasos de las plantas, llegando a todos los órganos, además de ser considerado el agroquímico de Clase 4 menos tóxico de todos.

Se estima que a la fecha México consume poco más de cuatro millones de toneladas de soya, y aunque su producción aumentó 379% en cinco años, se sigue importando 90% de nuestro consumo de terceros países productores.

Lo anterior representó tan sólo en el año 2014 un valor mayor a los dos mil millones de dólares que están en manos de productores extranjeros. Actualmente se estima que más de mil 216 familias de agricultores de soya mejorada en México viven del cultivo de esta semilla.

Por lo que hace al tema de la miel, Monsanto afirma que no existe ningún riesgo claro de que el polen de soya transgénica y la aplicación de herbicidas basados en Glifosato interfieran en la producción de la miel en Yucatán y Campeche.

Se calcula que el valor de las exportaciones de miel a la Unión Europea provenientes de México aumentó de 30 millones de euros en 2007 a 60 millones en 2014. Esto representa un incremento de prácticamente 100% en el valor de dichas exportaciones en sólo siete años.

Las ventas de miel alcanzaron un valor superior a los 123 millones de dólares, 10% mayor a lo comercializado en 2013, lo cual permite prever una exportación récord para los siguientes años.

Únicamente entre el año 2010 y 2015 nuestro país ha logrado colocar en los mercados internacionales un promedio anual de 28 mil toneladas de miel. Para no ir tan lejos, en 2013 fueron comercializadas más de 33 mil toneladas con un valor de 112.5 millones de dólares.

Dentro de los países que encabezan la compra de miel a escala global considere a Estados Unidos, que adquirió alrededor de 16.3% del volumen. El año pasado ya se exportó miel mexicana a nuevos destinos como Portugal, Colombia, Panamá y Canadá.

En noviembre del año pasado la SCJN modificó las sentencias de amparo concedidas en contra del permiso de liberación comercial de soya genéticamente modificada. La resolución de la Segunda Sala requiere que las autoridades mexicanas lleven a cabo consultas indígenas.

Dichas consultas sólo se harán en ciertos territorios dentro de aquellos municipios donde residen las comunidades indígenas que actuaron como quejosas en los juicios de amparo.

Autoridades competentes como la Cibiogem (Comisión Intersecretarial de Bioseguridad de los Organismos Genéticamente Modificados) son responsables de llevar a cabo las consultas para cumplir con la orden de la Suprema Corte.

En esa tesitura, Monsanto se muestra muy comprometida en asegurar que productores y clientes tengan acceso a productos seguros, sustentables y con eficiencia probada. De igual forma respetan las diferentes voces, que incluyen agricultores, autoridades y la comunidad en general.

PEMEX, TOCA DISCIPLINA

Primero fue la Secretaría de Hacienda, que comanda Luis Videgaray, y después el Banco de México, que capitanea Agustín Carstens.

El llamado es el mismo: el rescate financiero de Pemex es necesario y urgente para contener los choques externos que se expresan en la caída de los precios internacionales del petróleo.

Pero el salvavidas llegará siempre y cuando la llamada empresa productiva del Estado se sujete a una férrea disciplina, lo que implica un ajuste operativo y administrativo. 

Ahí está el desafío para la gestión de Emilio Lozoya Austin.

Síguenos en Twitter @DineroEnImagen y Facebook, o visita nuestro canal de YouTube