Luis Enrique Mercado

Perspectivas

Luis Enrique Mercado

18 Abr, 2016

El consumo interno es el motor económico

Los consumidores en México dicen que las cosas no van bien, que ven el futuro con pesimismo y que hoy están peor que antes.

Eso lo dicen en la encuesta de Inegi.

Sin embargo, la realidad es que el consumo está viviendo una de sus mejores etapas y que hoy por hoy  es, precisamente, el gasto de las personas el principal estímulo para el crecimiento económico.

La economía mexicana está creciendo un poco más de 2.5% y el motor de ese crecimiento es, precisamente, el consumo del mercado interno que creció casi todo el 2014, todo el 2015 y que empezó el año con un sorprendente dinamismo de 4.5 por ciento.

Es decir, los consumidores piensan que las cosas no van bien, pero siguen comprando autos y sacan llenos sus carritos del supermercado.

El Índice de Confianza del Consumidor cayó 4.2% en marzo de este año y los consumidores opinaban que el futuro se veía gris.

Pero es probable que esta contradicción entre lo que los consumidores dicen y lo que hacen se deba a que el Índice de Confianza es una encuesta en la que es más glamoroso decir que las cosas van mal e irán peor, aunque terminando la encuesta haya que ir al supermercado a comprar o hacer los trámites para adquirir un auto.

Mientras eso sucede, las exportaciones, que fueron el gran motor de la economía mexicana durante muchos años, se han desinflado debido a la debilidad del mercado norteamericano, el principal destino de los productos nacionales.

Las exportaciones no petroleras llegaron a 27 mil 894 millones de dólares en marzo de este año con un crecimiento de apenas 1%, mientras que las petroleras fueron por mil 128 millones de dólares con una caída del 45.8 por ciento. La gran pregunta es a qué se debe que el consumo crezca en México y sea ahora el motor de la economía, si los candidatos de los partidos de izquierda en todo el país dicen que esta nación es un desastre, que los mexicanos son un pueblo empobrecido.

Esa no es toda la verdad, aunque no se puede negar la pobreza generalizada y la desigualdad.

Lo cierto es que hay hechos concretos que han fortalecido la capacidad de consumo de los mexicanos en general.

Por un lado, una baja inflación, la menor desde que se mide el fenómeno, evita que se pierda poder adquisitivo. Y de eso no hay duda. Así como también las inflaciones elevadas destruyeron la economía familiar, las bajas inflaciones fortalecen el consumo aunque sea lenta y paulatinamente.

Por otro, las remesas de dólares de los paisanos en Estados Unidos han crecido consistentemente y son un ingreso mayor que el turismo.

En 2015 ascendieron a 24 mil 791 millones de dólares y en los primeros dos meses de este año llegaban ya a cuatro mil 025 millones con un crecimiento de 16 por ciento.

Y dado que las remesas son inyecciones de dinero directo a las familias sin ningún control sobre la forma como se gastan, es claro que la capacidad de consumo de muchas familias mexicanas se sustenta en las remesas que les envían sus parientes.

La realidad es que México está viviendo una economía que no era conocida, ya que el motor eran las exportaciones y ahora el motor es el consumo interno.

Hasta el próximo lunes con nuevas… Perspectivas.

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