José Yuste

Activo empresarial

José Yuste

17 May, 2016

AHMSA, detrás de la mayor suspensión de pagos

Diecisiete años son muchos, casi la mayoría de edad de una persona.

Mientras un niño nacía, cursaba jardín de niños, primaria, secundaria y preparatoria, la empresa Altos Hornos de México se mantuvo en suspensión de pagos, sin que los bancos le pudieran cobrar.

Y ahora, tras largos 17 años de haber tenido la mayor suspensión de pagos de América Latina, que iniciando el siglo fue por dos mil 300 millones de dólares, ayer, por fin, anuncia haber llegado a un acuerdo con sus acreedores por mil 700 millones de dólares y levantar su suspensión.

EL ÚLTIMO DÍA DE LA LEY DE QUIEBRAS

La primera pregunta: ¿Cuáles acreedores? Desde los bancos que originalmente le prestaron no lo son.

La historia fue difícil para los banqueros, que tampoco son una perita en dulce para cobrar, pero habiendo estado de derecho, la ley debía permitirles cobrar. Nunca lo pudieron hacer.

Altos Hornos de México fue famosa en 1999 porque justo un día previo de que entrara la ley de concursos mercantiles, Altos Hornos se acoge a la ley que todavía ese día iba a estar vigente: la de quiebras. La Ley de quiebras impedía a los acreedores poder cobrarte.

CUANDO EL COMITÉ DE ACREEDORES CORRIÓ

Los bancos vieron cómo en sus narices Altos Hornos, sin avisarles, entraba en suspensión de pagos por ¡dos mil 300 millones de dólares!, y dólares de aquel entonces.

Los bancos, donde estaban Banamex, Bancomer, JP Morgan y Bank of America, entre otros, formaron un comité de acreedores. Estuvieron negociando durante dos años con Altos Hornos, y cuando por fin se decidieron a dar el manotazo utilizando su posición accionaria convocaron a una Asamblea de Accionistas en Monclova. Curiosamente, les falló la fecha y la policía de la entidad amenazó a los representantes de los bancos.

Y los bancos jamás pudieron cobrar esa deuda. La historia que sigue fue previsible. AHMSA se cerró las puertas del financiamiento. Tuvo que dejar de cotizar en el mercado de valores. Su riesgo reputacional fue grande. Y su presidente, Alonso Ancira, tuvo que salir del país.

ANCIRA Y LAS MINAS DEL REY SALOMÓN

De hecho, la historia del presidente de AHMSA fue curiosa, por decir lo menos.

El gobierno mexicano lo persiguió por adeudos fiscales durante la administración de Vicente Fox. Se fue a Israel. Ahí, Alonso Ancira, siendo presidente de AHMSA, encontró, textualmente, una mina, pero no de oro, sino de cobre.

Resulta que junto a las Minas del Rey Salomón (así lo contaba Ancira), estaban las minas de cobre de Timna, que los israelíes consideraban ya agotadas.

Sin embargo, él consiguió los permisos del gobierno de Israel, hizo las excavaciones y resultó que las minas tenían mucho cobre por dar. Con ello regresó a México.

ALTOS HORNOS, ¿ENCONTRARÁ FINANCIAMIENTO?

En nuestro país, Ancira quiso entrar por la puerta grande y se hizo presidente de la Cámara Nacional de la Industria del Acero, la Canacero. Desde ahí, Ancira volvió a tener presencia pública.

Altos Hornos sale por fin de su autoimpuesta suspensión de pagos. Lo hace 17 años después, con un riesgo reputacional que ya veremos con los acreedores que se animen a prestarle y ver qué garantías le piden. Es una historia sui generis, sí de una empresa que dejó de pagar una deuda bancaria por dos mil 300 millones de dólares, que dejó de cotizar en el mercado, que su presidente (y principal accionista) tuvo que salir del país para encontrar en un golpe de suerte unas minas en Israel.

Y al final de 17 años parece salir de la más larga, costosa y elevada suspensión de pagos del país. Es un caso único, tras un proceso tortuoso y riesgo reputacional.

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