Querían ICA en pedacitos

Le reporté aquí el último día de mayo que ICA había concluido el fin de semana anterior un roadshow de dos semanas que llevó a los directivos encargados de su reestructuración financiera por ciudades como Londres, París, Madrid, Quebec, Nueva York, Houston y Chicago.

El grupo de Bernardo Quintana estuvo buscando fuentes de financiamiento para reflotar a la compañía y sostuvo diversos encuentros con potenciales socios estratégicos. Sin embargo, ninguno estuvo dispuesto a salir al rescate de la atribulada constructora; todos, más bien, se interesaron en adquirir activos.

Fueron los casos de Carval Investors que preside John Brice, Davidson Kempner Capital que encabeza Thomas L. Kempner, Vinci que dirige Xavier Huillard, IDEAL de Carlos Slim, el fondo Promecap de Fernando Chico Pardo y el fondo Némesis de Gustavo Tomé y Fintech de David Martínez.

Prácticamente todos estaban y siguen interesados en adquirir activos productivos de ICA, ya sea el control de los aeropuertos de OMA, que los reclusorios, la división de procura Fluor o concesiones carreteras. Pero el Consejo de Administración de ICA rechazó todas las propuestas de venta que tenía en la mesa. La negociación original con Martínez se frustró porque el financiero regiomontano iba en la misma ruta que sus demás colegas. No estaba convencido de aportar dinero a la compañía y sí de adquirir sus filiales más rentables; tras concluir el roadshow se volvieron a sentar con él y terminó aceptando.

El Consejo de ICA no quería que el de Fintech capitalizara después de que la empresa solicitara el concurso mercantil, pues le sucedería lo mismo que a Urbi de Cuauhtémoc Pérez Román, Homex de Eustaquio de Nicolás y en menor medida GEO, de Luis Orvañanos.

En el caso de las vivienderas se solicitó el recurso, se concedió y a la hora de que los tenedores de bonos capitalizaran sus respectivas deudas como habían acordado, finalmente se desistieron y dejaron a la concursada colgada. Con Fintech se corría ese riesgo, de ahí que lo amarraran con un crédito.

Ese financiamiento por 215 millones de dólares tuvo un doble fin: por un lado, al habérsele concedido sin estar en concurso mercantil le permite participar en el proyecto de infraestructura más importante del gobierno de Enrique Peña, el Nuevo Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México. Por otro, al ser un crédito etiquetado para nuevos proyectos, queda exento de utilizarse para pagar alguna deuda o a un acreedor.

DOS CONSORCIOS

A propósito del NAICM y las constructoras, apenas le reportaba hace unos días que había dos consorcios que se estaban armando, los cuales daba la impresión que pelearían a muerte la construcción de las pistas y el edificio terminal. Uno ya estaba integrado: Prodi de José Miguel con la portuguesa Mota Engil de Antonio Mota y la española ACS-Dragados de Florentino Pérez. El otro se terminó de formalizar apenas la semana pasada: Prodemex de Olegario Vázquez Aldir, GIA de Hipólito Gerard, la española FCC y Carso de Carlos Slim, y un jugador que se integró de última hora: La Peninsular-Hermes, de Carlos Hank Rhon. Éstos van a ser, desde la perspectiva de los analistas, los dos grupos de peso real que contenderán por las principales obras del nuevo aeropuerto. Dos de las primeras seis pistas, le informaba ayer, se deberán adjudicar en el próximo mes de julio. El edificio terminal en el último trimestre.

COTEMAR CORTA

Cotemar, de Cristina Lobo y Mario Dávila, removerá a 300 trabajadores asignados a la plataforma Akal C-2 en la sonda de Campeche, tras no aceptar un recorte salarial de 40 por ciento. Los empleados realizaron la semana pasada paros laborales, exigiendo una explicación a los directivos y supervisores a cargo. Ante dichas acciones, la empresa proveedora de Pemex, a cargo de José Antonio González Anaya, respondió con la sustitución de los obreros aprovechando la escasez de trabajo en la región, por lo que los nuevos trabajadores, entre soldadores, maniobristas y personal a bordo, tuvieron que aceptar un sueldo 30% por debajo de lo que indica el tabulador para cada una de esas posiciones. Ya en octubre de 2011 alrededor de 600 empleados de Cotemar decidieron emprender una huelga de hambre, al acusar problemas como la mala calidad de los alimentos y el desabasto de papel higiénico en los sanitarios.

AMAYA A FALCON

Registre este nombre: Agustín Amaya Chávez. Es quien relevó a Alejandro Bolín y a partir de ya da la cara en todas las negociaciones que realiza Instrumentos y Equipos Falcón, el proveedor de servicios médicos y medicamentos para el sector público que fundó Noé Ramírez. Este grupo fue el que recientemente ganó las licitaciones de estudios de laboratorios clínicos y bancos de sangre, con todo y que fue señalado, junto con Centrum de Valentín Campos, DICIPA de Francisco Pallach, Impromed de Fernando Chaín y Hernocer de Ignacio Higadera, de ponerse de acuerdo para repartirse las regiones del IMSS, que dirige Mikel Arriola. Amaya Chávez fue hasta 2011-2012 responsable de la Coordinación de Adquisiciones y Contratación de Servicios del IMSS. Toda su gente sigue dentro del organismo y hay indicios de que en este último proceso, que fue muy cuestionado, jugó un papel relevante en Falcón.