ICA y la CNTE

Si usted es de los que considera que ICA va a lograr un acuerdo con sus acreedores que le permitirá a los actuales administradores no sólo salvar a la empresa sino también mantener el control accionario está muy profundamente equivocado.

En esta columna le he informado con oportunidad y detalle cuál es la estrategia de la emisora no sólo para realizar movimientos verdaderamente sospechosos en sus títulos, que muy posiblemente podrían dar pie a opiniones de delito por parte de la Comisión Nacional Bancaria y de Valores (que no llegarán a acciones de delito, puesto que la PGR ha sido especialmente omisa en el combate a delitos financieros durante esta administración), sino también para generar la impresión de que podrían recuperarse.

La realidad es que ofrecen soluciones total y absolutamente inviables como decir que recuperarán más de cuatro mil millones de pesos si ganan todos los juicios que tienen pendientes en lo que suena a un ridículo.

Han tratado de chantajear a la Secretaría de Comunicaciones y Transportes con supuestos cobros pendientes que no existen. Han caído a la bajísima estrategia de usar reporteros para que fuercen declaraciones teóricas para hacer creer que hay posibilidades en los supuestos de la emisora.

La estrategia también la usaron, con el mismo resultado, en contra de Petróleos Mexicanos.

Sin embargo, desde el punto de vista financiero no han hecho ningún avance. Consiguieron un crédito de muy alto riesgo con Fintech que, según dijeron, se utilizaría para capital de trabajo y no para disminuir una deuda que cada vez tiene una participación mayor con respecto al capital de la constructora.

Y no han hablado de ningún acuerdo de corte financiero porque no están en ese camino. Parecería que con el mismo estilo de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE) quieren imponer sus términos más allá del problema de fondo e, incluso, de la razón.

Desde hace algunos meses le informé que los banqueros cada vez estaban más y más molestos con la actitud de los administradores de ICA, puesto que no sólo no encontraban seriedad o responsabilidad, sino que había una actitud de total y absoluta confrontación. Ya sabe, el estilo de los paladines del no pago en la década de los 90: Debo no niego, pago no quiero.

Resulta que en los hechos no se está hablando de caminos de reestructuración financiera, puesto que al frente sólo hay abogados que no están buscando soluciones sino una suerte de estrategia de desgaste a través de la confrontación, como si por ese camino fuera a lograrse algo.

La posición de las instituciones de crédito es que ellos no caerán en un juego jurídico ridículo, sino que se concentrarán en cumplir con su obligación por la vía que resulte más eficiente: proteger el patrimonio de sus depositantes y accionistas ante un acreedor que se niega a pagar.

GRAN REACCIÓN

Mientras algunos andan muy distraídos imaginando, equivocadamente, presuntos impactos negativos para la economía nacional a raíz del Brexit y se enamoran de los catastrofistas que, sin sustento, hablan de crisis y de devaluaciones espectaculares o que exigen acciones tan desesperadas como inútiles por parte de Banco de México o la Secretaría de Hacienda, la violencia delincuencial de la CNTE y su aval moral Andrés Manuel López Obrador es, como he reiterado en esta columna, un tema que sí impacta negativamente a la mayoría de los mexicanos en el corto y largo plazo.

En este contexto debe destacarse la posición valiente y determinada de la dirigencia del Consejo Coordinador Empresarial de hacer una fuerte defensa de los micro y pequeños empresarios que, como señaló Juan Pablo Castañón, están siendo violados en sus derechos humanos no únicamente por el daño que les han generado en su propiedad, sino por las amenazas y el hostigamiento al que están sujetos por parte de la CNTE y otros grupos delincuenciales disfrazados de protesta social.

La reunión de ayer entre la cúpula en pleno de la iniciativa privada, los directamente afectados y el secretario de Gobernación, es un muy poderoso llamado de atención para que se cumpla la ley.

Los miembros de la CNTE y los delincuentes que están entre ellos, así como quienes los apoyan, creen que sus derechos son superiores a los de las fuerzas de la ley o de los ciudadanos. Esto, en los hechos, es un absurdo totalitario.