Sube el dólar, gasolina y luz

La Comisión Federal de Electricidad rápidamente nos dijo que los 35.5 millones de usuarios de bajo consumo eléctrico seguirán con la misma tarifa, y sólo subiría la tarifa de los consumidores de alto consumo e industria.

Desde luego, el aumento en los costos de la industria y comercios nos puede afectar: lo van a trasladar al consumidor final. Y todo se va traduciendo en mayores precios y mayor inflación.

CARSTENS: EL BANXICO SE ADELANTÓ A INFLACIÓN

Cuando el banquero central, Agustín Carstens, decía que estaban adelantándose a posibles impactos inflacionarios, tenía razón. El gobernador del Banco de México nos señalaba que no sólo era el alza del dólar, que de por sí eleva los precios de insumos importados, sino también los precios de la gasolina y la luz que, como vimos, fueron hacia arriba.

De ahí la decisión del Banco de México de elevar hasta 0.50% su tasa de referencia para llevarla a 4.25 por ciento. La lógica de la política monetaria es sencilla: eleva las tasas, encarece los créditos, hay menor dinamismo económico por no tomar créditos a elevados costos y disminuye la inflación.

El Banco de México está preocupado por el alza del dólar, de la gasolina y de la luz (ah, claro, también por los precios agropecuarios).

¿LA REFORMA ENERGÉTICA IBA A BAJAR LAS TARIFAS?

El aumento en el precio del petróleo y sus derivados está cambiando el contexto de precios que teníamos.

Por un lado, se eleva el precio de la gasolina en 24 centavos (la Magna llega a 13.40 pesos el litro y la Premium a 14.37 pesos el litro).

Ahora se eleva la luz por la misma razón: suben los costos de los energéticos, como el gas natural y el combustóleo.

La energía eléctrica sube entre dos y cinco por ciento para la industria. Y entre cinco y siete por ciento para los comercios. Y también se eleva para los usuarios de alto consumo.

El error fue vender “mercadológicamente” la Energética como una reforma que iba a bajar los precios de la electricidad. Así fue durante 19 meses, que vimos bajar gradualmente las tarifas eléctricas, pero como vemos, no se pudo mantener.

LA MEDICINA, CRÉDITO MÁS CARO

Desde luego, no queremos subsidios eléctricos a quienes sí puedan pagar un consumo elevado.

Pero, por supuesto, hay un problema: vienen subiendo varios costos para el consumidor final. La gasolina, la electricidad, el dólar. Y sabemos que la medicina amarga del Banco de México es necesaria: elevar las tasas de interés. La medicina es amarga y sube los costos de los créditos empresariales y de tarjetas de crédito. 2016 se torna en un año complicado.

DICONSA, FORTALECERLA

Con los bloqueos en Oaxaca, vimos la necesidad de contar con las tiendas Diconsa, con su red de distribución, con sus productos que, al llegar a comunidades pobres, permiten el rechazo del agio. Diconsa ya logró tener 99 por ciento de abasto en Oaxaca.

Fue importante observar cómo se logró: utilizando rutas nocturnas, brechas, puentes aéreos. Y vimos la importancia de contar con este tipo de abasto. Las tiendas Diconsa permiten regular el mercado para la población más pobre.

José Antonio Meade, secretario de la Sedesol, nos cuenta que Diconsa es la quinta red de abasto más grande del mundo. Tiene cuatro mil camiones. La población de menores ingresos puede sufrir de desabasto o verse presa de comerciantes.

¡Ojo!, las tiendas Diconsa llegan a un público de bajos ingresos, están bien dirigidas. No es como antaño sucedía con las tiendas de la Conasupo, que se convertían en subsidios generalizados.

Aquí, Diconsa o la leche Liconsa llega a una población pobre. Quizá sea el momento de revisar sus redes de abasto para fortalecerlas.