José Manuel Suárez-Mier

José Manuel Suárez-Mier

José Manuel Suárez-Mier

30 Sep, 2016

Candidatos y su política comercial

El Peterson Institute for International Economics (PIIE) acaba de publicar un análisis evaluando las agendas de comercio internacional de los candidatos presidenciales en EU,  lo que resulta oportuno en la recta final para la elección de noviembre y a mitad de los debates que empezaron el lunes pasado.

El respetado think-tank de la ciudad de Washington reconoce que el comercio internacional no suele ser tema en las campañas políticas, pero se convirtió en la cuestión central cuando los candidatos este año le atribuyeron el estancamiento de los salarios y la pérdida de empleos.

Es una tentación recurrente culpar a los foráneos cuando la economía no tiene un buen desempeño pero este año tal tendencia se disparó en EU como no se había visto desde la adopción de la tarifa Smoot-Hawley en 1930, que no causó la Gran Depresión iniciada en 1929, pero la agravó y prolongó abismalmente.

En esta ocasión, las arengas nativistas de Donald Trump y Bernie Sanders para proteger a los trabajadores de EU adoptando barreras comerciales durante unas elecciones primarias en las que predominaron los votantes más radicales de ambos extremos, forzaron a Hillary Clinton en el mismo camino.

El análisis del PIIE asevera que las políticas propuestas por Clinton y Trump “harían un daño profundo a la economía de EU… y perjudicarían a las familias de ingresos modestos… Frenar el comercio empeorará, en lugar de resolver, el problema del estancamiento en el ingreso al abatir el poder adquisitivo de las familias y al detener aún más el aumento de la productividad.”

La primera parte del trabajo aludido analiza las facultades presidenciales para que Trump revierta décadas de políticas liberales en materia comercial en su país sin concurso del Congreso y de las cortes judiciales, y concluye que sí tiene ese poder unilateral, por lo menos en el corto plazo.

El segundo capítulo mide empíricamente el impacto que las ofertas de cada candidato tendrían sobre la economía de EU, coligiendo que, en el caso de Clinton, no habría un cambio radical pero tampoco avance dada su reiterada oposición a nuevos acuerdos comerciales como el Transpacífico (TPP), listo para aprobarse por el Congreso. Ello implicaría que el dinamismo comercial en EU desaparecería.

Por su parte, Trump propone adoptar tarifas punitivas a México y China; abrogar los tratados comerciales vigentes, empezando por el de América del Norte, como lo repitió el lunes; y la salida de EU de la OMC, necesaria para imponer las tarifas citadas. Efectuar tales propuestas provocaría represalias y llevaría a la guerra comercial.

En este escenario se perderían 4.8 millones de trabajos en el sector privado, con el mayor impacto en la caída de la industria de bienes de capital, la minería de hierro y otros metales, y la producción de aluminio. En el sector comercial, tanto al mayoreo como al por menor, se produciría el mayor derrumbe numérico de empleos. Los autores mapean los estados más severamente dañados en la caída de empleo: Washington (más de 5%), sede de Boeing; California, Massachusetts y Michigan, (4.5%-5%); en 16 estados, que incluyen Texas, California e Illinois, el empleo caería 4%-4.5%. Además, es donde vive el mayor número de personas de origen mexicano.

Este realista ensayo, concluye con una evaluación de las consecuencias políticas de aplicarse las políticas planteadas por los candidatos, que implican un disminuido liderazgo de EU en el resto del mundo, por lo que no ratificar el TPP significaría ceder la iniciativa económica en Asia a China, con graves secuelas. Termina diciendo: “La abrogación del TLC de Norteamérica podría dinamitar un cuarto de siglo de progreso económico, político y social en México… lo que alentaría más migración ilegal y mayor actividad ilícita.”

¡Hay que mantener las veladoras prendidas por Hillary!

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