David Páramo

Análisis superior

David Páramo

21 Dic, 2016

Se extiende el cáncer

En esta columna he venido documentando detalladamente diversas formas de corrupción dentro del IMSS y que extienden su cáncer hacia otras áreas del sector salud.

Ahora, esta forma de robar al pueblo ha extendido sus tentáculos al Instituto Nacional de Cancerología. En la licitación LA-012NBV001 hay poderosos indicios de corrupción en la compra de equipo médico y de laboratorio.

El esquema es escandalosamente sencillo, funcionarios públicos que se dejan comprar por laboratorios o comercializadoras y hacen la licitación a modo. En este caso, los empleados del INCAN se habrían arreglado con Instrumentaciones Médicas, de Erick Vargas, y los autores materiales serían Fernando González y Yazmín Macías, de Hill-Room.

En este caso, se falsificaron documentos que eran total y absolutamente imprescindibles para la licitación, sin que el Órgano Interno de Control se diera cuenta de lo que estaba sucediendo. En una primera instancia podría parecer que el OIC no fue suficientemente atingente para evitar las operaciones indebidas o que ellos también fueron sorprendidos por malos funcionarios y por estas empresas privadas. Así que resulta indispensable que el director del INCAN, Abelardo Meneses García, ordene una investigación a fondo sobre el modo en el que se realizó esta licitación y, mucho más importante, que tome acciones determinadas en contra no sólo de los funcionarios sino de las empresas.

Hay quienes creen que esta lucha en contra de la corrupción obedece a ciertos intereses privados, puesto que hay quienes, como viven, juzgan. La realidad es que, si hay actos indebidos, no sólo se atenta contra el patrimonio de las instituciones que, al final del día, son recursos de los contribuyentes, sino algo mucho más importante: se juega con el derecho humano de las personas al mejor tratamiento posible, no únicamente en términos de precio sino de oportunidad.

El dinero que se pierde en la corrupción aleja a las personas de un tratamiento oportuno y, mucho más grave, conculca un derecho fundamental de las personas. Es de esperarse que Meneses García tome cartas en el asunto para evitar que el cáncer de la corrupción invada también a este prestigiado organismo del sector salud.

¿DÓNDE ESTÁN?

La victoria de Donald Trump en las elecciones de Estados Unidos sirvió para magnificar la estupidez de muchos actores de nuestra sociedad.

Los linchadores, especialmente en la legión de imbéciles de las redes sociales, que cuestionaron el acercamiento que correctamente hizo el presidente de la República, Enrique Peña, con el entonces candidato del Partido Republicano.

Los políticos que, violando la doctrina Estrada, hicieron campaña en favor de la perdedora, Hillary Clinton; los que, en un acto inaceptable de violencia política, profirieron insultos y golpearon una piñata con la imagen del vencedor en las elecciones.

Los que, con un oportunismo político ramplón, hablan en términos de defensa en contra de los ataques o medidas de protección. Los que exigen, como plañideras, que nos preparemos para defendernos de este hombre al que le han colgado cualquier cantidad de epítetos indignos de la cualquier clase política en el cuarto mundo, pero que aquí son vistos como actos de patriotismo.

También se han hecho grandes los traumas y miedos de muchos mexicanos, quienes, con una egolatría inexplicable, creen que Estados Unidos eligió a Trump sólo para joder a México o algo similar.

Desde la semana pasada se conoció que se estaba gestando una reunión de primer nivel por parte del equipo cercano del Presidente electo de Estados Unidos y el lunes se confirmó que durante el fin de semana Trump y Carlos Slim se habían reunido y, según se supo, fue un encuentro en los mejores términos.

El presidente del conglomerado empresarial más grande del país fue crítico con Trump y en aquel momento el candidato se defendió. Ambos dejaron claro que una vez pasada la contienda el diálogo es el mejor camino para que cada quien busque sus mejores intereses, al final del día de eso tratan la política, los negocios y la vida.

¿Habrá alguien de las buenas conciencias, de esos que hacen críticas sin fundamento, que considere que Slim es un traidor a México? Dio una lección de diplomacia y altura muy superior a la de una buena parte de la clase política nacional.

AHORA SÍ

Con la confianza en Jesucristo de que derramará sus bendiciones sobre quienes lo acepten como señor y salvador, le deseo una Feliz Navidad y un 2017 lleno de éxito. Esta columna volverá a publicarse el 9 de enero... ahora sí.

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