Rodrigo Pacheco

Suma de Negocios

Rodrigo Pacheco

15 Mar, 2017

Los problemas de Uber

Conocí en Austin a una veterana de la guerra de Irak, viuda, con cuatro hijos y buen ánimo, me contó de sus viajes por Europa cuando estuvo desplegada en una base militar en Alemania y de su experiencia en el país árabe y la sorprendente capacidad que tienen los niños de esa nación de aparecer súbitamente en un páramo desértico, en donde no se veía nadie en kilómetros a la redonda. Hablamos también de su estado natal, Kentucky, y de que muchos de sus habitantes nunca han viajado más allá del estado vecino. También coincidimos en lo errado de las políticas migratorias de Donald Trump. La mujer en cuestión completa su salario conduciendo un Uber, lo que además le permite conocer a nuevas personas. 

Para millones en todo el mundo, Uber se ha convertido en una fuente de ingresos y para decenas de millones de personas, en un servicio de primera necesidad para su transporte. Esa necesidad de transporte ha sido el principal motor que le ha permitido a Uber resistir todos los embates de gobiernos locales que, en muchas ocasiones, buscan mantener el capital político que les representan los grupos de taxistas. Sin embargo, la maquinaria de Uber se ha sobrecalentado y las crisis se asoman una semana sí y otra también.

  • SUSTITUTOS

Cuando abordé el Uber de la simpática veterana de guerra, ella dudó mucho en tomar mi viaje de San Antonio a Austin, tratando de convencerla, le dije que podría tomar un viaje de regreso, pero me aclaró que eso no sería posible debido a que Uber y Lyft decidieron salirse de dicha localidad al no querer cumplir con el requisito de registrar la huella digital de sus choferes asociados. De acuerdo a los reportes de ese entonces, se pensó que Austin, una ciudad de casi un millón de habitantes con un fuerte componente de jóvenes que estudian en la Universidad de Texas, entraría en crisis de transporte. Según me contaron algunos habitantes de la ciudad texana, en un principio fue un poco desolador, pero llegaron aplicaciones que, si bien, recorrieron una curva de aprendizaje, hoy funcionan bien. Para moverme en Austin descargué una aplicación denominada Fasten, funcionó perfectamente bien, sus conductores me contaron que antes estaban en Uber y cuando esta última decidió salirse pudieron integrarse a la nueva, algún otro nunca había estado en Uber. Actualmente, Fasten opera únicamente en Boston y en Austin, sin embargo, a pesar de tener una escala pequeña, el software es suficientemente competente en condiciones normales. El modelo de negocio de Fasten incluye la posibilidad de dar propina y le cobra a los choferes una tarifa de un dólar, que es muy competitiva comparado con el 20  y hasta 30 por ciento que cobran otras aplicaciones. Otra aplicación que utilizaron compañeros de viaje fue Ride Austin, que está registrada como una entidad sin fines de lucro, lo que la hace competitiva en su estructura de costos que beneficia a los choferes.

La prueba de fuego para ambas aplicaciones y otras más es el SXSW, un festival que congrega a 200 mil personas en Austin, prueba que apenas superaron, dado que el sábado por la noche tuvieron una demanda 12 veces superior a la usual, situación que ocasionó que Fasten colapsara durante una hora y Ride Austin entre las 7 pm y la media noche. Más allá de las fallas, ambas compañías han podido sustituir a Uber y Lyft.

  • ENFRENTAMIENTO REGULATORIO

El caso de Austin no constituye un riesgo inminente para Uber, pero otras ciudades como la  de la capital de nuestro país podrían tomar nota de que existen otras alternativas de transporte por medio de aplicación que en poco tiempo pueden sustituir la oferta de la empresa fundada por Travis Kalanick. En la Ciudad de México, las autoridades de la Secretaría de Movilidad no están muy contentas con el cobro en efectivo de la aplicación, en Cancún enfrenta una oposición muy activa de parte de los grupos de taxistas. No le ayuda nada a Uber el reporte que dio a conocer el periódico The New York Times en el que evidenció que la compañía utilizó un programa denominado Greyball que permite identificar a un usuario nocivo con el objetivo de engañarlo para evitar que pueda tomar un vehículo de la compañía, el problema es que el programa también fue utilizado para burlar a las autoridades de ciudades de todo el mundo que se oponían a Uber. 

  • SOBRECALENTAMIENTO DE CAPITAL HUMANO

En mi opinión, uno de los mayores problemas de Uber no es que sea sustituible o que enfrente la animadversión de las autoridades de muchas ciudades del mundo, tampoco es su elevada valuación o la demanda judicial de Google ni el fracaso en China. El reto más importante de Uber es que están quemando personas, son muy pocos los que duran más de dos años siendo parte de la compañía, en la que hay una lógica darwiniana, pero a la inversa, que incentiva liderazgos nocivos. Fue muy significativo el blog que escribió una ingeniera que señaló lo emocionante que fue pertenecer a Uber, pero al mismo tiempo, fue decepcionante por el acoso que sufrió, lo cual coincide con la experiencia que he recogido entre algunos exmiembros de la operación mexicana, en cuanto al desgaste, no tanto por la enorme cantidad de trabajo, sino por el ambiente interno. No es coincidencia que pocos días después de que se dio a conocer el post de la ingeniera, emergió el video del fundador discutiendo con un chofer y unos días después el reporte de The New York Times que tuvo que haber venido de un empleado descontento. Uber tiene un buen presente, pero necesita construir su futuro con base en una sólida cultura interna.

Síguenos en Twitter @DineroEnImagen y Facebook, o visita nuestro canal de YouTube