David Páramo

Análisis superior

David Páramo

12 Jun, 2017

Burócratas vs. mercado

Durante muchos años los promotores de las afores violaron impunemente la ley. Cambiaban a los trabajadores sin su consentimiento de administradora de fondo para el retiro para quedarse con la comisión por el cambio.

La Comisión Nacional del SAR optó por la fácil: volver a dañar a los trabajadores. En 2015 cambiaron las reglas para que los incentivos fueran para que promotores mantuvieran a los trabajadores, lo que derivó en una gran cantidad de despidos en el sector, así como el establecimiento de una gran cantidad de normas burocráticas para dificultar el traspaso de afore lo que redunda, sin lugar a ninguna duda, en una violación a la libertad de los trabajadores y una limitante a la competencia.

Las afores que, por alguna razón tienen una buena participación de mercado, la han consolidado a través de reglas que dificultan de sobremanera la posibilidad de un trabajador de cambiar de afore no sólo buscando una mejor mezcla entre rendimiento y comisiones, sino servicios asociados.

No me detendré hoy en el ridículo de la Comisión Federal de Competencia Económica, mal presidida por Alejandra
Palacios, en multar afores por hacer algo que luego fue bendecido por la Consar. Baste decir que muestra la mala coordinación institucional y que las multas que presumieron con porristas, banda y pompones no son definitivas, puesto que habrá que analizar el resultado de los juicios de amparo que han solicitado los intermediarios. Sin embargo, sí es necesario poner un acento particular en los derechos de los trabajadores.

ACCIONES

Si había una situación muy seria de traspasos no solicitados: ¿Es problema de los trabajadores? No, evidentemente.  Sin embargo, en una idea paternalista mal entendida se establecieron normas que complican gravemente el que un trabajador pueda tomar decisiones en el momento que mejor le parezca, puesto que al final del día es su dinero.

El resultado de estas normas, aplicadas hace un par de años y que ahora se quieren reforzar con la Circular Única de Operación, no ha sido positivo para los trabajadores por varias razones.

Primera. No es un asunto menor establecer que se está conculcando el derecho del trabajador de hacer lo que quiera con su dinero para el ahorro. Bajo este principio no habría subrogación de créditos o el Infonavit seguiría asignando casas a los trabajadores, en lugar de que usen este crédito hipotecario como mejor les conviene.

Los resultados están a la vista. La subrogación de créditos, que no tiene las grandes complicaciones burocráticas que impusieron las afores con el dinero para el retiro de los trabajadores, han permitido una mayor competencia dentro del sector y una disminución en las tasas de interés. Los clientes tienen suficiente inteligencia para buscar lo que más les conviene sin que un burócrata haga reglas para defenderlo.

Segunda. Las normas de 2015, que se intentan refrendar a través de CUO, no benefician al trabajador sino a las afores que hoy tienen posiciones preponderantes. La autoridad, de una manera tan absurda como sospechosa, sigue defendiendo el interés de los grandes del sector.

Muchos se inclinan a pensar que se trata de una debilidad regulatoria o mantenerse en una zona de confort por parte de la autoridad. Otros más creen que existe una suerte de complicidad del organismo que preside Carlos Ramírez con las afores de mayor tamaño. Ninguna de estas posibilidades puede ser usada como excusa.

Tercero. Dentro del sector bancario, donde se ha generado una competencia ejemplar, se da por descontado que los clientes deben recibir precios bajos y a partir de ahí concretar una oferta diferenciada de calidad y servicios. La mejor explicación es que a pesar del incremento en la tasa de interés de referencia, la inmensa mayoría de los créditos siguen en niveles verdaderamente bajos.

La Consar, con una visión miope y comodina, cree que regular comisiones y rendimientos lo es todo. Quizá, esa estrategia funcionó hace una década más o menos; sin embargo, ya no funciona puesto que limita la competencia a favor de quienes hoy tienen una posición preponderante y, mucho más grave, disminuye la posibilidad de los trabajadores de obtener mejores beneficios con su dinero, puesto que además de bajas comisiones y mejores rendimientos podrían obtener más si fueran libres.

COMPARATIVO

En la Cofece hay quienes están preocupados por saber de dónde vienen los ataques o estar construyendo teorías del complot, cuando el origen de las críticas que les hago tienen que ver con su muy pobre desempeño, mezclado con una asquerosa soberbia institucional que disminuye su poca efectividad.

Ayer el Instituto Federal de las Telecomunicaciones publicó un documento en el que destacan los resultados que han tenido en tres años y medio de la reforma a las telecomunicaciones, que resultan ser particularmente buenos.

Reto a la Cofece a que haga un documento similar. Ambas instituciones tuvieron su origen en la misma reforma constitucional. Los resultados son diametralmente diferentes.

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