Salo Grabinsky

Del verbo emprender

Salo Grabinsky

5 Ago, 2017

Venta de empresas por falta de sucesión (Parte II)

 

Vamos a enfocarnos en primer lugar en las causas que impiden una sucesión adecuada y posteriormente al papel de los fondos de “rescate” de empresas familiares que ayudan a su continuidad y otras opciones:

Las causas más comunes son: falta de descendencia directa del fundador, incapacidad y desinterés de los posibles sucesores en tomar las riendas del negocio, otra vocación, costumbres culturales o del pasado (como que sólo los hijos varones puedan trabajar, dirigir y ser socios del negocio familiar). También la ceguera o arrogancia del dueño que se cree inmortal y no planea con tiempo su retiro hasta que es demasiado tarde, un episodio traumático (enfermedad o fallecimiento prematuro del fundador o familiar cercano) y últimamente la filosofía y actitud de la nueva generación de los llamados millennials. Obviamente, no hay lógica para tener una sucesión si el negocio está en franca decadencia sin posibilidades de renacer.

Estos fenómenos se han agudizado a finales del siglo pasado y este siglo XXI, por diversas razones de todos conocidas. Hay exceso de liquidez de fondos de inversión para nuevas tecnologías, consolidación de sectores (farmacéuticos, cerveza y tiendas de autoservicio, entre otros) y la competencia por nuevos mercados es voraz. En ciertos casos, lo que hacen los grupos empresariales es adquirir al competidor para después liquidar sus activos y así recuperar su inversión y al mismo tiempo aumentan su participación de mercado. Es parte de un plan estratégico, pero deshace comunidades, empleos y a mi juicio va contra valores y una competencia abierta.

Volviendo a una sucesión no lograda, pese a los deseos del emprendedor-fundador, hay que tomar en cuenta que el poner a la venta el negocio es un proceso complicado, con múltiples factores que se deben ir acoplando en el camino y que, después de haberse razonado y aceptado por el dueño, su pareja y la familia nuclear, se va a manejar con extrema discreción para evitar chismorreos y daños al negocio en operación. Más aún, la etapa de inseguridad que vivimos en el país, aunada a la global, nos debe hacer cuidar e ir evaluándolo constantemente en todos sus aspectos.

Les advierto que por desgracia existen vivales, fondos buitre y estafadores que están a la caza de oportunidades para adquirir, a precios ridículamente bajos o incluso delincuentes que se llevan activos, información privilegiada y clientela en el proceso de due diligence, que les permite conocer a fondo un negocio sin tener que pagar nada.

En nuestra organización global de profesionistas al servicio de las empresas familiares (FFI) existen fondos especializados en las empresas familiares.

Generalmente, trabajan en el inmenso mercado de Estados Unidos y en menor grado en Europa occidental, pero su potencial en países como los nuestros de Latinoamérica y Asia es promisorio. Repito que no me agrada tener que vender el “sueño emprendedor” de personas que lograron crear negocios para sus familias, pero así está el mundo actualmente.

 

Continuará...

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