Rodrigo Pacheco

Suma de Negocios

Rodrigo Pacheco

1 Nov, 2017

Cofece y las oportunidades de la Ley Fintech

 

Aunque la Ley Fintech no ha acaparado la agenda nacional, me parece que guarda un potencial casi de la misma magnitud que las grandes reformas, como la de Telecomunicaciones o la de Energía.

Cuando hablamos de fintech hay que pensar en plataformas de financiamiento colaborativo a través de internet, criptomonedas, medios de pago, servicios bancarios desde el teléfono inteligente, etcétera; en general, fintech incluye todo lo que implique la intersección entre las tecnologías de la información y los servicios financieros.

La Ley Fintech guarda un gran potencial porque puede resolver tres asuntos clave en la economía de México. En primer lugar, modificar y disminuir la estructura de costos de las instituciones financieras para atender a nuevos clientes, ya no se requiere de una costosa sucursal o incluso un cajero automático, la fricción de las operaciones bancarias se puede reducir bastante y muchos procesos de aprobación se pueden automatizar.

En segundo lugar, la obtención de datos puede permitir modelos de evaluación de riesgo donde hoy no existen de manera extendida. Los datos de flujos de dinero que genera, por ejemplo, una señora con un puesto de quesadillas la pueden hacer sujeta de crédito, únicamente necesitaría hacer buena parte de sus operaciones con un medio de pago electrónico lo que, además, le permitiría acceder a un mayor mercado e incluso controlar mejor sus finanzas y las de su negocio, y ello generaría incentivos hacia la formalidad. En tercer lugar se generarán más emprendimientos, ya hay buenos ejemplos como Kubo Financiero, Konfio, Conekta, Broxel, Bitso, Sr. Pago, entre muchas otras, pero el potencial no está ni a una décima parte y para muestra Gentera, controladora de Compartamos Banco, que ha logrado tres millones 700 mil clientes en México, Perú y Guatemala en el sector de las microfinanzas.

Aunque parece lejano acelerar la inclusión financiera con fintech, no lo es. Hace 15 años nadie pensaba que todos los mexicanos podrían tener una minicomputadora en el bolsillo, hoy, muchos la tienen y eso ha generado cambios en cómo repartimos el poder, cómo producimos y cómo nos relacionamos, es decir, se ha transformado lo político, lo económico y lo social.

A últimas fechas he preguntado a emprendedores y banqueros su opinión sobre la Ley Fintech. Marcos Martínez, presidente de la Asociación de Bancos de México, me dijo hace unas semanas que el sector está conforme y que incluso habían enviado sus comentarios positivos a la Comisión Federal de Mejora Regulatoria, y que es importante evitar que las instituciones financieras tradicionales estén en desventaja regulatoria frente a los nuevos emprendimientos.

Eduardo Osuna, vicepresidente y director general de BBVA Bancomer, también se mostró complacido al afirmar que la Ley Fintech habla de la buena gestión de las autoridades porque pocos países tienen capacidad de generar una ley tan relevante. Por otro lado, los emprendedores del sector a los que he preguntado no se muestran tan entusiastas, pero reconocen que la legislación va en el sentido correcto y que generará certidumbre, además de que adelanta a México en América Latina.

La discusión ha ido transcurriendo con aceptación, no obstante, la Comisión Federal de Competencia la dinamizó luego de que se pronunció a través de un escrito de 18 páginas que envió a los senadores. En su posicionamiento, la Cofece, que encabeza Alejandra Palacios, hace una crítica indirecta a la Comisión Nacional Bancaria y de Valores, al sector bancario y de paso al Banco de México que también se encarga de regular al sector.

¿Qué dijo Cofece?, que los intermediarios financieros, léase principalmente bancos, no tienen los suficientes incentivos para atraer a los clientes por la innovación, calidad y precio; aunque no los menciona, es evidente que esos incentivos los tendrían que generar la CNBV y Banxico; también agregó que hay una gran concentración en algunos productos y servicios, o sea, que hace falta mayor competencia y que los bancos cobran caro porque la rentabilidad que obtienen supera a lo observado en países que tienen niveles de ingresos similares.

Algunas de las observaciones pueden ser discutibles y no es la primera vez que Cofece se confronta con el sector, en abril se anunció una investigación por posibles prácticas monopólicas absolutas en el mercado de intermediación en los valores de deuda emitidos por los tres órdenes de gobierno.

Dicha investigación generó mucha incomodidad entre la Cofece y la CNBV, hasta ahora no se han cumplido los plazos para ver resultados de la investigación, el único plazo que ocurrió fue del titular de la Autoridad Investigadora de la Cofece que era Carlos Mena Labarthe, quien salió súbitamente.

La Ley Fintech puede ser una gran oportunidad para el país, ojalá que la Comisión de Hacienda y Crédito Público del Senado considere algunas de las recomendaciones de la Cofece y el tema se discuta más intensamente.

 

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