Por qué no invierten

En el sector de las telecomunicaciones uno de los mitos que ha florecido para tratar de justificar la diferencia de tamaño entre las empresas es que mientras la principal invierte, el resto de las empresas no lo hace.

Esta afirmación, simplista, no es cierta, puesto que el resto de las empresas del sector de las telecomunicaciones sí han invertido. Quizá no tanto como sería deseable en un rubro de la economía que plantea tantas oportunidades, por el profundísimo grado de atraso que registra incluso contra naciones de igual o menor grado de desarrollo, pero han hecho lo que ha sido posible y prudente.

Creer que el resto de las empresas son una suerte de buitres que sólo esperan que la autoridad determine reglas de preponderancia y dominancia para crecer de los despojos del dominante es francamente un absurdo que incluso ofende a las inteligencias menos desarrolladas.

Si las empresas del sector de las telecomunicaciones no han invertido tanto como pudieran y evidentemente lo desean es, justamente, porque no están las condiciones de competencia para un desarrollo equilibrado del sector.

La primera obligación que tienen los administradores de cualquier empresa es proteger el patrimonio de sus inversionistas y eso comienza por no llevar recursos a un sector en el que tienen altísimas posibilidades de perder no por cuestiones de talento empresarial, sino por la deformidad en las reglas que se ha acumulado desde hace muchísimas décadas.

En los últimos días ha crecido nuevamente esta versión que durante mucho tiempo ha servido para justificar posiciones monopólicas y argumentan que las empresas no están invirtiendo en la espera de que se definan las normas secundarias al sector de las telecomunicaciones.

Por principio de cuentas, nadie está invirtiendo.

De hecho, la principal empresa de telefonía se encuentra en un proceso de desinversión de activos que ha generado una muy fuerte polémica en torno a si están tratando de anticipar las resoluciones del Instituto Federal de Telecomunicaciones forzando a la autoridad a no tomar las medidas que desean o, como dice la versión oficial de la empresa, porque no se trata de activos prioritarios o que tengan que ver con la concesión.

Lo cierto es que el IFT, que lleva Gabriel Contreras, ha solicitado a la empresa explicaciones que comienzan por la aparente coincidencia de la venta de activos con el proceso de preponderancia que realiza la autoridad sobre esa empresa.

Sin embargo, en el fondo la inversión se encuentra detenida porque no hay reglas claras de operación, lo que dificulta o prácticamente imposibilita la toma de decisiones con un marco de referencia adecuado.

Así las cosas, si las empresas no invierten como sería deseable, no es por falta de voluntad o ganas de competir, sino que no lo hacen porque hoy no existen las condiciones adecuadas.

Finalmente

Finalmente ayer el pleno de la Comisión Federal de Competencia Económica acordó iniciar el estudio de competencia en el sector financiero que le ordenó la Reforma Constitucional al sector.

De acuerdo con la entidad que preside Alejandra Palacios, luego de que la reforma entró en vigor el 11 de enero, ayer acordaron iniciar este proceso, para el que tienen 180 días naturales.

Esta es la segunda ocasión en que no se cumplen los plazos fijados en la reforma a las telecomunicaciones y la competencia. Primero no se acordaron las leyes secundarias al sector antes del 9 de diciembre, como se lo habían impuesto los propios legisladores.

Ahora la CFCE dice que acordaron ayer iniciar un estudio que debieron haber comenzado hace 18 días, es decir, ya llevan un retraso de 10% de los días naturales que fija la ley.

Podrán argumentar Palacios y el resto de los comisionados que ya iniciaron contactos informales con el Banco de México las comisiones nacionales Bancaria y de Valores, de Seguros y Fianzas o Protección a los Usuarios de Servicios Financieros. También que lo han hecho con la inmensa mayoría de los gremios regulados.

Sin embargo, desde un punto de vista estricto, apenas ayer iniciaron los trabajos de uno de los estudios más completos y complejos de la historia del sistema financiero.

Sólo para poner una referencia: el único estudio que se ha realizado en materia de competencia dentro del sector bancario y que está acotado a sólo algún tipo de mercado le llevó dos años al Banco de México. Sin lugar a dudas, el organismo presidido por Agustín Carstens tiene mayor experiencia y capacidad dentro del sector financiero que la CFCE.

Así las cosas, se trata de un estudio que la megalomanía del Pacto por México ordenó con un plazo excesivamente corto. El reto es francamente inmenso e iniciarlo con tal displicencia sólo puede ser visto como una pésima señal.

Nombramiento

Tobías Waldeck fue nombrado presidente y director general de Daimler Financial Services de México. Esta empresa tiene una gran participación en el financiamiento de vehículos Freighliner, Mercedes-Benz y Smart.

Terquedad

La realidad es que algunos miembros del sector empresarial están tratando de agarrarse el pie cuando la Secretaría de Hacienda les ofreció la mano con el pacto fiscal que apenas esbozó Luis Videgaray en el Foro Económico Mundial.

Es claro que el secretario de Hacienda no habló de ninguna tregua (no hay una guerra), sino de dar certeza de largo plazo a los contribuyentes sobre las medidas fiscales sin, como decíamos ayer, intentar eliminar derechos a las personas y empresas, como la posibilidad de recurrir a juicios de amparo que podrían llegar a definiciones de la Suprema Corte de Justicia de la Nación.

Sin embargo, algunos líderes de la iniciativa privada quieren seguir hablando en términos de tregua o de frenar las acciones fiscales, generando una nueva tensión entre el gobierno y quienes generan la inmensa mayoría de los empleos.

Seamos claros. El gobierno de Enrique Peña Nieto ganó en las urnas el derecho a gobernar el país. Lo mismo sucedió con la composición del Congreso de la Unión, así que en lugar de mantener una tensión innecesaria habría que tener posiciones mucho más constructivas de líderes de iniciativa privada como Gerardo Gutiérrez Candiani.