David Páramo

Análisis superior

David Páramo

1 Ago, 2014

Opciones de solución

Diversas fuentes se pusieron en contacto con este columnista para hacer algunas puntualizaciones sobre las llamadas quintas libertades, es decir, la posibilidad de que empresas extranjeras hagan operaciones de cabotaje en territorio nacional y el impacto que tendría para el sector aeronáutico.

El diagnóstico es compartido por todos. La situación de esta industria es verdaderamente complicada puesto que las empresas siguen metidas en una guerra de precios en algunos destinos, tienen muy elevados costos de operación (especialmente Aeroméxico) y, adicionalmente, esta situación genera problemas tanto para los grupos aeroportuarios, el turismo y los pasajeros que hoy siguen sin poder subirse a un avión o tienen que pagar costos muy elevados para hacerlo.

Donde comienzan los matices es justamente en las alternativas de solución.

La pregunta de fondo no es la salud financiera de las líneas aéreas sino poner por encima a la mayoría de los mexicanos.

Se debe retomar el espíritu de las reformas estructurales en materia económica implementadas por la administración de Enrique Peña Nieto: poner el interés de los consumidores por encima de las empresas para generar una mayor competitividad nacional.

Así, hay quienes se preguntan qué tendría que suceder para que las líneas aéreas mexicanas se volvieran más competitivas.

Primero. Se deberían romper todos los paradigmas que les llevan a pelearse como hienas por las rutas rentables y mantener precios muy elevados en algunas otras.

Segundo. ¿Sería eficiente que el gobierno subsidiara combustibles, impuestos y algunas otras obligaciones a costo de las empresas? Evidentemente no, puesto que no existe ninguna razón para que el gobierno rescate empresas privadas o, quizá más grave, no existe garantía de que este subsidio llegará a los consumidores.

Tercero. Aeroméxico, presidida por Eduardo Tricio, ha culpado de todos sus males a los elevados costos laborales y en particular al conflicto de naturaleza económica que tienen con los sobrecargos.

Independientemente de que la posición de ASSA pudiera ser ruinosa para la compañía de Tricio, lo cierto es que, hasta el momento, el sindicato tiene una suspensión que debe ser analizada por la SCJN bajo la tesis de si se pueden tener salarios diferentes a mismas actividades.

Supongamos, sin conceder, que gana el laudo Aeroméxico. No será la solución para sus graves problemas financieros, en el mejor de los casos será un respiro.

Apertura

Cuarto. La posibilidad de abrir los cielos crece a la luz de este siguiente diagnóstico. Las empresas no han demostrado capacidad de competir sanamente a favor de los consumidores, entonces crece esta alternativa.

Hace unos días el presidente de la Cámara Nacional del Aerotransporte, Fernando Flores, sorprendió cuando se pronunció a favor de las llamadas quintas libertades. Se unió al movimiento que tienen la Secretaría de Turismo, gobiernos estatales, grupos aeroportuarios como GAP, OMA y ASUR, que se encuentran abiertamente a favor de esta posibilidad.

Flores, quien es uno de los hombres con mayor experiencia en el sector de la aviación mexicana, argumentó que si México es una país muy abierto al mundo en materia comercial, la aviación no tiene por qué ser una ínsula en la cual no se dé una apertura total.

Este hombre, que también es director de Aeromar, no está a favor de una apertura inmediata, puesto que matizó diciendo que se debe hacer de una manera gradual e incluso con terminales como Toluca, que no tienen operaciones internacionales.

Habrá que considerar que el país está en plena transformación de sus estructuras para se más competitivo. Lo que implica, sin lugar a dudas, que los privilegios para algunos grupos como han sido las líneas aéreas y sus sindicatos (los pilotos, por ejemplo, son de los más reacios a las quintas libertades) deben desaparecer para satisfacer mejor a las personas.

Si el sector aéreo no ha logrado ser competitivo a favor de los consumidores, pues debe desaparecer a favor de mexicanos que hoy no pueden subirse a un avión o deben pagar demasiado por hacerlo.

Quizá la desaparición de una industria nacional es un mal menor comparado con los beneficios que tendría para las mayorías. Citando a Marco Aurelio: “Lo que no beneficia a la colmena, no sirve a la abeja”.

Obvios

Como lo anticipábamos en la entrega de ayer, apareció una serie de “expertos” que siguen insistiendo en pros y contras de la adquisición que, según ellos, haría Telefónica de Iusacell. Bueno, no faltaron hasta los que especularon los motivos de Ricardo Salinas Pliego para salir de esa inversión.

A todos estos “analistas” bien valdría la pena recomendarles que se compren una vida. El asunto es muy sencillo. Telefónica puede querer comprar Iusacell o lo que le dé la gana; sin embargo, no existe ningún modo de que obligue a un empresario que no está interesado en vender... Bueno, sí, que hicieran una oferta por un monto tan elevado que fuera irresistible, no sólo considerando el valor actual de los activos sino el que alcanzará en el corto plazo gracias a la reforma a las telecomunicaciones.

Opiniones

Cuauhtémoc Cárdenas es uno de esos hombres selectivos por decir lo menos. Ahora que la izquierda está desatada viendo cómo encuentran detallitos para tratar de polemizar sobre las leyes secundarias a la Reforma Energética, la más importante de todas, el líder moral del PRD debería recordarle a sus correligionarios que él ha propuesto en reiteradas ocasiones que la deuda de Pemex se convierta en deuda pública para disminuir la carga laboral y hacerla más competitiva.

Manita

Alguien le debería echar una manita a Gustavo Madero y explicarle, de una manera que pueda entender (a su nivel, vamos), cuáles son las consecuencias de políticas populistas como las que él propone al aumentar el salario mínimo por la vía de la consulta pública.

Hace unos días recomendamos que leyera algunos de los libritos de Luis Pazos, pero quizá le podrían parecer muy complicados, muy elevados para su capacidad de comprensión, así que otra propuesta sería que el exdiputado del PAN y excelente maestro en materia económica, Luis Enrique Mercado, le diera una explicación.

Sé que el admirado Mercado Sánchez podría hacerle ver en menos de una hora la barbaridad económica que propone.

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