Santaella: no se tiró el dinero a la basura

El director general del Inegi, Julio Santaella, asegura de forma tajante que los 154 millones de pesos que le pagó el Coneval al Inegi para la elaboración del Módulo de Condiciones Económicas 2015 —conocido internamente como “el mocoso”— no fue, de ninguna manera, dinero tirado a la  basura.

Como ya se sabe, el problema de fondo con “el mocoso” es que las cifras de ingreso no son comparables con los datos recopilados en la Encuesta Nacional de Ingreso y  Gastos de los Hogares, que es la que sirve de base para la medición de la pobreza que realiza el Coneval.

Aunque ambas instituciones ya se comprometieron la semana pasada a trabajar en forma conjunta para tratar de hacer comparables los datos del MCS 2015, Gonzalo Hernández Licona, secretario ejecutivo del Coneval, ha señalado que, en el caso extremo de que no se pudiera llegar a un acuerdo, se exigirá al Inegi la devolución de los 154 millones que fueron aportados por la Sedesol en 2015.

Pese a la falta de comparabilidad, Santaella defiende al MCS2015 porque —dice— se realizó con apego y cumplimiento al convenio con el Coneval. Afirma, además, que sí hay mucha información de utilidad, como son los temas de carencias sociales.

Santaella llegó a la dirección del Inegi en enero de este año, es decir, después del convenio que firmó su antecesor, Eduardo Sojo, con el Coneval, y después de que se había levantando la encuesta del MCS2015 con las polémicas modificaciones en los operativos de campo. Y aunque fue Santaella el primero en detectar y alertar al Coneval de que los resultados del “mocoso” no eran comparables, decidió que sí se publicaran en la fecha comprometida con el convenio firmado con el Coneval.

En cuanto al cambio que implicó que los encuestadores regresaran a preguntar a los hogares de ingresos menores de mil pesos mensuales, explica que representan el 1% del total de 64 mil cuestionarios del MCS2015.

Ya  comenzó a reunirse el Comité Técnico entre el Inegi y el Coneval y Santaella se muestra confiado en que se encontrará una solución que permita mejorar la medición de la pobreza, porque hasta Hernández Licona ha reconocido que hay fallas en el levantamiento de la encuesta de ingreso, principalmente entre los más pobres, que temen decir la verdad sobre sus ingresos para no perder los apoyos de Sedesol y los de mayores ingresos, por temor al fisco.

La prioridad del Comité Técnico es el levantamiento de la ENIGH 2016, que concluye en noviembre. Desde luego, el Coneval exige que los datos de ingreso sean comparables con la ENIGH 2012 y 2014.

SEGOB: OÍDOS SORDOS ANTE RECLAMOS EMPRESARIALES

El Premio Limón Agrio es para el secretario de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong, quien parece no inmutarse ante las crecientes críticas del sector privado por las pérdidas millonarias que originan los bloqueos de la CNTE y que ahora, además de vías públicas, están bloqueando el acceso a centros comerciales y sucursales bancarias. Las pérdidas por los bloqueos, de acuerdo con Frédéric García, presidente de Airbus México y del Consejo Ejecutivo de Empresas Globales, ascienden ya a cuatro mil 200 millones de pesos.

Y el CEEG agrupa a las empresas globales más grandes establecidas en México que, en conjunto, constituyen el 10% del PIB y el 40% de la inversión extranjera directa. El llamado urgente del CEEG es que se respete el Estado de derecho para dar seguridad a las inversiones, pero Osorio Chong, como secretario de Gobernación, sigue sentándose en inútiles mesas de negociación con la CNTE, que continúa con sus bloqueos.

LOURDES MELGAR, AL MIT

El Premio Naranja Dulce de la semana es para María de Lourdes Melgar, quien renunció como subsecretaria de Hidrocarburos de la Secretaría de Energía para hacerse cargo, a partir de septiembre, de la Cátedra de Investigación Robert E. Wilhelm, ni más ni menos que en el Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT), lo que es el mejor reconocimiento a su prestigio y experiencia en el ámbito energético. Fue una excelente funcionaria y clave en el aterrizaje de la Reforma Energética. En su lugar ya fue nombrado Aldo Flores, quien era el secretario general del Foro Internacional de Energía (IEF, por sus siglas en inglés), con sede en Riad, Arabia Saudita.