Pelear o cooperar con Trump

Una de las cosas que más me impresionó de la novela de crimen A sangre fría, de Truman Capote, que describe el asesinato de una familia en un pueblito de Kansas es que esta familia cooperó con los dos exconvictos que los asesinaron en el afán de que no les hicieran daño, el resultado es que los ejecutaron sin que pudieran oponer resistencia. Uno de los dilemas más difíciles de resolver es qué hacer frente a alguien que nos amenaza, ¿cooperar en el afán de atemperar y que no cumpla la amenaza? o ¿pelear y resistir desde un principio? Ese dilema se está reproduciendo en varios ámbitos ante el triunfo electoral de Donald Trump.

Por ejemplo, la reunión de Trump con Larry Page y Eric Schmidt de Google, Sheryl Sandberg de Facebook, Jeff Bezos de Amazon, Elon Musk de Tesla, SpaceX y Solarcity, Tim Cook de Apple, Satya Nadella de Microsoft, Ginni Rometty de IBM, Brian Krzanich de Intel y Safra A. Catz de Oracle fue muy criticada. La mayor parte de los ejecutivos y empresarios tecnológicos se pronunciaron públicamente en contra de Trump debido a que representa lo opuesto a sus valores y creencias. Las críticas decían que el notable grupo tenía que haber hecho un pronunciamiento de principios antes o después de la reunión. Las críticas también cuestionaron que los que participaron en el encuentro hayan tolerado que no se invitara a Jack Dorsey de Twitter; de acuerdo con varios reportes Dorsey no fue invitado porque se negó a una petición de la campaña de Trump de hacer un emoticón degradante hacia Hillary. De acuerdo al portal especializado en tecnología ReCode, que publicó una semblanza de lo que se habló en el encuentro, uno de los que no asistieron dijo que estaba bien perder un poco de estatura hoy para tener un beneficio hacia el final, por lo que es mejor estar callado ahora y hablar fuerte, de ser necesario, y salvar algo de pólvora, ésa pudo ser una opción, aunque me parece que es mejor tratar de establecer puentes donde haya posibilidad de que se sostengan. 

Elon Musk, además, aceptó ser parte del Consejo de Negocios de Donald Trump, aunque se pronunció enfáticamente contra el candidato republicano unas semanas antes de la elección. En dicho consejo también participa Travis Kalanick, cofundador y CEO de Uber, quien dijo de manera informal el año pasado que ante el triunfo de Trump se iría a vivir a China; Indra Nooyi, presidenta ejecutiva de Pepsico, también participa. Ella dijo unos días después de la elección que los empleados no blancos de la empresa que encabeza estaban de luto y temiendo por su seguridad ante el triunfo de Donald Trump. ¿Cambiaron de postura anteponiendo el bienestar de su empresa? ¿Hasta dónde alcanzan los principios?

El asunto no es sencillo y, seguramente, estos líderes empresariales han hecho un examen de conciencia en el que habrán sopesado sus principios, que son contrarios al proteccionismo comercial, al racismo, al discurso electoral de miedo y odio con la necesidad de disminuir los incentivos de ese discurso, contribuir a que la agenda sea constructiva y, por supuesto, habrán sopesado el interés de las empresas que encabezan. En mi opinión es una decisión correcta lidiar con la realidad que se presenta de la mejor manera posible y, hasta cierto punto, evitar el conflicto es más positivo en casi todos los casos.

La respuesta no es sencilla en esta etapa debido a que Trump todavía no asume la investidura presidencial y sigue siendo un gran signo de interrogación en aspectos concretos, pero estoy seguro de que los líderes que aceptaron reunirse con él y participar en su Consejo de Negocios serán claros en sus pronunciamientos en caso de que Donald Trump insista en el discurso xenófobo, en retirar a Estados Unidos de los compromisos para frenar el cambio climático o cerrar las fronteras y apostar por el proteccionismo. En el caso de México, la decisión no debe ser muy distinta de los hombres de negocios, hay que construir puentes donde pueda haberlos y puedan sostenerse más allá de una sesión fotográfica.