Darío Celis

Tiempo de negocios

Darío Celis

9 Feb, 2017

Monopolio en la interlocución

Cuando Carlos Salinas anunció el inicio de las negociaciones del Tratado de Libre Comercio de América del Norte con el gobierno de Estados Unidos, liderado entonces por George Bush, una parte de su gabinete dijo: “Nos van a aplastar. Su economía es 20 veces más grande”.

El grupo opositor estaba integrado por Arsenio Farell, secretario del Trabajo; Francisco Rojas, director de Pemex; Andrés Caso, responsable de Comunicaciones y Transportes, y Fernando Hiriart, cabeza de la desaparecida Energía, Minas e Industria Paraestatal.

Entre los duros que cuestionaban el TLCAN también figuraban por supuesto Manuel Bartlett, el poderoso secretario de Gobernación, y el mucho más moderado canciller, Fernando Solana. Colaboradores todos de primera línea de Salinas de Gortari.

En el bando reformador estaban el jefe de la Oficina de la Presidencia, José María Córdoba Montoya; el secretario de la extinta Secretaría de Comercio y Fomento Industrial y negociador en jefe del Tratado, Jaime Serra, y el titular de Hacienda y Crédito Público, Pedro Aspe.

Complementaban esa ala Ernesto Zedillo, que era secretario de Programación y Presupuesto; Luis Téllez, subsecretario de Agricultura y Recursos Hidráulicos, y Luis Donaldo Colosio, expresidente del PRI y luego secretario de Desarrollo Social.

Durante el año de las negociaciones, el gabinete legal y ampliado del Salinismo aprendió a desarrollar un intenso debate sobre temas neurálgicos en el contexto del TLCAN como el petróleo, inversión externa y el agro. Al final el Presidente decía la última palabra.

¿Pero qué está pasando hoy en el gabinete de Enrique Peña Nieto? Las comparaciones son odiosas, ciertamente.

A pesar de que Donald Trump amenazó desde que arrancó su campaña como precandidato presidencial con renunciar al Tratado y decir que lo iba a renegociar desde el primer día de su gobierno, el gabinete de Peña no está integrado como equipo de trabajo porque Luis Videgaray no lo permite.

El nuevo canciller se ha erigido en la única cara visible de la negociación con el gobierno de Estados Unidos. Es quien dice la primera y la última palabra. El secretario de Economía, Ildefonso Guajardo, es un copiloto desafortunadamente desdibujado, con todo y que fue parte del equipo negociador hace 22 años.

Es un secreto a voces en el gabinete actual que los secretarios José Antonio Meade, José Calzada, Pedro Joaquín Coldwell, Alfonso Navarrete Prida, pero sobre Miguel Ángel Osorio Chong, no están integrados como un grupo compacto.

Es cierto que Trump no tiene un equipo negociador integrado, pero tampoco México. Parece que el sector privado con su famoso Cuarto de Junto ha hecho mejor la tarea.

Hoy se sabe que las negociaciones con Estados Unidos serán bilaterales, pero no hay certeza de los temas que sí serán parte del TLCAN. México ha dicho que se negocia todo, pero los vecinos quieren dividirlos. Comercio, inversión y servicios se van a negociar en una mesa y la seguridad nacional, narcotráfico e inmigrantes en otra.

Al interior del gabinete hay resquemor con Videgaray porque no integra a otros secretarios a una negociación bilateral. El canciller negocia con secretarios de la administración Trump temas como seguridad fronteriza, migración y comercio. Ayer mismo se reunió con Rex Tillerson, el secratrio de Estado, y con John Kelly, secretario de Seguridad Nacional. Los demás, como chinitos: “nomás milando”.

CESCE FIANZAS

Las empresas que contraten fianzas o reciban pólizas para garantizar el cumplimiento de obligaciones contractuales, deberían tener cuidado con la afianzadora Cesce Fianzas México.

Hay quejas de que no está cumpliendo cabalmente con las cláusulas que estipula con sus clientes. Esta afianzadora es filial de Cescemex, empresa que pertenece en 51% a la española Cesce, mientras que el restante 49% lo tiene Bancomext, que recién asumió Francisco González Díaz, por lo que la actividad de esta compañía debería estar sujeta a una mayor transparencia en su operación.  El año pasado Cesce Fianzas incrementó en 200% las quejas en su contra ante la Condusef, la institución a cargo de Mario Di Costanzo.

¿A BANOBRAS?

Y ya que hablamos de la banca de desarrollo, el que se estaría perfilando para asumir la dirección de Banobras es Francisco González Ortiz Mena.

Hombre ligado al grupo del Estado de México y particularmente a Luis Videgaray, quien como secretario de Hacienda lo impulsó a la Dirección Corporativa de Finanzas de Pemex, en lugar de Mario Beauregard, pero se topó con el rechazo de Emilio Lozoya Austin. Dicen que el actual director del Fondo Nacional de Infraestructura sería el relevo de Abraham Zamora, quien se integró hace unos días a la Secretaría de Relaciones Exteriores.

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