Ángel Verdugo

Economía sin lágrimas

Ángel Verdugo

21 Feb, 2017

Ya no es mentir, es carecer de la mínima vergüenza

¿Cómo resumiría hoy martes, la situación que enfrenta el proceso de liberación de los precios de los combustibles? Muy fácil: Para el que adquiere Gasolina Magna para su auto, una reducción de $0.02 y, para el ganador de siempre, la SHCP, $0.468 de aumento del IEPS.

¿De dónde salen estas cifras? La primera, los dos centavos que como consumidor usted va a ahorrar por cada litro de Magna que adquiera en una estación de servicio, son la diferencia entre el Precio Máximo Promedio anterior, $15.99 y el nuevo: $15.97. Como ve usted, ése es ahorro, no literatura.

Lo trágico de estos dos centavos, es el gasto que efectivamente significará para los administradores de las estaciones de servicio. ¿Y eso, a quién le importa? ¿A la Comisión Reguladora de Energía y su burocracia dorada? ¿Acaso a los altos funcionarios de Hacienda, como el mismo secretario y el mentiroso Dr. Messmacher —que ni siquiera ha tenido la dignidad de reconocer su mentira de hace unos días—, que ya volvió a las andadas con sus declaraciones confusas?

La segunda cantidad, los casi 47 centavos ($0.468) que irán directamente a las alforjas de la SHCP, son resultado de esta resta:

Nuevo IEPS ($2.995) – IEPS Anterior ($2.527) = $0.468.

Al ver estas cifras y su variación desde el IEPS actualizado de $4.30/Litro de Magna, monto que Hacienda redujo para el periodo del 1 de enero/2017 al 3 de febrero/2017 a $3.18; y lo redujo otra vez a $2.527 para el periodo del 4 de febrero/2017 al 17 de febrero/2017, ahora lo sube, como dije arriba, a $2.995 para el periodo del 18 de febrero/2017 al 24 de febrero/2017.

¿Dónde quedó el proceso de liberación de los precios de los combustibles? Por lo pronto y ante lo visto, en las maromas verbales de los funcionarios de Hacienda, y en la caja de resonancia que son no pocos analistas económicos que a la fecha, por más esfuerzos que hacen no logran entender la Fórmula seguida —supuestamente—, para determinar los precios máximos en las 83 regiones no fronterizas, en las cuales dividió el país la CRE.

Esa fórmula, si nos atenemos al texto del Artículo Único del Acuerdo (Diario Oficial del 17 de febrero de 2017) —que a su vez modificó el Acuerdo 13/2017—, menos la entenderán ahora porque, en el primero de los seis elementos (Precio de Referencia), aparecen dos factores que, para quien no pasó de la educación secundaria, serán un martirio pues el primero, hay que elevarlo a la Potencia 0.10 y el segundo, a la Potencia 0.01.

Sin duda, el creador de la Fórmula Original y el que agregó los factores en la nueva (¿es el mismo?), ni idea tiene del nivel de conocimiento matemático de la casi totalidad de nuestros sesudos analistas económicos y financieros, que pululan en los espacios mediáticos.

Como diría El Cuervito Zamora, recordado cronista de Hermosillo: ¡Agárrate Genoveva, que vamos a cabalgar! Ante lo rebuscado de la nueva fórmula, pregunto: ¿Cuándo se dignarán el secretario de Hacienda, Dr. Meade y el Dr. Messmacher, o cualquiera de los tres chiflados (Madrazo, Barros y Gamboa), a explicarla con ejemplos sencillos que entendamos los simples mortales?

Pienso que, al menos los dos primeros —dado su flamante grado de doctores en economía—, no tendrán dificultad alguna para hacerlo, aun cuando lo dudo. En caso de no poder, podrían recurrir al doctor José Antonio González.

Quien dude de lo que afirmo en relación con ese galimatías que es la fórmula —tanto la anterior como la nueva—, le pediría que revise por favor los Diarios Oficiales, cuyas fechas doy arriba.

Por lo demás, si con esa claridad de las fórmulas que desarrollan manejan las finanzas públicas, he ahí el porqué del desastre en el que las han convertido.

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