Alicia Salgado

Cuenta corriente

Alicia Salgado

23 Ene, 2018

Concamin: proceso electoral democrático

 

El pasado 16 de enero, los tres aspirantes a presidir la Confederación de Cámaras Industriales (Concamin), que encabeza Manuel Herrera, recibieron de manos del Comité de Elección, que preside Manuel Reguera, las respectivas cartas de nominación que los convierte en candidatos.

Números de cartas entregadas a favor de uno y otro candidato pueden estar fluyendo, pero la realidad es que cumplieron su propósito y para el jueves 25 de enero, los tres candidatos, Gustavo Arballo, presidente de la CMIC, 
Rodrigo Alpízar, tesorero de la Concamin, y Francisco
Cervantes, vicepresidente de la Concamin, contienden en igualdad de posibilidades.

Lo interesante es que se acortan tiempos para evitar grilla innecesaria y todos estuvieron de acuerdo. El jueves, los tres harán una presentación de su plan de trabajo a las 2 de la tarde en sesión del Consejo Directivo y a partir de ese momento, el Comité de Elección manda la cédula a todas las cámaras (59 activas aunque habrá que ver el tratamiento que se le da a las que no están regularizadas en cuotas), para que cada una recoja su votación y el presidente firme la cédula de votación.

Así, los candidatos tendrán del 26 de enero al 8 de febrero para realizar proselitismo, de manera que quien gane la elección será el que reciba más votos constantes y sonantes el 9 de febrero en las instalaciones de la Cámara en la Ciudad de México entre las 10 y las 6 de la tarde.

El resultado lo informarán a Herrera y él a su vez decidirá si lo hace público inmediatamente (es algo que no se ha definido). El que tenga mayoría será quien presida la Concamin y el relevo se oficializará 15 de febrero, un mes antes de la Asamblea Ordinaria en la que se realiza el relevo de presidente.

¿Qué tiene de extraordinario el proceso? Que el buen juez por su casa empieza y se realiza un proceso impecable, porque las nominaciones recibidas por los tres como candidatos, no implican ni la imposición de un candidato ni la búsqueda de unidad que debilita la confianza.

Hoy, todos tienen la misma posibilidad de ganar, pero lo interesante es que llegaron como 20 cartas a la Concamin y en ellas lo mismo se mencionó a uno que a los tres nominados, lo que da cuenta de que se pesaba que habría más candidatos (recordará que se mencionó a Moisés Kalach de la Industria Textil-Vestido y al secretario de la confederación, Sergio
López de la Cerda). De 59 cartas posibles, unas 20 llegaron, los últimos dos empresarios no fueron nombrados y se integró la terna en los términos señalados por el estatuto.

Lo interesante será conocer el programa de trabajo de cada uno y sus compromisos, porque existe la percepción de que la confederación y todas sus cámaras, no sólo unas cuantas, deben participar activamente en las comisiones y grupos de trabajo para definir cómo quieren organizarse para empujar la agenda industrial a quien gobierne el país, y no esperar a conocer el planteamiento de política industrial de quien llega.

DE FONDOS A FONDO

#NoLeEntiendo… Finalmente, y luego de casi tres años de abierto el proceso, la Comisión Federal de Competencia Económica (Cofece), de Alejandra Palacios, emitió el Dictamen de Probable Responsabilidad en contra de varias aerolíneas porque la autoridad investigadora encontró evidencia de que presuntamente cometieron prácticas de colusión para la “manipulación” de precios entre 2008 y principios de 2010.

Le puedo confirmar que además de Aeroméxico y Volaris, también están involucradas Interjet y Mexicana de Aviación.

Esta acusación, que verá su final en el pleno de la Cofece cuando concluya el proceso en forma de juicio que puede tardar de seis meses a año y medio más, no puede entenderse sin recordar el contexto que vivía la industria aérea en esos años.

Primero el mercado de pasajeros era prácticamente de la mitad de lo que representa hoy, Aeroméxico y Mexicana venían de un proceso de venta por separado, ya que por recomendación de la ex CFC se impidió la venta conjunta.

Interjet y Volaris llevaban pocos años de haber iniciado operaciones en su gran mayoría de rutas desde el Aeropuerto de Toluca. La industria aérea en 2008 pasaba por un momento complicado por la crisis económica global y por precios del petróleo cercanos a los 150 dólares por barril.

La influenza A H1N1 remató al sector y la mitad de las aerolíneas de México quebraron: Mexicana, Mexicana Click, Mexicana Link, Aviacsa, AeroCalifornia, Avolar, Aladia, Alma de México y Novair. La Asociación Internacional de Transporte Aéreo (IATA) calificó 2008 como el peor de los últimos 50 años.

Para ese entonces, el titular de SCT, Juan Molinar Horcasitas, y la SHCP, al mando de Agustín Carstens, diseñaron un programa de apoyo emergente para resolver el deterioro que vivían las compañías aéreas y Mexicana e Interjet fueron las únicas que tomaron estas líneas de crédito. En el caso de Mexicana, un año después, deterioró su situación financiera cuando fracasó la reestructuración de su deuda y el último intento, ya con Luis Téllez, de fusionar a Aeroméxico con Mexicana, resultó en su quiebra.

El resultado de la investigación me resulta sorprendente, porque entiendo que se penalice cualquier práctica de acuerdo en precios, pero creo que algunas acciones se implementaron desde el gobierno para mantener las rutas y garantizar la sustentabilidad de la aviación nacional. Insisto, se les sugirió a las aerolíneas que se pusieran de acuerdo para no seguir la guerra de precios que aceleró su descapitalización.

Con el inicio del DPR, las partes tendrán que demostrar sus elementos de prueba y el pleno determinar si existe o no culpabilidad de las aerolíneas, pero un punto crítico señalado tanto por Aeroméxico como por Volaris, es si la multa se rige por la ley anterior y no la actual que sanciona con hasta 10 por ciento de los ingresos. De Interjet, hasta ahora no se ha sabido nada aunque tendrá que reaccionar al mercado por tener bonos de deuda y dar tranquilidad a sus acreedores.

 

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