Así que estamos en verdaderos problemas: la economía mexicana no funciona y los encargados de la reactivación no están capacitados para ello.
Han atiborrado de personal a los gobiernos, a tal grado que, especialmente en el caso de estados y municipios, apenas alcanza para pagar la nómina.
La señal de que estamos en una contracción es la caída en la recaudación de impuestos; sencillamente, las ventas bajaron y las utilidades no existen.
En opinión de los conocedores, había que meterle freno a la economía mexicana para reducir las presiones y bajar la apreciación del peso.
Pensión Universal y Seguro del Desempleo son beneficios importantes para un sector de los mexicanos; el problema es que no hay dinero para pagarlos.
La mayoría de los analistas bajó ya su expectativa de crecimiento a algo así como 3.3% para este año, en lugar de 3.5% que dominaba el escenario.
En México vamos al revés: más ISR y menos IVA y esta tendencia se acentuó con la Reforma Fiscal que entró en vigor a partir de este año.
Hacienda debe adoptar una estrategia para reactivar a la economía. Acciones de desregulación, por ejemplo, serían uno de los pasos a dar.
El país espera con ansia las leyes secundarias en materia energética y de telecomunicaciones porque será ahí donde en verdad se aterrice el cambio.
Mientras Banxico mantenga la disciplina monetaria y el gobierno federal logre finanzas públicas cerca del equilibrio, la inflación no regresará al país.
En 2014, lo que se ha visto es que la economía se mantiene con un lentísimo crecimiento, que por ningún lado indica un avance de 3.9 por ciento.
La Reforma Fiscal es sin duda el gran desatino de este régimen, ya que crea gran turbulencia para captar sólo algo así como 160 mil mdp.
Es necesario que el gobierno dé señales claras de hacia dónde quiere que vaya el sector; que adopte estrategias para que recobre su dinamismo.
Se necesita hacer frente a la burbuja inflacionaria que se está presentando, y es probable que haya necesidad de elevar la tasa de interés de referencia.
Los pronósticos de crecimiento para este año están entre 3.9% de Hacienda hasta 3.34% de los analistas consultados por el Banxico.
El Ejecutivo ha decidido que al margen de lo aprobado por el Congreso, puede dictar, vía decreto, cambios en las leyes fiscales.
Lo lógico, lo racional, lo que dicta el sentido común, es que tengan un régimen sencillo para el cumplimiento de sus obligaciones fiscales
Serán las leyes secundarias las que determinen si la reforma aterriza con éxito; será ahí donde se marcará el camino de Pemex y la CFE.
- Cuando se analizan los dos mundos, el de las empresas paraestatales y el de las firmas privatizadas, resulta que el peor es el de las paraestatales.
La realidad es que nada se ha hecho para estimular el crecimiento económico aparte de la baja de tasas que decidió el Banco de México.